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viernes, 30 de mayo de 2014

Fanáticos Boston no olvidan el 2004

 BOSTON -- Al menos un 95% de los habitantes de Boston recuerda exactamente donde estaba cuando el cerrador Keith Foulke recogió un rodado del colombiano Edgar Rentería y pasó la bola suavemente al primera base para cerrar el último partido de la Serie Mundial del 2004.
"Para asegurar que casi todos los habitantes con capacidad de razonamiento de Boston y Nueva Inglaterra recuerdan en donde y con quienes estaban, no se necesita contratar a la Gallup", dijo Bernardo Pérez, un aficionado de 32 años que acudió el miércoles al estadio Fenway Park de los Medias Rojas locales. "Podría decir que más del 95% respondería esa pregunta sin pensarlo dos veces", agregó. Los Medias Rojas convocaron a los miembros del equipo que ganó la Serie Mundial que rompió "La Maldición del Bambino", como se llamó al extenso período de 86 años que pasó Boston sin ganar el clásico de otoño de Grandes Ligas. Durante una emotiva ceremonia, antes del partido contra los Bravos de Atlanta, los aficionados tuvieron la oportunidad de vitorear a los héroes que derrotaron en cuatro partidos a los Cardenales de San Luis para acabar con casi un siglo de penurias. Y celebraron a todos casi por igual, desde el último miembro del roster a los cañoneros dominicanos Manny Ramírez y David Ortiz. "Lo mejor que ha pasado en 86 años aquí. Lo recordamos, lo vivimos y cada vez lo celebramos más", dijo Ronny Lizardo, un fiel fanático de los Medias Rojas que se dio cita al Fenway Park para la celebración. "Ese campeonato fue el primero, fue muy especial, la gente lloró, una emoción demasiado increíble". Boston no ganaba la Serie Mundial desde 1918, cuando Babe Ruth era su principal lanzador y aún no era conocido como "El Sultán del Swing". En 1920, el propietario de los Medias Rojas vendió a Ruth, quien además de haber ganado 20 partidos en un par de ocasiones, había establecido un nuevo récord de jonrones, con 29, jugando en los jardines cuando no lanzaba, nada más y nada menos que a los Yankees de Nueva York. Ruth transformó a los Yankees más que lo que Michael Jordan transformó a los Bulls de Chicago en la NBA, mientras que Boston hizo una regresión. Con Ruth, Nueva York avanzó a sus primeras siete Series Mundiales, ganando cuatro de ellas, entre 1920 y 1934. Boston no alcanzó la gran final hasta 1946 desde la partida de Ruth y la perdió, resultado que se repitió en 1967, 75 y 86. Cuando el núcleo del 2004 aplastó los Cardenales, habían pasado 18 años desde la última vez que el equipo más amado de Nueva Inglaterra estuvo en el magno escenario. De acuerdo al lanzador dominicano Pedro Martínez, quien cimentó su carrera de futuro miembro del Salón de la Fama en Fenway Park, el triunfo de los Medias Rojas de hace 10 años, solamente sería opacado si los Cachorros de Chicago ganan su primera corona desde 1908. "Creo que hasta ahora es el título más especial que puede haber en las Grandes Ligas hasta que los Cachorros finalmente ganen uno", dijo Martínez. "Fueron 86 años esperando, tomando tragos amargos de muchas pérdidas de tantos peloteros buenos que pasaron por esta organización y nunca pudieron hacerlo", agregó. Por su parte el narrador en español de los Medias Rojas, Uri Berenguer, hizo énfasis en la unidad que vivió ese grupo de peloteros que trajeron ese campeonato a la ciudad. "Ese fue un equipo que en la primera parte de la temporada que no sobresalió, que era uno más del grupo. Pero de repente, de julio en adelante, la química fue notoria. La camaradería que había entre los jugadores era tal, que la misma sigue intacta hoy en día", dijo Berenguer. Boston es una ciudad eminentemente deportiva. Con 17 títulos, los Celtics son el equipo más ganador de la liga profesional de baloncesto; los Patriots ganaron tres Super Bowls en cuatro años entre el 2001 y el 2004 y los Bruins de la liga de hockey sobre hielo han sido campeones en seis ocasiones, incluyendo en la temporada 2010-11. Pero ningún equipo es más amado en Boston y sus alrededores que los Medias Rojas, que después de romper el hielo agregaron dos títulos más, en el 2007 y 2013, para reclamar con autoridad el título no-oficial de equipo más ganador de la década. A juicio del periodista dominicano residente en Boston, Nilson "Junior" Pepén, ese campeonato sitúa a los Medias Rojas como la mejor franquicia entre los deportes profesionales en Nueva Inglaterra, por las circunstancias que rodearon a ese grupo, que se catalogaban a sí mismos como "Los Idiotas". "Fue algo grandioso, porque nadie se imaginaba que ese grupo de Los Idiotas podía ganar y de que manera, con uno de los regresos mas espectaculares, y por eso fue tan bueno", dijo Pepén. "Con el respeto que se merecen los Celtics (NBA), yo entiendo que este campeonato fue el más grande de todos". "La fiesta fue ufff, increíble. Todo el mundo celebró en sus casas. Yo nunca había visto una celebración tan grande como esa aca en Boston", afirmó Julio Hilton, otro emocionado fanático que se dio cita en Fenway. Por eso no es extraño que una gran mayoría de bostonianos recuerde exactamente lo que estaba haciendo la noche del 27 de octubre del 2004, el momento en que terminó la espera para celebrar una corona de los Medias Rojas.

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