Ningún equipo de Grandes Ligas puede ir a Japón y contratar jugadores a
su antojo, sino que por el contrario, para poder fichar peloteros del
circuito profesional nipón, tienen que seguir un protocolo previamente
establecido. En otras palabras, entre la Major League Baseball (MLB) y
la Liga Japonesa de Béisbol Profesional (NPB, por sus siglas en inglés),
existe un acuerdo de trabajo que ambas partes deben respetar.
Compensación
Mediante este convenio, que establece una compensación al equipo que sufre la partida de uno de sus jugadores, es que los jugadores japoneses han podido incursionar en el béisbol de las Ligas Mayores. Como ejemplo podemos mencionar, que los Medias Rojas de Boston y los Vigilantes de Texas, debieron pagar sumas que superaron los 50 millones de dólares a clubes de Japón, para tener derecho a negociar con los lanzadores Daisuke Matsuzaka y Yu Darvish, respectivamente, a quienes luego contrataron.
Veinte millones
¿Que el monto ha disminuido y la indemnización por ceder un jugador no puede exceder los 20 millones, tope establecido unilateralmente por los gerentes generales en las recién concluidas reuniones invernales de Grandes Ligas? Es cierto, pero como quiera, los clubes nipones seguirán recibieron un buen dinero para recompensar la merma de un pelotero.
Protestas niponas
Esta decisión de los ejecutivos de los organizaciones del béisbol organizado de los Estados Unidos, ha provocado la protesta de los clubes japoneses, que han amenazado con no permitir que sus jugadores sean fichados por equipos de las Grandes Ligas, si no se deja sin efecto la medida de fijar una cantidad límite en la subasta que se realiza para optar por los servicios de los peloteros nipones.
Incongruencia
Sin embargo, mientras los directivos de los equipos japoneses rechazan esta postura de MLB, porque lesiona sus intereses económicos, vienen a la liga dominicana a contratar peloteros y a impedirles seguir jugando en el torneo local, sin ningún tipo de traba y mucho menos pagar la debida compensación a los equipos locales. Es decir, que los equipos de Grandes Ligas deben pagar a los clubes japoneses por los jugadores nativos que importan a los Estados Unidos, pero los nipones no le dan ni un solo peso a los conjuntos dominicanos por llevarse sus peloteros, avalados por el poder del dinero. Pero no son sólo los japoneses, también hacen lo mismo ejecutivos de las ligas de Corea y Taiwán, que como corsarios de nuevo cuño, vienen al Caribe a saquear los circuitos beisboleros en procura de talento para sus ligas.
A la vista de todos
Lo peor, es que estos señores ejecutan el fichaje de los jugadores ante la vista de todo el mundo, pues nadie vaya a pensar que lo hacen a escondidas y en lugares desconocidos. No, el contacto con los jugadores que desean contratar se hace en los estadios del país y las ofertas en dólares son divulgadas sin ningún tipo de problema.
Sólo Licey
A pesar del daño que está haciendo al béisbol dominicano la contratación de peloteros criollos por parte de los clubes asiáticos, que privan a los equipos locales de jugadores claves en una etapa tan crucial como es el “Todos contra Todos”, sólo los Tigres del Licey se han quejado públicamente de esta situación.
No entiendo por qué la liga dominicana (y cuando digo la liga dominicana, me refiero a los directivos de los 6 conjuntos que conforman el circuito criollo), que por años ha venido enfrentando este problema, no hace nada al respecto y de una vez por todas, le pone un freno a japoneses, coreanos y taiwaneses, en sus incursiones piratas a la pelota caribeña.
Una solución
No estoy de acuerdo con que haya una compensación económica por cada jugador que contraten, porque a final de cuentas es el fanático dominicano quien sale perjudicado con la salida de figuras importante de sus equipos. Si se quieren llevar los peloteros, hay que exigirles que cambien las reglas que prohíben a los jugadores de sus ligas, ver acción en otro circuito, a partir del mes de enero. De esa forma, los beisbolistas que fichen localmente estarán disponibles para jugar el torneo dominicano completo. Así todos salen ganando, los jugadores, que podrán ganar un buen dinero en Asia y los equipos dominicanos que no sufrirán deserciones perjudiciales.
