

Italia, que jugó mejor fútbol que sus oponentes, contó con un excepcional gol de Andrea Pirlo (min.39) y con un puñado de oportunidades, especialmente en la primera parte.
Los croatas, próximos rivales de España este lunes, mejoraron en el segundo tiempo y empataron en el 72 por medio de su goleador Mario Mandzukic, que suma tres dianas en el torneo.
Con Pirlo el fútbol se ve diferente. El "maestro" enseñó el camino del juego bonito y efectivo a una selección acostumbrada a las trincheras y la garra. Elegante, el medio de la Juventus borró del mapa a la estrella croata, Luka Modric, durante gran parte del partido.
El cerebro italiano descubrió espacios en las zonas mĆ”s insospechadas, se entendió con Marchisio, un completo volante de la Juventus, y alimentó de balones al dĆscolo Balotelli y al talentoso Antonio Cassano.
La comodidad de Pirlo en el campo se explica también por la audaz apuesta de Cesare Prandelli, una de las figuras mÔs alejadas del catenaccio italiano de las últimas décadas.
Con la posesión como bandera, Prandelli armó un medio del campo muy poblado con dos medios abiertos a las alas (Giaccherini y Maggio) y dos escoltas de lujo para el mÔgico Pirlo, Marchisio y Thiago Motta, el ex barcelonista de origen brasileño.
En defensa, la salida aseada del cuero corrió a cargo de De Rossi, centrocampista reconvertido en una suerte de lĆbero.
La apuesta resultó un éxito rotundo. Los croatas apenas respiraron durante veinte minutos del primer tiempo, cuando exploraron los flancos a través de sus laterales largos, Snra y Strinic, pero sin flagrantes ocasiones.
El 4-4-2 del conjunto balcÔnico depende mucho de la inspiración del pequeño Modric y de la conexión con los interiores Perisic, del Borussia Dortmund, y Rakitic, del Sevilla. No obstante, el fornido delantero centro Jelavic, del Everton, consiguió dar trabajo a los centrales italianos.
Antes del tanto inaugural, Marchisio avisó dos veces. Un potente remate que pasó cerca del larguero, al comienzo del partido, y una doble ocasión en la que le ganó la partida el guardameta croata Pletikosa.
Cassano también pudo subirse al carro del gol. Especialmente, cuando Bonucci le asistió dentro del Ôrea, pero ajustó el chute en exceso.
Balotelli, vĆctima de una aparente indolencia, erró dos buenas oportunidades a pase de los genios del equipo: Pirlo y Cassano, excelso en la mayorĆa de sus acciones.
Sin embargo, el delantero del Manchester City provocó la falta del tanto de Pirlo.
En el Ôngulo izquierdo del Ôrea balcÔnica, el italiano ejecutó con precisión un libre que sobrepasó la barrera y entró ajustado al palo derecho. Pletikosa aún tocó el balón.
DespuĆ©s del descanso, Modric ingresó con otro brĆo. En apenas cinco minutos, dirigió dos ataques que acabaron en respectivos remates desviados. El talentoso medio del Tottenham se asomó con mĆ”s frecuencia al partido y su equipo lo agradeció.
Dicen que la experiencia es un grado e Italia tiró de ella cuando notó que los croatas apretaba. Recularon ligeramente y se armaron para el contragolpe, su clÔsica especialidad.
Antes de ser sustituido por Antonio Di Natale entre algunos pitos, Balotelli volvió a arrimarse al gol en un duro chute desde fuera del Ôrea y Pirlo orquestó otra ofensiva que murió por un mal control de Cassano.
Sin embargo, Mandzukic, que ya habĆa dejado algunos detalles de clase, empató el partido en el 72 y sumó tu tercer gol en la competición al fusilar a Buffon dentro del Ć”rea.
El delantero del Wolfsburgo alemÔn agradeció el fantÔstico centro de Strinic, un interesante lateral zurdo que milita en el ucraniano Dnipro Dnipropetrovsk.
En el tramo final, Croacia se acercó, pero sin claridad, mientras que Italia amenazó con disparos lejanos y libres de Pirlo. Las tablas ponen a ambas selecciones con opciones de pasar a los cuartos.
