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domingo, 22 de marzo de 2015

Carlos Torres: “Aprendí de este oficio en la LVBP” , segundo en la historia del beisbol en Venezuela


Carlos Torres recibió el lunes la confirmación de su número 37 que le convierte en árbitro de Grandes Ligas, el segundo en la historia del beisbol en Venezuela. La buena nueva la había conocido el domingo de manera extra oficial.
Recibí la llamada de Rich Rieker (Director de Desarrollo de Umpires de MLB)”, recuerda el barquisimetano. “Me encontraba en Júpiter (Florida, Roger Dean Stadium) para el partido entre Tigres y Marlins. No estaba seguro para qué se estaba comunicando conmigo, así que fue una gran emoción cuando me enteré. No lo puedo describir con palabras. Después de tantos años, al fin había alcanzado mi meta, el sueño de llegar a las mayores”.
Torres, de 37 años de edad, fue seleccionado para intervenir como árbitro en los partidos de exhibición de la Liga de la Toronja, luego de su primera campaña en triple A y de ganarse un puesto, por su evaluación, en la Liga Otoñal de Arizona, donde todos los años los equipos de grandes ligas envían a sus más cotizados prospectos para que pulan sus herramientas durante el invierno boreal y el bureau de árbitros hace lo propio con sus promesas.
Ahora, el criollo tiene el estatus de call-up umpire. Cada vez que un oficial del staff de MLB disfrute de su bloque de vacaciones o sufra algún percance físico, se abrirá la posibilidad de subir a la Gran Carpa.
Ahora tengo el preciado número (37) que luciré en la manga derecha del uniforme, algo que todos aspiramos a llevar cuando nos iniciamos en esta profesión. Han sido 10 años de crecimiento, de sacrificios y esfuerzo por mejorar temporada a temporada”, destaca Torres, que comenzará 2015 como jefe de grupo en la Liga Internacional.
El oficial no solo puede decir que se unirá a Manuel González como los únicos umpires del país en el mejor beisbol del mundo, sino que lo hizo en menos tiempo. González fue promovido a call-up umpire en 2012, luego de 10 años en el sistema de ligas menores. A Torres apenas le tomó seis zafras inscribir su nombre en la historia.
Un hito que ha sido reseñado por todos los medios de comunicación del país por lo que su teléfono no ha parado de sonar en las últimas horas.
En realidad no pensé que fuera tan rápido”, confiesa. “Pero creo que todo comenzó a fraguarse entre 2011 y 2012 (justo cuando se graduó González). Trabajé medio año en clase A y la otra mitad en clase A fuerte. Luego ascendí a doble A. Pude estar en tres niveles en apenas dos campañas. Entonces supe que podría lograrlo”.
El desempeño de Torres había sido sobresaliente en todas las áreas de su oficio y comenzó a armar un caso importante a su favor para dar el paso definitivo. Pero la senda que transitó hacia el éxito le planteó retos importantes.

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