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lunes, 23 de septiembre de 2013

Mariano Rivera se despidió con el corazón

NUEVA YORK -- No hubo final perfecto para la combinación entre Mariano Rivera y Andy Pettitte en Yankee Stadium, pero no por ello fue un partido mucho menos lleno de emoción para los compañeros de equipo por 15 años en los Yankees de Nueva York, quienes se retirarán juntos al finalizar la campaña 2013.
"Fue un partido extra especial", dijo Rivera, acompañado por su esposa Clara en la sala de prensa del Yankee Stadium al finalizar el partido, una derrota 2-1 a manos de los Gigantes de San Francisco. "Es muy decepcionante que Andy no haya ganado después de la manera en que lanzó hoy. Fue excepcional. Pero esa fue la forma correcta de retirarse, anunciarlo y darles la oportunidad a los fans de despedirlo, así es que se hace". Pettitte lanzó ocho ejemplares entradas y Rivera se encargó de los últimos cinco outs del partido, pero aun así los Yankees no pudieron conquistar una necesaria victoria, viendo desvanecer sus posibilidades de clasificación a la postemporada.
"Esta temporada ha sido bastante difícil, hemos tenido lesiones grandes con peloteros claves en el equipo y hemos tratado de batallar todo el año hasta el día de hoy y ha sido bastante fuerte, pero tenemos que seguir, todavía no sabemos lo que pueda pasar", acotó el panameño sobre la complicada situación de los Yankees, prácticamente imposibilitados de conseguir uno de los comodines de la Liga Americana tras la derrota.
El cerrador de 43 años fue honrado en una emotiva ceremonia antes del partido, que inició con más de media hora de retraso después de una extensa presentación de regalos que incluyó a varias leyendas de los Yankees, entre ellos Bernie Williams, Jorge Posada, Hideki Matsui y Tino Martínez, además de una aparición en vivo de la banda Metallica para tocar "Enter Sandman".
"¡Me sorprendió muchísimo ver allí a Metallica tocando la canción!", dijo Rivera con relación a la música que lo ha acompañado al abrirse las puertas del bullpen en el Bronx. "Todo el evento fue muy especial y jamás pensé que sería así, ver a tantos de mis ex compañeros y el estadio repleto ondeando banderas panameñas, fue muy emocionante y, pues, ojalá el resultado hubiera sido distinto".
El ex dirigente neoyorquino Joe Torre, junto a quien Rivera ganó cuatro de sus cinco anillos de Serie Mundial, la directiva y dueños de los Yankees, y hasta el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, también se dieron cita en el atiborrado Yankee Stadium para honrar a Rivera en su día.
"Eso significó mucho para mí, que estuvieran presentes en Sr. Torre, Tino, Posada, Bernie y todos los muchachos, no sé qué decir, más que gracias a Dios por tan increíble experiencia. Y el presidente de mi país, Panamá, es grande tener al presidente apoyándote, pero igualmente tenía a mi familia y a cientos de panameños presentes y eso fue increíble, gracias a todos".
Rivera dio un extenso y emotivo discurso de gracias a todas las personas que lo han apoyado a través de su carrera, donde destacó su admiración y respeto por los fans de Nueva York, el cual admitió a su vez que no fue algo planificado.
"Tenía algo escrito, que me habían dado, pero tomé sólo puntos pequeños, porque en realidad no me acordaba de nada de lo que tenía escrito porque estaba hablando del corazón y fue lo mejor que pude hacer, porque no fueron simplemente palabras".
Ante las ya usuales preguntas sobre si en algún momento ha considerado regresar una campaña más después de exitosa recuperación de una cirugía de rodilla para nuevamente ser uno de los líderes en salvamentos en todo Grandes Ligas a los 43 años, Rivera reiteró su deseo de dar el máximo para agradecer el apoyo de todos los fans, pero que ya llegó el momento de decir adiós.
"Me sentí muy bien toda esta temporada, pero nunca ha pasado por mi mente quedarme una temporada más. No ha sido siempre fácil, pero decidí que ya era el final y que me iba a disfrutar cada momento, y al final no tendría nada de qué arrepentirme".
Mientras todo el mundo se enfocó en las luces, los regalos y la ejemplar carrera del cerrador destinado al Salón de la Fama y su estado como uno de los peloteros con más clase y humildad en la historia de las Grandes Ligas, Rivera al final expresó su único arrepentimiento, y lo único que pareció importar la tarde del domingo, que probablemente no habrá una postemporada 2013 en Yankee Stadium:
"En realidad, lo único que quisiera es que estuviéramos en otras circunstancias".

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