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domingo, 6 de abril de 2014

Kentucky gana en dramático final

ARLINGTON, Texas -- Todo quedó en casa y gracias a la familia Harrison para la Universidad de Kentucky.
Los Wildcats derrotaron a la Universidad de Wisconsin en las semifinales del Final Four gracias a un triple que encestó el gemelo Aaron Harrison, con asistencia de su hermano Andrew.
Harrison, de 19 años y quien hace un año veía el Final Four por televisión, aún como estudiante de preparatoria, ni siquiera titubeó para realizar el tiro ganador.
Aaron Harrison, Josh Gasser
Aaron Harrison, de 19 años, anotó en los últimos segundos del juego el triple que le dio el triunfo a Kentucky
"No puedes tener miedo a fallar", dijo. "Siempre quieres ser el que haga el gran disparo. El que puede llevar a tu escuela al campeonato".
Con 5.7 segundos en el reloj, Kentucky aún tuvo que detener la última embestida de los Badgers, que poco tiempo antes fallaron un tiro libre que al final selló su suerte para el 74-73 definitivo.
En su último intento, Traevon Jackson, quien falló uno de dos disparos libres con 16 segundos por jugarse, tampoco pudo encestar el último tiro de Wisconsin, ya con el reloj prácticamente en cero.
"Tenemos que consolarlo y cuidar de él", dijo el delantero Nigel Hayes. "Todos aquí sabemos que él puede anotar esos tiros y no dudamos ni por un momento en que va a encestar el siguiente que intente. Fue desafortunado que hoy la bola no entró. Pero hoy perdimos todos".
Kentucky enfrentará el lunes en este mismo AT&T Stadium a la Universidad de Connecticut, que en la primera semifinal sorprendió a Florida.
"Conozco a la perfección la calidad del rival que voy a enfrentar", dijo el entrenador de Kentucky, John Calipari. "Ahora falta ver si conocemos la manera de enfrentarlo".
Los Wildcats buscarán su noveno campeonato nacional, gracias al desempeño de una quinteta titular formada sólo por jugadores de primer año; tres de ellos oriundos de Texas, incluidos los gemelos Harrison y Julius Randle.
Aaron Harrison conectó el disparo ganador sin ningún margen de error y cubierto casi por completo para sumar su octavo punto del juego, uno menos que su hermano.
Pero mucho del crédito del boleto a la Final tuvo que ver con el desempeño del delantero James Young, quien totalizó 17 unidades, incluidas siete en los primeros 20 minutos, y del centro Alex Poythress, que cooperó con otros ocho y fue una pesadilla para Wisconsin abajo del aro.
El octavo sembrado, Kentucky (29-10), disputará el título al séptimo, Connecticut (31-8), en la final del Final Four con los peores preclasificados desde 1979; la anterior marca fue cuando estos mismos Huskies llegaron terceros para vencer a los octavos de la Universidad de Butler en 2011.
Ben Brust y Sam Dekker anotaron 15 puntos cada uno para Wisconsin que terminó sus aspiraciones de campeonato en las semifinales de su primer Final Four desde el 2000.
"El juego nunca se define por la última posesión", dijo el entrenador de los Badgers, Bo Ryan. "Eso siempre será circunstancial. Se define por el equipo que jugó mejor y el que aprovechó sus oportunidades".
"Aaron realizó un gran disparo, como ha hecho todo el torneo", agregó. "Es un jugador que a pesar de su juventud siempre está listo para el disparo importante. Hay que quitarse la gorra frente a él".
Los dos equipos finalistas entrenarán este domingo sobre la duela del AT&T Stadium, que este sábado implantó marca de asistencia para partidos de Final Four con 79 mil 444 personas con boleto pagado.

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