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martes, 15 de abril de 2014

Mariano siempre estará ligado al legado de Robinson

Jackie Robinson.
De alguna manera, parece apropiado que el panameño Mariano Rivera fuera el último ligamayorista en usar el número 42. ¿Pueden pensar en otro pelotero más indicado para representar el legado de Jackie Robinson de dignidad y justicia social?
Robinson seguramente hubiera dado su aprobación. Como dijo su hija Sharon el mes pasado, cuando Rivera fue homenajeado por la Fundación Jackie Robinson, "Mariano se manejó con dignidad y gracia, un verdadero tributo a mi papá".
Muy poca gente puede comprender todo lo que pasó Robinson luego de romper la barrera racial del béisbol en 1947. Sufrió innumerables indignidades y crueldades y lo hizo porque entendía que había algo más grande en juego. Simple y llanamente Robinson no podía darse el lujo de fracasar.
Uno de los resultados de la celebración anual del Día de Jackie Robinson de parte de Major League Baseball darle vida a la figura de Robinson para generaciones de fanáticos y jugadores que en ocasiones han pensando en él como una idea, en vez de un ser humano. Que Robinson represente justicia e igualdad racial a veces ha opacado el hecho de que fue un hombre que fue tratado como un animal.
Hay otros héroes en la historia de Robinson, quien se convirtió en el primer afro-americano de la era moderna en jugar en Grandes Ligas el 15 de abril de 1947. Branch Rickey, quien lo firmó para que jugara en los Dodgers, es uno. Pee Wee Reese, su compañero de equipo, es otro.
Pero al final, era la vida de Jackie Robinson. Era él que sabía que cada vez que pisaba un terreno de Grandes Ligas podía ser asesinado. Recibió el impacto de las rectas en las costillas, escuchó los insultos, se quedó en hoteles sucios y se le recordaba siempre que muchos lo veían como ciudadano de segunda clase.
Martin Luther King Jr. llegaría a decirle a Robinson que él ayudó a abrirle camino a la legislación de los derechos civiles del Presidente Lyndon Johnson en la década de los 60.
El Comisionado Bud Selig ha calificado la temporada de 1947 como "el mejor momento del béisbol". El 15 de abril de dicho año Robinson hizo historia, así que lo recordamos cada temporada con ceremonias en todos los estadios de Grandes Ligas. Cuando Selig retiró el 42 para todos, una docena de jugadores aún lo usaban.
Y luego había uno solo.
"Estoy complacido de que él sea el último", dijo la viuda de Jackie, Rachel Robinson, en el 2011.
Robinson y Rivera eran bien diferentes como peloteros. Robinson jugaba duro y de manera agresiva. Si Robinson era fuego, Rivera era el hielo, completamente inalterable. Los fans del panameño no sabían al verlo en el montículo si estaba en un día bueno o malo.
Pero más allá del terreno, eran de la misma tela. Ambos entendían que eran modelos a seguir y que la gente veía-y emulaba-lo que hacían.
Ambos creían que era importante hacer del mundo un lugar mejor, fuera recaudando dinero para obras caritativas o simplemente haciendo lo correcto siempre.
Rivera usó en un principio el 42 porque le dio ese número un empleado de los Yankees. Fue más adelante que el relevista llegó a entender por qué significaba tanto para tanta gente.
Rivera ha dicho que el número ha sido tanto una responsabilidad como un honor.
"Es un privilegio", dijo Rivera en septiembre pasado durante una ceremonia en el Yankee Stadium que contó con la presencia de la familia Robinson. "Había algo de presión, pero lo acepté como un reto y di lo mejor de mí, para que el Sr. Jackie Robinson hubiera estado orgulloso. Creo que lo hice bien".
En otra entrevista, Rivera dijo lo siguiente: "Como cristiano, creo de verdad que el Señor puso a la gente en diferentes áreas de nuestras vidas. Él colocó a Jackie Robinson en un área donde sabía que triunfaría. Y sí lo hizo".
Entonces ahora, con Rivera retirado, el número 42 sirve de recordatorio del lugar de Robinson en la historia de los Estados Unidos.
Cada jugador usará el 42 el 15 de abril para el Día de Jackie Robinson, pero el número siempre estará entre los retirados de cada estadio de Grandes Ligas como símbolo de valentía y sacrificio.
Los niños seguramente les preguntarán a sus padres sobre el 42 y por qué dicho número está retirado en todas partes. De esa manera, Robinson vivirá por siempre.

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