SCOTTSDALE, Arizona -- El trabajo del catcher venezolano Ramón Hernández en 2012 con los Rockies de Colorado será servir de mentor al joven cuerpo de lanzadores y a sus inexpertos suplentes detrás del plato.
Hernández acepta con gusto ambas tareas.
"Como catcher, tienes que sentirte orgulloso por la forma en que trabajas con los pitchers", comentó el venezolano de 35 años. "Sé que todos se fijan cuando bateas, pero lo más importante que haces como receptor para ayudar a tu equipo a ganar es dirigir el mejor partido posible. Creo que puedo ayudar a nuestros abridores a llegar lejos en los partidos, es una gran responsabilidad".
El joven que quizás más se beneficiará de la contratación de Hernández es el prospecto dominicano de 23 años, Wilín Rosario.
Tras compartir tiempo detrás del plato las tres últimas temporadas en Cincinnati, Hernández jugará unos cuatro partidos a la semana con los Rockies, con Rosario u otro joven, Jordan Pacheco, como sus suplentes.
"Sin duda, estoy dispuesto a hacer eso", señaló Hernández. "Ayudaré a cualquier jugador, catcher, pitcher o incluso un jugador de posición. Creo que es fabuloso".
Rosario es una de las joyas de la organización, y Hernández dijo que sabe que una de sus tareas es ayudar a su compañero.
"Quiero enseñarle todo lo que pueda", indicó Hernández. "Sé que es el futuro de esta organización, así que si es alguien que cuenta con todas las herramientas y está listo para estar en las mayores, entonces no hay problema, estoy listo para ayudarlo".
Ese entusiasmo contagioso es uno de los motivos por los que el gerente general de los Rockies, Dan O'Dowd, contrató a Hernández por dos años y 6,4 millones de dólares, y envió al receptor Chris Iannetta a los Angelinos de Los Angeles.
Hernández ha jugado en 1.457 partidos en sus 13 años en las mayores.
"Puede encargarse de todo nuestro cuerpo de lanzadores", señaló el taponero venezolano Rafael Betancourt, quien jugó en el mismo equipo de pequeñas ligas en Venezuela que Hernández. "No estoy diciendo que Chris (Iannetta) no podía hacerlo, pero Ramón está en un nivel distinto que Chris por su experiencia".
"Como catcher, tienes que sentirte orgulloso por la forma en que trabajas con los pitchers", comentó el venezolano de 35 años. "Sé que todos se fijan cuando bateas, pero lo más importante que haces como receptor para ayudar a tu equipo a ganar es dirigir el mejor partido posible. Creo que puedo ayudar a nuestros abridores a llegar lejos en los partidos, es una gran responsabilidad".
El joven que quizás más se beneficiará de la contratación de Hernández es el prospecto dominicano de 23 años, Wilín Rosario.
Tras compartir tiempo detrás del plato las tres últimas temporadas en Cincinnati, Hernández jugará unos cuatro partidos a la semana con los Rockies, con Rosario u otro joven, Jordan Pacheco, como sus suplentes.
"Sin duda, estoy dispuesto a hacer eso", señaló Hernández. "Ayudaré a cualquier jugador, catcher, pitcher o incluso un jugador de posición. Creo que es fabuloso".
Rosario es una de las joyas de la organización, y Hernández dijo que sabe que una de sus tareas es ayudar a su compañero.
"Quiero enseñarle todo lo que pueda", indicó Hernández. "Sé que es el futuro de esta organización, así que si es alguien que cuenta con todas las herramientas y está listo para estar en las mayores, entonces no hay problema, estoy listo para ayudarlo".
Ese entusiasmo contagioso es uno de los motivos por los que el gerente general de los Rockies, Dan O'Dowd, contrató a Hernández por dos años y 6,4 millones de dólares, y envió al receptor Chris Iannetta a los Angelinos de Los Angeles.
Hernández ha jugado en 1.457 partidos en sus 13 años en las mayores.
"Puede encargarse de todo nuestro cuerpo de lanzadores", señaló el taponero venezolano Rafael Betancourt, quien jugó en el mismo equipo de pequeñas ligas en Venezuela que Hernández. "No estoy diciendo que Chris (Iannetta) no podía hacerlo, pero Ramón está en un nivel distinto que Chris por su experiencia".
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