Para un dirigente que tiene una década sin realizar ese trabajo en las Grandes Ligas, debe sentirse exhausto y ansioso por la apertura de los campos de entrenamientos.
Más si desde ya asume el reto de estar al frente de una franquicia de tanta historia y tradición como los Medias Rojas de Boston, equipo que el año pasado falló en asistir a la postemporada.
Este es Bobby Valentine, quien luego de comandar por seis estaciones seguidas a los Chiba Lotte en Japón retorna al gran béisbol con su chispa, estilo aguerrido y polémico para estar al frente de un Boston que viene de uno de sus más grandes descalabros en su historia y que el haber ganado 90 partidos no fue suficiente para abrazar los playoffs, como ha sido su costumbre.
“Ya deseo que inicien los entrenamientos, quiero verme en el campo y ver como empiezo a armar el equipo en las prácticas”, expuso Valentine sobre el conjunto que estará practicando en Fort Myers, Florida.
“Es emocionante retornar a las Grandes Ligas, estuve un buen tiempo fuera pero ya estoy de nuevo aquí”, agregó el estratega, quien estuvo en el país atendiendo una invitación para estar presente en la exaltación de ocho nuevos inmortales al Salón de la Fama del Béisbol Latino.
No habló sobre planes inmediatos, pero sí quiere ver el personal completo primero y luego realizará las respectivas evaluaciones. “Hay muchas cosas que colocar en su lugar”, señaló sobre el equipo que perdió ocho de los últimos 21 partidos para caer ante los Rays de Tampa en una serie regular que todos en Boston quieren olvidar. La misma se llevó de paso al dirigente Terry Francona, autor de dos gallardetes mundiales con la franquicia.
Valentine comandó por última vez a los Mets de Nueva York en el 2002. De por vida tiene foja como estratega de 1,117-1052.
Sobre David Ortiz
Asimismo, el estratega dijo que David Ortiz nuevamente debe ser una de las figuras claves en el futuro del equipo. “Estará ahí para realizar un eficiente trabajo y ser valioso para el equipo”, expuso Valentine, sobre el dominicano cuyo proceso de arbitraje será conocido este lunes o martes.
Valentine estuvo en República Dominicana junto al ex manager de los Dodgers Tom LaSorda, dirigente para el cual jugó y de quien aprendió los primeros pasos para ser manager en el béisbol.
Este es Bobby Valentine, quien luego de comandar por seis estaciones seguidas a los Chiba Lotte en Japón retorna al gran béisbol con su chispa, estilo aguerrido y polémico para estar al frente de un Boston que viene de uno de sus más grandes descalabros en su historia y que el haber ganado 90 partidos no fue suficiente para abrazar los playoffs, como ha sido su costumbre.
“Ya deseo que inicien los entrenamientos, quiero verme en el campo y ver como empiezo a armar el equipo en las prácticas”, expuso Valentine sobre el conjunto que estará practicando en Fort Myers, Florida.
“Es emocionante retornar a las Grandes Ligas, estuve un buen tiempo fuera pero ya estoy de nuevo aquí”, agregó el estratega, quien estuvo en el país atendiendo una invitación para estar presente en la exaltación de ocho nuevos inmortales al Salón de la Fama del Béisbol Latino.
No habló sobre planes inmediatos, pero sí quiere ver el personal completo primero y luego realizará las respectivas evaluaciones. “Hay muchas cosas que colocar en su lugar”, señaló sobre el equipo que perdió ocho de los últimos 21 partidos para caer ante los Rays de Tampa en una serie regular que todos en Boston quieren olvidar. La misma se llevó de paso al dirigente Terry Francona, autor de dos gallardetes mundiales con la franquicia.
Valentine comandó por última vez a los Mets de Nueva York en el 2002. De por vida tiene foja como estratega de 1,117-1052.
Sobre David Ortiz
Asimismo, el estratega dijo que David Ortiz nuevamente debe ser una de las figuras claves en el futuro del equipo. “Estará ahí para realizar un eficiente trabajo y ser valioso para el equipo”, expuso Valentine, sobre el dominicano cuyo proceso de arbitraje será conocido este lunes o martes.
Valentine estuvo en República Dominicana junto al ex manager de los Dodgers Tom LaSorda, dirigente para el cual jugó y de quien aprendió los primeros pasos para ser manager en el béisbol.
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