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martes, 17 de diciembre de 2013

Gran cierre del Boxeo

Para mí se acabó el año boxístico, las grandes peleas terminaron, pero de qué forma. Si usted no vio el sábado la pelea por la corona welter AMB, entre el norteamericano Adrian Broner y el argentino Marcos Maidana, entonces usted no puede despegar la hoja de diciembre de su calendario.
Creo, sin mucha discusión, que esta será la pelea del año. Fue la gran sorpresa para muchos, el argentino, un buen campeón de peso welter Jr., venía de una amarga experiencia ante Devon Alexander, tenía su cabeza sumergida en el retiro, su orgullo no le permitía una derrota tan humillante, avasalladora, pero apareció un hombre en su vida que le dijo: regálate otra una oportunidad. Ese hombre fue Roberto Guerrero, un ex campeón que hace de entrenador hoy día.
Subir al peso welter fue un desafío, una aventura que tras la caída ante Alexander parecía un error, pero García le pidió un segundo paso: Cree en mí. Y sí, empezó el trabajo fuerte, los cambios de esquemas, las cosas nuevas en una carrera de más de 15 años, de un hombre con varios reinados. ¿Cómo es posible? Bueno, Maidana increíblemente empezó a cortar el paso estilo mexicano y a pasar los jabs con elegancia, los mismos que recibía en la cara para poder meter su poderosa derecha abajo.
Esos fueron los ajustes que Broner no tomó en consideración; tampoco frenó su lengua, sus insultos y la falta de respeto a Maidana a quien  le prometió noquearlo, salir hacia su esquina a noquearlo inmediato sonara la campanaÖ Y así fue, salió raudo a buscarlo, pero fue tan duro el derechazo que recibió que se fue de nalgas trastabillando las piernas y un toro bravo, furioso, buscando una estocada final lanzando fuertes cornadas. Así transcurrieron los doce asaltos, exceptuando el 11 y el primer minuto del 12, cuando respiró un poco el campeón, pero estuvo en la lona, corriendo desconsolado, quejándose como un niño, yo aseguro que hubiese pagado 20 millones de dólares para no medirse a Maidana si se lo hubiese imaginado.
LOS JUECES: Esta vez los jueces fueron muy profesionales y cambiando de dueño el cetro, tomando en cuenta la figura que fue despojada, la puntuación fue muy justa y amplia como fue el desempeño del latino, quien ahora puede compararse con cualquiera de sus compatriotas argentinos, incluyendo a Carlos Monzón, si tomamos en cuenta toda su trayectoria, la cual redondea con este increíble triunfo.
AL HOSPITAL: Al finalizar el combate Broner salió del ring rápido, ya sin la corona, puso las manos en el hombro de uno de sus ayudante y caminaron uno detrás del otro, más adelante intentó caminar sin ayuda y no pudo, sus asistentes lo tomaron cada uno por un brazo, iba como si padeciera una fuerte fiebre, titiritaba, de la fuerte paliza que recibió, quizás por todo lo que dijo. Creo que amaneció en un hospital.
INMORTALES DE CALIDAD: Reitero, es un grupo de gran calidad, quizás lo mejor de los últimos 30 años del boxeo, si usted observa a estos hombres que entrarán próximamente al Salón de la Fama: Félix ñTito- Trinidad, Oscar de la Hoya y el inglés Joe Calzaghe, es una trilogía increíble, pocas veces se junta tanta calidad. Quizás falta aquí el señor, abuelo de los tres,  Bernard Hopkins,  pero él le pidió permiso al portero del gran salón para salir un momento a reinar hasta los 50 años en el ring.
Con Hopkins, el eslabón perdido, se hubiese dado el siguiente cuadro, este viejito,  noqueó como niños tanto a Trinidad como a De la HoyaÖ Tiró a la lona a Calzaghe, pero el británico se levantó y se llevó una decisión unánime, en Estados Unidos.
 LATERALES: Luego de la paliza a Broner, este joven, que hizo historia ganando tres coronas diferentes con solo 23 años, recibió el mejor mensaje que podía en ese momento: Un buen campeón siempre vuelve, te amo, firma: Floyd Mayweather Jr., creo que fue de gran aliento.

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