Compensación
Mediante este convenio, que establece una compensación al equipo que sufre la partida de uno de sus jugadores, es que los jugadores japoneses han podido incursionar en el béisbol de las Ligas Mayores. Como ejemplo podemos mencionar, que los Medias Rojas de Boston y los Vigilantes de Texas, debieron pagar sumas que superaron los 50 millones de dólares a clubes de Japón, para tener derecho a negociar con los lanzadores Daisuke Matsuzaka y Yu Darvish, respectivamente, a quienes luego contrataron.
Veinte millones
¿Que el monto ha disminuido y la indemnización por ceder un jugador no puede exceder los 20 millones, tope establecido unilateralmente por los gerentes generales en las recién concluidas reuniones invernales de Grandes Ligas? Es cierto, pero como quiera, los clubes nipones seguirán recibieron un buen dinero para recompensar la merma de un pelotero.
Protestas niponas
Esta decisión de los ejecutivos de los organizaciones del béisbol organizado de los Estados Unidos, ha provocado la protesta de los clubes japoneses, que han amenazado con no permitir que sus jugadores sean fichados por equipos de las Grandes Ligas, si no se deja sin efecto la medida de fijar una cantidad límite en la subasta que se realiza para optar por los servicios de los peloteros nipones.
Incongruencia
Sin embargo, mientras los directivos de los equipos japoneses rechazan esta postura de MLB, porque lesiona sus intereses económicos, vienen a la liga dominicana a contratar peloteros y a impedirles seguir jugando en el torneo local, sin ningún tipo de traba y mucho menos pagar la debida compensación a los equipos locales. Es decir, que los equipos de Grandes Ligas deben pagar a los clubes japoneses por los jugadores nativos que importan a los Estados Unidos, pero los nipones no le dan ni un solo peso a los conjuntos dominicanos por llevarse sus peloteros, avalados por el poder del dinero. Pero no son sólo los japoneses, también hacen lo mismo ejecutivos de las ligas de Corea y Taiwán, que como corsarios de nuevo cuño, vienen al Caribe a saquear los circuitos beisboleros en procura de talento para sus ligas.
A la vista de todos
Lo peor, es que estos señores ejecutan el fichaje de los jugadores ante la vista de todo el mundo, pues nadie vaya a pensar que lo hacen a escondidas y en lugares desconocidos. No, el contacto con los jugadores que desean contratar se hace en los estadios del país y las ofertas en dólares son divulgadas sin ningún tipo de problema.
Sólo Licey
A pesar del daño que está haciendo al béisbol dominicano la contratación de peloteros criollos por parte de los clubes asiáticos, que privan a los equipos locales de jugadores claves en una etapa tan crucial como es el “Todos contra Todos”, sólo los Tigres del Licey se han quejado públicamente de esta situación.
No entiendo por qué la liga dominicana (y cuando digo la liga dominicana, me refiero a los directivos de los 6 conjuntos que conforman el circuito criollo), que por años ha venido enfrentando este problema, no hace nada al respecto y de una vez por todas, le pone un freno a japoneses, coreanos y taiwaneses, en sus incursiones piratas a la pelota caribeña.
Una solución
No estoy de acuerdo con que haya una compensación económica por cada jugador que contraten, porque a final de cuentas es el fanático dominicano quien sale perjudicado con la salida de figuras importante de sus equipos. Si se quieren llevar los peloteros, hay que exigirles que cambien las reglas que prohíben a los jugadores de sus ligas, ver acción en otro circuito, a partir del mes de enero. De esa forma, los beisbolistas que fichen localmente estarán disponibles para jugar el torneo dominicano completo. Así todos salen ganando, los jugadores, que podrán ganar un buen dinero en Asia y los equipos dominicanos que no sufrirán deserciones perjudiciales.
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