Con Lobatón, los Nacionales tienen un seguro para su compatriota Wilson Ramos, que nunca ha jugado más de 108 partidos en una temporada debido a varias lesiones.
"Es una garantía adecuada", dijo el gerente general Mike Rizzo, "en caso de que algo suceda con Wilson".
Lobatón, de 29 años, fue titular 76 partidos para los Rays la temporada pasada y bateó .249 con siete jonrones y 32 carreras impulsadas. Era prescindible para los Rays después de que volvieron a firmar al receptor puertorriqueño José Molina y adquirieron a Ryan Hanigan.
Rizzo dijo que Lobatón es un catcher por encima del promedio en defensa, aunque apenas saca de out al 16% de los corredores que intentan robar base.
"Pensamos que él lanza lo suficientemente bien como para mejorar ese 16%", dijo Rizzo.
Dice mucho de la confianza de los Nacionales en su talentosa nómina que una transacción para un suplente llene el último hueco significativo el día en que los lanzadores y receptores se reportaron a los campos de entrenamiento. Salvo lesiones, Rizzo no saldrá de compras durante el entrenamiento de primavera.
"No hay ninguna posición obvia que necesitemos abordar", apuntó Rizzo. "Pero si surge una oportunidad, vamos a ser agresivos y abiertos al respecto".
Los Nacionales están renunciando a un gran prospecto en Karns, de 26 años, quien hizo tres aperturas en su primera prueba en Grandes Ligas la temporada pasada, pero se hacen con los servicios de un par de peloteros de 22 años de la reserva de talento de los Rays: el jardinero Drew Vettleson y el lanzador zurdo venezolano Felipe Rivero.
Karns habría enfrentado mucha competencia para el quinto puesto en la rotación. El canje por un pitcher más joven alivia parte de ese atolladero y ayuda a los Nacionales a mejorar sus prospectos de pitcheo.
Para hacer espacio para los nuevos jugadores en la nómina de 40 jugadores, Washington puso al lanzador derecho Erik Davis en la lista de lesionados de 60 días con un esguince en el codo derecho.
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