Los croatas, próximos rivales de España este lunes, mejoraron en el segundo tiempo y empataron en el 72 por medio de su goleador Mario Mandzukic, que suma tres dianas en el torneo.
Con Pirlo el fútbol se ve diferente. El "maestro" enseñó el camino del juego bonito y efectivo a una selección acostumbrada a las trincheras y la garra. Elegante, el medio de la Juventus borró del mapa a la estrella croata, Luka Modric, durante gran parte del partido.
El cerebro italiano descubrió espacios en las zonas mĆ”s insospechadas, se entendió con Marchisio, un completo volante de la Juventus, y alimentó de balones al dĆscolo Balotelli y al talentoso Antonio Cassano.
La comodidad de Pirlo en el campo se explica también por la audaz apuesta de Cesare Prandelli, una de las figuras mÔs alejadas del catenaccio italiano de las últimas décadas.
Con la posesión como bandera, Prandelli armó un medio del campo muy poblado con dos medios abiertos a las alas (Giaccherini y Maggio) y dos escoltas de lujo para el mÔgico Pirlo, Marchisio y Thiago Motta, el ex barcelonista de origen brasileño.
En defensa, la salida aseada del cuero corrió a cargo de De Rossi, centrocampista reconvertido en una suerte de lĆbero.
La apuesta resultó un éxito rotundo. Los croatas apenas respiraron durante veinte minutos del primer tiempo, cuando exploraron los flancos a través de sus laterales largos, Snra y Strinic, pero sin flagrantes ocasiones.
El 4-4-2 del conjunto balcÔnico depende mucho de la inspiración del pequeño Modric y de la conexión con los interiores Perisic, del Borussia Dortmund, y Rakitic, del Sevilla. No obstante, el fornido delantero centro Jelavic, del Everton, consiguió dar trabajo a los centrales italianos.
Antes del tanto inaugural, Marchisio avisó dos veces. Un potente remate que pasó cerca del larguero, al comienzo del partido, y una doble ocasión en la que le ganó la partida el guardameta croata Pletikosa.
Cassano también pudo subirse al carro del gol. Especialmente, cuando Bonucci le asistió dentro del Ôrea, pero ajustó el chute en exceso.
Balotelli, vĆctima de una aparente indolencia, erró dos buenas oportunidades a pase de los genios del equipo: Pirlo y Cassano, excelso en la mayorĆa de sus acciones.
Sin embargo, el delantero del Manchester City provocó la falta del tanto de Pirlo.
En el Ôngulo izquierdo del Ôrea balcÔnica, el italiano ejecutó con precisión un libre que sobrepasó la barrera y entró ajustado al palo derecho. Pletikosa aún tocó el balón.
DespuĆ©s del descanso, Modric ingresó con otro brĆo. En apenas cinco minutos, dirigió dos ataques que acabaron en respectivos remates desviados. El talentoso medio del Tottenham se asomó con mĆ”s frecuencia al partido y su equipo lo agradeció.
Dicen que la experiencia es un grado e Italia tiró de ella cuando notó que los croatas apretaba. Recularon ligeramente y se armaron para el contragolpe, su clÔsica especialidad.
Antes de ser sustituido por Antonio Di Natale entre algunos pitos, Balotelli volvió a arrimarse al gol en un duro chute desde fuera del Ôrea y Pirlo orquestó otra ofensiva que murió por un mal control de Cassano.
Sin embargo, Mandzukic, que ya habĆa dejado algunos detalles de clase, empató el partido en el 72 y sumó tu tercer gol en la competición al fusilar a Buffon dentro del Ć”rea.
El delantero del Wolfsburgo alemÔn agradeció el fantÔstico centro de Strinic, un interesante lateral zurdo que milita en el ucraniano Dnipro Dnipropetrovsk.
En el tramo final, Croacia se acercó, pero sin claridad, mientras que Italia amenazó con disparos lejanos y libres de Pirlo. Las tablas ponen a ambas selecciones con opciones de pasar a los cuartos.
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