Los Orioles y Reales buscan su primer título desde los años 80.
Orioles y Reales, equipos que no conquistan una
Serie Mundial de las Grandes Ligas desde la última vez que arribaron a
dicha instancia, en 1983 y 1985, respectivamente, inician este viernes
en Baltimore una Serie de Campeonato inédita.
Nelson Cruz,
líder de cuadrangulares de las Mayores (40), comandó la ofensiva de los
Orioles (.500Avg., 2HR y 5RBI) en contra de los Tigres de Detroit y sus
tres brazos con etiqueta de Cy Young, mas no con garantía de llegar al
Clásico de Otoño:
Max Scherzer,
Justin Verlander y
David Price.
Cruz atizó jonrón en el Juego 3 para que Baltimore sacara las
escobas, con lo cual sumó ocho cuadrangulares en postemporada en contra
de Detroit y 16 en su carrera en playoffs. Con esos 16 vuelacercas, Cruz
está por delante de jugadores históricos como Babe Ruth, Alex
Rodríguez, Barry Bonds y Joe DiMaggio, entre otros.
Los Orioles cuentan con una rotación abridora efectiva, si bien no
tienen a un abridor que destaque sobre la media, sí presumen a un cuerpo
de lanzadores competitivo, capaz de hacer el trabajo:
Chris Tillman (13-6), Wei Yin Chen (16-6) y
Bud Norris (15-8), además del jalisciense Miguel González (10-9).
Aunado a la efectividad del cuerpo de abridores, el manager Buck
Showalter tiene buen margen de maniobra en su bullpen, el cual permitió
sólo tres carreras en 12 episodios en la serie ante Detroit.
En el Juego 3,
Andrew Miller consiguió cinco outs en su segundo relevo de calidad en la serie. Además, su cerrador
Zach Britton
es un brazo que obliga a los rivales a roletear. El zurdo, quien
contabilizó 37 salvamentos, tuvo durante la temporada regular un rango
de dominio mediante rolas del 75%, el mayor del circuito entre quienes
trabajaron más de 50 episodios.
Por su parte, los Reales de Kansas City han jugado 43 innings en
cuatro encuentros de postemporada, es decir, siete entradas extra.
Hasta antes de su triunfo dominical de 8-3 para barrer a los Ángeles
de Anaheim, sólo sabían lo que era ganar en extra innings: en 12 rollos
ante Oakland y en 11 ante Anaheim, en los Juegos 1 y 2, que liquidaron
con cuadrangulares de
Mike Moustakas y
Eric Hosmer, respectivamente.
Nadie robó más bases que los de la realeza en la temporada regular
(153), argumento que trajeron a octubre para jugar un beisbol agresivo y
desparpajado, mismo que los llevó a estafarse siete almohadillas ante
los Atléticos, en un encuentro de vida y muerte, y que provocó que hasta
Billy Butler se agenciara un robo en el Juego 3 ante Anaheim, el primero del año para su cuenta y apenas el octavo de su carrera.
Los meteóricos Reales totalizan 12 estafas, repartidas entre
Alex Gordon (3),
Terrance Gore (3), Butler (1),
Alcides Escobar (1),
Lorenzo Cain (1),
Jarrod Dyson (1),
Christian Colon (1) y Aoki Norichika (1).
Kansas City también ofrece espectáculo en las parcelas. Cain
manufacturó tres lances de antología, dos de ellos 'back to back' en el
prado central, ante Anaheim. Además de la bazuca de Dyson y de otras dos
atrapadas clave protagonizadas por Aoki en el jardín derecho.
El relevo de Kansas City es, por mucho, el mejor en lo que va de las
Series Divisionales, pues ante Anaheim sólo permitió una carrera en 12.0
innings. Si agregamos el juego contra Atléticos, la efectividad del
bullpen de la realeza es de 2.37, con cinco carreras permitidas en 19
rollos.
Los Reales se muestran como un equipo sinérgico, compacto, que ya nos
regaló emociones al límite en el Wild Card y la Serie Divisional, y que
apuesta a una campaña que culmine como la de 1985, con el anillo de
Serie Mundial.