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lunes, 24 de febrero de 2014

Primera Edición: Collins gana en retorno con Nets ante los Lakers

LOS ÁNGELES -- Han tenido que pasar 68 años para que la mejor liga de baloncesto del mundo cuente con un jugador en activo que haya reconocido públicamente su homosexualidad. Este domingo 23 de febrero de 2014 pasará a la historia como el día en que Jason Collins, quien confesó ser gay hace casi 10 meses y que acaba de firmar un contrato de 10 días con los Brooklyn Nets, se haya erigido como el primer jugador de las cuatro ligas profesionales de Estados Unidos en jugar después de hacer pública su preferencia sexual.
"La vida es mucho mejor ahora", esgrimió el centro. "No tengo que esconderme sobre cómo soy. Estos 10 meses han sido increíbles. He vivido nuevas experiencias, he hecho nuevos amigos, he oído nuevas historias y he compartido experiencias. Todo ha sido muy positivo", relató.
Antes de saltar a la cancha (algo que sucedió disputado un minuto y medio del segundo cuarto), Collins llegó al Staples Center para medirse a Los Angeles Lakers envuelto en una nube de expectación mediática. Arropado por la generalidad de la opinión pública, otros deportistas que vivieron una situación idéntica como el futbolista Robbie Rodgers o la extenista Martina Navratilova y compañeros de profesión como Kobe Bryant; para Collins, lo más difícil ya había quedado atrás."Entiendo que es algo muy significativo, al mismo tiempo, hay otros atletas que están activos y que están en la misma situación. Se trata de ser atletas, de salir a ganar y competir, se trata de eso", apuntó.
El suspiro de alivio se produjo cuando él mismo se encargó de salir del armario a través de un artículo publicado en Sports Illustrated. Su primer encuentro tras el anuncio era un mero trámite marcado por la presión habitual de cualquier profesional.
"Para mí la presión es jugar un partido de la NBA, la última vez que jugué fue en abril. Esa es presión suficiente", afirmó antes del encuentro. "Ése no puede ser mi foco (sobre su homosexualidad), mi concentración es ejecutar el plan de juego. Estoy enfocado en el equipo y en el básquetbol. No en las cosas de fuera de la cancha. No he tenido tiempo para pensar en la historia", apuntó.
Irremediablemente este hecho quedará grabado en la historia de la NBA, por eso, medios neoyorquinos, angelinos e internacionales no quisieron perder detalle de un momento único. El jugador brindó una concurrida rueda de prensa antes del partido entre Nets y Lakers, una circunstancia nada común y reservada para momentos clave. Esta temporada, el único en someterse a las preguntas de los medios en la sala de prensa antes de un partido fue Bryant después de sufrir la fractura en la rodilla.
El nuevo jugador de Brooklyn estaba tranquilo y con ganas de hablar más del partido y su fichaje por los Nets que de los asuntos externos a lo meramente deportivo. A pesar de ello, el día había tenido una carga significativa para Collins. Cuando se despertó a las 8.15 de la mañana en su casa de Los Ángeles, lo primero que hizo fue mirar su celular y comprobó que tenía llamadas perdidas de su agente y de Jason Kidd, compañero, amigo y, desde este domingo, coach.
Fue así como se enteró de que volvería a la duela después de jugar su último encuentro en abril.
"Hay veces que pasan cosas en la vida y esta es una oportunidad. Por eso trabajo tan fuerte y entreno como lo hago, para aprovechar cuando tenga una oportunidad. Físicamente no estoy preocupado, lo que quiero es aprender las marcas y jugadas del equipo".
El río de emociones fluyó en el mejor lugar en el que Collins podía estar. Californiano de nacimiento, vivió sus años de high school en Los Ángeles, donde tiene una casa y donde reside un amigo que le ha servido de inspiración.
El futbolista, Robbie Rodgers, también declaró públicamente que era homosexual y tras hacerlo acabó ingresando en las filas de Los Angeles Galaxy. No pudo faltar la llamada entre dos amigos a los que les une una circunstancia común.
"Hablé con Robbie Rodgers sobre eso en su momento y hoy también hablé con él. Él tiene experiencia en este sentido y como con cualquier amigo hablamos sobre cómo es la vida".
"He recibido muchos mensajes, emails y llamadas de gente que admiro. Aprecio cada llamada y texto que me han enviado hoy. Las palabras no pueden describir esto", confesó.
Collins es motivo de inspiración, quizás por eso arrancó los aplausos de un sector del respetable que acudió a presenciar el partido del domingo.
"Creo que fue estupendo. Ser de LA no puedo pensar en una mejor situación que jugar con los Nets y lograr la victoria aquí. Menos mal que Kobe y Shaq no estaban aquí", comentó tras el encuentro.
Muchos de los que le ovacionaron lo hicieron por su valentía, otros por haberse ganado su respeto y quizás muchos de los que se pusieron en pie se sienten identificados con una realidad muy dura en una sociedad en la que todavía quedan muchas barreras por derribar.
"Mi mensaje hacia otros atletas es que sean ellos mismos. Que nunca estén avergonzados o tengan miedo de ser ellos mismos".
Unas palabras con conocimiento de causa.

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