Los
Dragones de Chunichi tendrán en la temporada 2014 a un grupo de
jugadores importados que no sólo será cien por ciento latino, sino
además cien por ciento dominicano, luego de que el club firmara a 4
nuevos peloteros de ese país el pasado jueves.
El gran Hiromitsu Ochiai, el manager más exitoso en la historia del
club, está de vuelta, esta vez como gerente general, y no ha perdido
tiempo en organizar su roster de la misma manera que solía hacerlo en el
pasado: apostando fuerte por el talento caribeño.
Ochiai dirigió al equipo entre 2004 y 2011 y en esas 8 campañas lo llevó
a ganar su primer título de la Serie del Japón en 53 años (2007),
además alcanzar otras 4 finales, obtener la corona de la Liga Central en
4 ocasiones y participar en la postemporada 7 veces.
Durante sus primeros años al mando, su roster mostraba un buen balance
en su grupo de importados. Una parte estaba conformada por latinos y la
otra por norteamericanos y asiáticos. Sin embargo, a partir de 2008, la
balanza se inclinó más a favor de los latinos, en especial dominicanos,
que terminaron luego por dominar el roster.
Gracias a su tutela, llegaron y triunfaron en Japón figuras como Máximo
Nelson, Tony Blanco, Nelson Payano y el venezolano Enyelbert Soto, quien
fue firmado mientras jugaba en la liga dominicana. Otros peloteros de
renombre en la isla, como Tomás de la Rosa, Dionys César y Joel Guzmán, a
pesar de no haber podido triunfar, también recibieron la oportunidad de
ver acción sobre el terreno gracias a su visión como manager.
No obstante, y a pesar de su éxito como estratega, el club decidió
sorpresivamente no renovarle su contrato luego de la temporada 2011. La
excusa que la gerencia ofreció para respaldar tan ilógica decisión fue
que el equipo necesitaba a un dirigente que fuera más amigable con la
prensa y los fanáticos.
Su candidato para sustituirlo fue el veterano de 70 años Morimichi
Takagi, quien ni fue más amigable con los medios y los fanáticos de lo
que fue su predecesor, ni tampoco estuvo cerca de cosechar los
excelentes resultados de éste.
En las dos temporadas en las que Takagi estuvo al frente del conjunto,
Chunichi terminó segundo y cuarto, respectivamente, en la clasificación
de la Liga Central y registró además una baja significativa en la
asistencia de fanáticos a su estadio.
Alarmada por estos resultados, la gerencia decidió contratar de nuevo a
Ochiai y nombrarlo gerente general y también darle el puesto de manager a
su veterano receptor Motonobu Tanishige, quien representa una de las
figuras más queridas y respetadas por los fanáticos.
Tanishige fue el careta titular del club durante los 8 años en los que
Ochiai estuvo en el banquillo, por lo que ambos se entienden muy bien y
saben qué esperar del otro.
Sin embargo, dos cosas importantes estarán en su contra: primero, que
tiene cero años de experiencia como manager, y segundo, que todavía no
se ha retirado como jugador, por lo que planea seguir siendo el receptor
titular del conjunto a la vez que intentará también dirigirlo, algo que
parece muy difícil que pueda hacer exitosamente.
Teniendo en cuenta el inmenso reto que tiene por delante, que incluyen a
un manager novato y un grupo de estrellas que en algún momento lo
fueron pero que ya están muy avanzadas de edad, Ochiai se encargó de
limpiar la casa apenas asumió su nuevo cargo.
En un período de tres días, ahorró más de 4 millones de dólares al
presupuesto del equipo luego de reducirles el salario a 18 jugadores que
no rindieron de la forma esperada esta campaña y además tomó la difícil
decisión de dejar en libertad al veterano camarero Hirokazu Ibata, uno
de los héroes de la selección japonesa durante el Clásico Mundial de
Béisbol de marzo y una de la figuras más queridas del conjunto.
Luego, envió a sus representantes a la República Dominicana a firmar a
varios jugadores para completar su cuota de importados para 2014.
Los dominicanos Héctor Luna y Daniel Cabrera, que arrojaron muy buenos
resultados con el club este año, ya están firmados para regresar el año
que viene. En el caso de Luna, el antesalista comenzará un contrato de 2
temporadas en el que ganará 2 millones de dólares anuales. Cabrera, por
su parte, renovó por un año y 950 mil dólares.
El viaje a la isla caribeña produjo cuatro contrataciones que fueron
anunciadas el pasado jueves: el relevista zurdo Nelson Payano, quien ya
defendió los colores del club en 2009, el infielder Anderson Hernández,
el jardinero Alexis Gómez y el lanzador Leandro Mealla, quien se unirá
al programa de desarrollo de jugadores de la franquicia, por lo que
parece difícil que vea acción al máximo nivel el año que viene.
Como las reglas de la liga establecen un límite máximo de 4 importados
en el roster activo al mismo tiempo, uno de estos cinco dominicanos
estará forzado a esperar su oportunidad para jugar en el equipo menor.
La idea que Ochiai probablemente tiene en su cabeza es utilizar a Luna
en tercera, a Hernández en segunda en substitución de Ibata, a Cabrera
como uno de sus abridores y a Payano como uno de sus relevistas o a
Gómez como uno de sus jardineros, dependiendo de cuál muestre la mejor
forma física durante los entrenamientos primaverales.
No obstante, como gerente general su trabajo estará limitado a construir
el mejor roster posible con el presupuesto que tiene a la mano, porque
en lo que respecta a las decisiones técnicas sobre el terreno, como
determinar la alineación del día, el inexperimentado Tanishige será el
responsable.
Una de las interrogantes más importantes del momento es el estado de
forma de Luna, quien salió de los terrenos en agosto de este año debido a
una lesión y tuvo que operarse la rodilla para corregir el problema.
Su buena actuación en la liga dominicana en las últimas semanas parece
indicar que ya está recuperado, pero habrá que esperar hasta que
comiencen los entrenamientos primaverales en febrero para confirmarlo.
Luna hubiese podido ganar con facilidad el título de bateo de la Liga
Central este año, pero no pudo reunir el número de turnos necesarios
para lograrlo. El club espera mucho de él ofensivamente y debido a su
costoso contrato habrá mucha presión para que produzca los resultados
esperados.
Cabrera también mostró destellos de genialidad sobre el montículo, pero
varias lesiones lo afectaron y redujeron su tiempo de juego. Al igual
que Luna, si regresa en un buen estado de forma sin duda ayudará mucho a
su club.
Payano ya ha jugado en Japón, por lo que su proceso de adaptación será
mucho más rápido que el de Hernández y Gómez. Si alguno de estos dos
últimos logra tener un éxito similar al que tuvo Luna este año, entonces
el equipo estará encaminado a tener una gran temporada.
Pero repetimos, todo dependerá de cómo se adapten a Japón y de cómo los
utilice un manager que estará debutando en su puesto al mismo tiempo que
intentará extender su carrera como jugador. El potencial para triunfar
existe y Ochiai ya hizo su trabajo armando el mejor roster posible.
Ahora sólo falta esperar para saber lo que ocurrirá.
Lo que sí es cierto es que el ambiente del club en la temporada 2014,
que incluirá un marcado tono dominicano, se parecerá mucho al que solía
existir hasta hace un poco más de dos años, cuando Ochiai era el jefe
del banquillo y el equipo nunca se perdía su cita con la postemporada.
Esos eran tiempos fantásticos en Nagoya y esperemos que podamos volver a verlos el año que viene.