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sábado, 6 de octubre de 2012

Cardenales enfrentará a Nacionales en Serie Divisional de la Nacional, derrotaron a los Bravos.

ATLANTA -- David Freese y los Cardenales de San Luis redescubrieron su magia de postemporada. Chipper Jones y los Bravos se la pasaron perdiendo la pelota. Y los fanáticos de Atlanta convirtieron el terreno del Turner Field en un basurero. Habían dicho que cualquier cosa podía suceder en el primer playoff entre wild cards en las Grandes Ligas. No exageraron. En un juego protestado por los Bravos, Matt Holliday jonroneó y los campeones defensores de la Serie Mundial aprovecharon tres errores de Atlanta --el más crucial de ellos por el vete-rano Jones-- para llevarse 6-3 el partido eliminatorio el viernes. El manager de los Cardenales, Mike Matheny, dijo poco después del partido que las grandes ligas habían rechazado la protesta de los Bravos. Ahora San Luis regresa a casa, donde recibirá el domingo a los Nacionales de Washington, campeones de la División Este, en el primer partido de su serie divisional. A los Bravos se las acabó la campaña, receptores de una descorazonadora derrota en playoffs. A Jones, de 40 años, se le acabó el béisbol, así de simple. El estelar pelotero con-siguió un hit por el cuadro en su último turno al bate, pero lanzó desviado en un batazo que estaba para doble matanza en el cuarto episodio, lo que llevó a tres ca-rreras que borraron la temprana ventaja de 2-0 conseguida por Atlanta para res-paldar al abridor Kris Medlen. Carlos Beltrán anotó una carrera y Yadier Molina empujó una por los Cardenales, que de nuevo se cue-lan apenas en la postemporada tras una campaña regular que les vio con un co-mienzo pobre. El año pasado, los Cardenales también llegaron como wild card y terminaron ganando la Serie Mundial. Pero el primer juego en la nueva ronda de postemporada en las mayores será re-cordado para siempre por una controversial jugada en el jardín izquierdo en el oc-tavo episodio. Los Bravos pensaron que tenían las bases llenas con un out luego que un batazo de Andrelton Simmons picase entre dos jugadores de San Luis. Pero el árbitro del jardín izquierdo Sam Holbrook decretó out a Simmons bajo la regla de infield fly --aunque la pelota cayó más de 15 pies detrás del cuadro. Cuando los fanáticos se dieron cuenta de lo que había sucedido, lanzaron al te-rreno vasos de cerveza, latas y botellas de agua, causando una demora de 19 mi-nutos. Eso solamente demoró lo inevitable. Cuando se reanudaron las acciones, Brian McCann trabajó un boleto, pero Michael Bourn se ponchó, para acabar con la amenaza. Dan Uggla murió en una rola con dos a bordo en el noveno, para po-ner fin al parido, y llevando a una nueva ola de basura en el terreno. La regla del infield fly es complicada, y fue creada para impedir que jugadores del cuadro dejen caer intencionalmente un globito con corredores en base con el pro-pósito de lograr un out extra o al menos sacar al hombre más adelantado. Cuando Simmons sacó un globito a lo corto del izquierdo, el torpedero novato Pe-te Kozma incursionó a los jardines, alzando los brazos para indicar que era bola suya. Entonces, con el jardinero Holliday cerca Kozma repentinamente cambió de curso y la pelota cayó al suelo, llenándose las bases para Atlanta. Al menos eso fue lo que los Bravos pensaron. Apenas un segundo antes que la pe-lota tocase el césped, el Holbrook alzó el brazo derecho para indicar el out auto-mático. El piloto de los Bravos, Fredi González, salió corriendo al terreno para objetar. Cuando los fanáticos vieron a Simmons regresar lentamente a la banca y un segundo out aparecer en la pizarra, estalló la furia. Los Cardenales escaparon a la seguridad de su banca, mientras que Holbrook y el resto de los árbitros se congregaron en el medio del terreno, a salvo de los proyec-tiles. Y esto es lo que algunos fanáticos temían de una eliminación de un juego --una controversial decisión arbitral que determinase la suerte de su equipo. Holliday jonroneó en el sexto contra Medlen, que había sido el abridor más domi-nante en las mayores en los últimos dos meses. Los Bravos no han perdido una apertura del diminuto derecho desde el 2010 --una racha de 23 partidos, la más larga en la historia moderna de las mayores. Pero ésta es la postemporada. Es ahora que brillan los Cardenales. Especialmente Freese, Jugador Más Valioso de la Serie Mundial y la Serie de Campeonato de la Liga Nacional el año pasado. Los Bravos atacaron primero, cuando el catcher substituto David Ross envió un jonrón de dos carreras a las gradas del izquierdo en el segundo episodio. Pero San Luis se ha visto en esa situación previamente. Beltrán abrió el cuarto con el primer hit del partido contra Medlen, un globito al derecho. Holliday siguió con cepillazo por tercera que Jones atrapó pie con el guante de revés. La muchedumbre vitoreó, esperando la doble matanza. Pero el entusiasmo se convirtió en incrédula decepción cuando el tiro de Jones a segunda voló por encima de la cabeza de Uggla, yendo a parar al derecho. San Luis hizo a Atlanta pagar su error, como siempre lo hacen en octubre. Allen Craig soltó un doblete contra el muro del izquierdo, reduciendo la ventaja de Atlanta a 2-1. Molina le siguió con una rola que trajo otra carrera a casa y avanzó a Craig a tercera, dese donde éste trotó al plato con un elevado de sacrificio de Freese. Los Bravos se desmoronaron en el séptimo y Freese de nuevo estuvo en medio de todo. El toletero abrió el inning con una rola fácil a Uggla, quien malabareó la pe-lota brevemente y apuró innecesariamente el tiro a primera, enviando la pelota desviada mientras Freese seguía rumbo a segunda. Un toque de Daniel Descalso lo movió a tercera y entonces Chad Durbin reemplazó a Medlen. Durbin logró lo que quería contra Kozma --una rola por el cuadro. Pero Simmons no fildeó bien y entonces tiró mal al plato, permitiendo que Freese anotase, para el 5-2. Kozma avanzó a segunda con el error, desde anotó con otro batazo que no sa-lió del cuadro. Un toque de Matt Carpenter junto a la raya de primera fue fildeado por el rele-vista Jonny Venters, quien no logró tocar a Carpenter y, con la espalda hacia el plato, no se dio cuenta que Kozma no paró de correr, para el 6-2. "Nosotros jugamos para ganar el partido", dijo Molina. "Ellos jugaron para per-derlo".

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