Primero lo primero. Los Cardenales no van a "reemplazar" a Albert Pujols. OK,describamos eso de otra manera. No van a "reemplazar" su producción.
Ha habido pocos jugadores como Pujols en la historia de Grandes Ligas, y a menos de que los Cardenales firmen a Prince Fielder -y veo muy difícil que eso suceda- no van a llegar a estar ni cerca de poder encontrar a otro Albert.
Existen varias maneras para que Mozeliak arme un equipo contendiente sin Pujols, pero los Cardenales serán diferentes.
El ex timonel de los Cardenales, Tony La Russa, dijo una vez que los equipos tenían que cambiar su dinámica de grupo cada temporada porque al fin y al cabo todos cambian debido a la edad, economía, etc. Para el dirigente, los retos de cada equipo son diferentes cada año.
No hay manera de saber cómo lucirá el clubhouse de los Cardenales sin Pujols. El dominicano no era un líder en el sentido tradicional en que los fanáticos piensan de los líderes.
No era el jugador que ofrecía discursos ni que siempre estaba parado en el escalón más alto del dugout. Su mera presencia impactaba a cualquiera.
Conllevaba cierto nivel de confort estar en el mismo dugout que Pujols y saber que él era el enfoque del plan de juego del equipo rival. De esa manera, el toletero les hizo la vida más fácil a los demás.
Entonces hay interrogantes que Mozeliak no puede responder por muchos meses. ¿De qué forma Lance Berkman, Matt Holliday y otros se beneficiaron por estar en el lineup con Albert Pujols? ¿Vieron más lanzamientos bateables? ¿Serán igual de productivos sin Pujols? Varios bateadores alrededor de Pujols pudieran lucir diferentes ahora sin el dominicano en el lineup.
No obstante, la Nación Cardenales está ansiosa por ver cómo Mozeliak configurará su roster en la era post-Albert en San Luis.
Aquí está la parte de la columna que Mozeliak ha estado esperando.
El gerente general no tiene que hacer nada. De hecho, existe una buena razón para entender que no debería hacer nada.
Existen jugadores a quienes Mozeliak le gustaría tener, entre ellos Carlos Beltrán. Cuando está sano, el boricua es un jugador de impacto, uno de esos peloteros raros que pueden ganar partidos en a la defensa o en la caja de bateo.
Pero también tiene 34 años de edad y se ha perdido 199 juegos en las últimas tres campañas. Garantizarle más de un año pudiera ser la clase de riesgo que Mozeliak no está dispuesto a tomar. (Michael Cuddyer es otra opción interesante, dependiendo de cómo se desarrolle el mercado).
Los Cardenales ya llenaron un vacío que tenían al firmar al torpedero dominicano Rafael Furcal. Sin hacer otra maniobra, el club luce lo suficientemente bueno para contender.
Sin importar si Pujols volvía o no a firmar, los Cardenales iban a necesitar que Allen Craig, David Freese y Jon Jay produjeran en 2012.
Craig respondió en grande a finales de la temporada 2011, bateando para .327 con cinco jonrones y 12 carreras producidas en septiembre. Conectó cuatro cuadrangulares en la postemporada y fue tan bueno que se convirtió en la carta fuerte de La Russa en los últimos innings de cada partido.
Craig se está recuperando de una operación en su rodilla derecha y está en duda para el Día Inaugural. La presencia de Beltrán disminuiría la presión de Craig para llegar y tener un impacto inmediato en el equipo.
Pero la presencia de Beltrán probablemente evitaría que Craig tuviera la oportunidad de jugar todos los días, una oportunidad que pareció ganarse después de la forma en que cerró la temporada pasada.
Mozeliak podría enfocarse mejor en reforzar su banca y añadir profundidad a su bullpen. Entonces todavía tendría flexibilidad económica para dejar que la temporada transcurra y evaluar sus necesidades antes de la fecha límite de cambios sin pasar por waivers.
No parece haber otro equipo en la División Central de la Liga Nacional capaz de llevarse el banderín en 2012. Los Piratas, Cachorros y Astros se encuentran en etapas de reconstrucción, y los Cerveceros no están seguros de qué es lo que tienen hasta que las situaciones de Ryan Braun y Fielder se decidan.
Los Rojos lucen como posibles contendientes, pero pudieran no ser lo suficientemente fuertes para superar a los Cardenales antes de la fecha límite de cambios.
Los Cardenales se la jugaron al "marcar su raya" durante las negociaciones con Pujols. Sintieron que de haber igualado la oferta presentada por los Angelinos, limitaría su capacidad para armar su roster en el futuro.
A veces la mejor maniobra es la que no haces. Eso no es popular entre los fanáticos, pero si los Cardenales terminan en el mismo lugar el próximo otoño, todos se irán felices a casa.
Dejar ir a Pujols fue una de las decisiones más difíciles que un equipo haya hecho. Ahora, los Cardenales están tentados de hacer algo para apaciguar a los fanáticos.
Pero los Cardenales no han ganado 18 títulos de la Liga Nacional sin tomar unas cuantas decisiones difíciles. No hay mejor consejo que el consejo gratis.
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