Ernie Banks.
CHICAGO - Un funcionario municipal informó el martes que Ernie Banks fue sepultado en un cementerio de Chicago, a unas calles del Wrigley Field, donde el ex pelotero brilló con los Cachorros de Chicago.
La información respondió una pregunta que había surgido en los últimos días, en medio de una disputa legal entre la familia de Banks y una mujer que se encargó del cuidado del ex deportista en sus últimos días
Jim Scalzitti, portavoz de la oficina de asuntos administrativos del condado de Cook, dijo que el acta de defunción de Banks muestra que el ex pelotero, miembro del Salón de la Fama, fue enterrado en el Cementerio de Graceland.
El viernes, The Associated Press informó que había estallado una disputa entre la familia de Banks y la mujer que se encargó de cuidarlo, quien habría manifestado el deseo de que el cadáver fuera incinerado.
Entrevistas y documentos presentados ante la corte dejaron claro que Elizabeth Banks, esposa del ex beisbolista, impidió la cremación. Un abogado de Elizabeth Banks, quien vivía separada de su marido, dijo que Ernie Banks fue sepultado en Graceland.
Sin embargo, las dudas persistieron luego que una persona que respondió el teléfono en ese cementerio dijo que el entierro no se había realizado ahí. Los Cachorros y la funeraria contratada por la familia de Banks se negaron a emitir comentarios.
El cementerio se negó a confirmar otra vez el martes que los restos de Banks estuvieran ahí.
Mark Bogen, abogado de Elizabeth Banks, se limitó a decir el martes que su cliente "obtuvo una orden judicial que le daba permiso de enterrarlo, por lo que ella actuó de acuerdo con esa orden y dio sepultura a su marido".
Scalzitti dijo que el entierro no se realizó sino hasta el 6 de febrero, una semana después del funeral de Banks, que incluyó una procesión en la que una carroza que llevaba su nombre realizó un lento recorrido por el parque de pelota donde el ex jugador vio actividad durante los 19 años que abarcó su carrera deportiva.
Banks dijo una vez a un diario que, cuando muriera, esperaba que sus cenizas se esparcieran en el Wrigley Field. Regina Rice, quien cuidó a Banks, dijo el lunes en un comunicado que estaba "decidida" a cumplir sus deseos, aunque no mencionó específicamente la incineración.
La disputa sobre los restos de Banks es parte de una batalla legal más amplia en torno de su herencia. El lunes, tres semanas después de que Banks murió a los 83 años por un infarto cardiaco, sus hijos adultos Jerry y Joey alegaron que su padre estaba enfermo cuando Rice le hizo firmar un poder, una última voluntad y testamento en que le heredaba todo.
Los familiares señalan que desconocían la existencia de esos documentos, los cuales indicaban que Banks no le dejaría herencia alguna a Elizabeth Banks ni a sus hijos.