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jueves, 3 de octubre de 2013

Oakland: Sorpresa no, impresionante sí

OAKLAND – El hecho de ya saberse de la hazaña de los Atléticos de hacer más con menos no la hace ni menos impresionante ni menos digna de elogios.
Jason Giambi To Return To Oakland A's Next SeasonAquí no tenemos que recontar todo lo que ha hecho el gerente general Billy Beane con estos Atléticos desde 1998. El sagaz ejecutivo ha sabido construir rosters en Oakland que han clasificado para los playoffs en siete ocasiones desde el 2000, con nóminas discretas y muchos peloteros que, aunque son desconocidos por muchos fuera del Área de la Bahía, han sido grandes protagonistas en los éxitos del equipo.
Por ejemplo, este año los “verdes” ganaron 96 juegos en la temporada regular para llevarse su segundo título divisional en forma consecutiva, con la cuarta menor nómina (según USA Today) en Grandes Ligas.
Sí son nombres reconocidos Bartolo Colón, Coco Crisp y Yoenis Céspedes, para mencionar a algunos de los integrantes del equipo de más perfil. Pero la verdad es que si uno quiere hablar de Oakland, hay que destacar los aportes de jugadores como Josh Donaldson, Brandon Moss, Jed Lowrie, Derek Norris, A.J. Griffin, Jarrod Parker, Dan Straily y Grant Balfour—y hasta con esa lista se queda corto.
Ahora bien, estos Atléticos no son puro “Moneyball—la versión del libro y más adelante, con menos precisión, la película sobre la edición de Oakland de hace 11 años. Recuerden que los esfuerzos de Beane y sus pupilos en la gerencia no rindieron muchos frutos entre el 2007 y el 2011, cuando una serie de movimientos a nivel de Grandes Ligas—empezando con el fallido experimento de tener a Bob Geren como manager—no produjeron ni una sola temporada ganadora.
Los éxitos de los Atléticos desde el 2012 se deben a varios factores. Uno de ellos es el manejo magistral de un equipo de muchas piezas intercambiables de parte del dirigente Bob Melvin, el sucesor de Geren. Otro son las firmas astutas de agentes libres como el dominicano Colón, el cubano Céspedes y Crisp. Pero si uno busca un momento que definió lo que sería el inicio de la inesperada jerarquía de Oakland en el Oeste de la Americana, hay que recordar diciembre del 2011.
Ese mes, Beane hizo tres cambios de impacto con el clásico modelo de un equipo que estaba en plena reconstrucción y sin pretensiones de ganar un futuro cercano. El primer canje fue con los Diamondbacks, que enviaron a Oakland a Parker, Ryan Cook y Colin Cowgill por Trevor Cahill y Craig Breslow.  Más adelante, justo antes de las navidades, Beane cambió al zurdo Gio González y a Robert Gilliam a los Nacionales por Morris, Tommy Milone, Brad Peacock y A.J. Cole. Y a fines de dicho mes, Oakland envió al cerrador Andrew Bailey y a Ryan Sweeney a Boston por el valioso toletero Josh Reddick, Miles Head y el derecho dominicano Raúl Alcántara.
Si se habla de los aportes de Parker, Reddick, Milone, Norris y Cook, se habla de gran parte de la cara de estos nuevos Atléticos. Y pensar que en esos momentos, todo el mundo esperaba temporadas perdidas en Oakland durante varios años. El mismo Beane expresó en varias ocasiones que hizo aquellos movimientos pensando en una reacción del equipo para el 2014, cuando posiblemente la franquicia estuviera en San José o en otra localidad fuera de la ciudad de Oakland. Pero aquí están, recibiendo otra serie de playoff en el Coliseo (ahora conocido como el O.co Coliseum).
Lo logrado por Beane y su staff gerencial ya no es sorpresa, con un total de 190 victorias en campaña regular en los últimos dos años. Pero en el caso de los Atléticos tiene otro matiz, ya que los obstáculos son bastante grandes en cuanto a recursos económicos se refieren.
Ahora, con otra postemporada, este equipo busca por fin hacerse sentir en octubre y llegar a la Serie Mundial por primera vez bajo el mando de Beane.

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