Bobby Abreu en la rueda de prensa en Queens, junto a Terry Collins. ()
NUEVA YORK-- Sentado al lado de Terry Collins, su primer mánager en Grandes Ligas,
Bobby Abreu evocó el inicio de su carrera en septiembre de 1996.
El pelotero venezolano, que el viernes anunció su retiro al final de
su 18va temporada en las mayores, mencionó que había fallado en sus
primeros 11 turnos al bate con los Astros de Houston, y Collins estaba
impaciente.
"'¿Es que no vas a batear un hit en Grandes Ligas?'", le dijo
Collins, según recordó Abreu, mientras ambos se doblaban de la risa. "Y
bateé uno esa noche".
Por pura coincidencia, ese primer hit --un sencillo al bosque derecho
como bateador emergente-- fue ante los Mets de Nueva York, el equipo
con el que este año logró reaparecer en las mayores para su última
temporada y que con Collins como piloto.
"Disfruté al máximo cada momento en Grandes Ligas", dijo Abreu a The
Associated Press. "Y con la oportunidad de volver este año y estar con
el uniforme, lo disfrutas más. Ha sido para poder retirarte como tú
quieres".
De hecho, Abreu "regresó" dos veces durante 2014.
Cuando fue dado de baja por los Filis poco antes del término de la
pretemporada, firmó un contrato de ligas menores con los Mets y subió a
las mayores el 21 de abril. Su carrera pareció haber llegado a su fin
cuando Nueva York le colocó en asignación. Abreu aceptó volver a las
menores y esperó para dar un último sorbo de Grandes Ligas en
septiembre.
A sus 40 años, Abreu inicia el último fin de semana de la campaña con
un promedio de por vida de .291 con 288 jonrones, 574 dobles, 1.363
carreras remolcadas, 400 bases robadas y 1.475 boletos con Houston,
Filadelfia, los Yanquis, los Angelinos, los Dodgers y los Mets.
Se despide como uno de los bateadores más subestimados de su generación.
Seleccionado dos veces para el Juego de Estrellas de manera
consecutiva en 2004 y 2005, Abreu nunca figuró entre los 10 primeros en
las votaciones al Jugador Más Valioso, con un duodécimo puesto en 2009
como lo más alto.
Pero fue un auténtico modelo de consistencia en cuanto a contacto y
disciplina, sobre todo en el ciclo entre 1998 y 2009, en el que se
estableció como uno de los mejores bateadores de las mayores,
promediando 21 jonrones, 97 impulsadas, 28 robos. Su promedio al bate se
mantuvo con regularidad por encima de .300 y el de embasado arriba de
.400.
"Lo conozco desde que tenía 18 años y puedo señalarlo como alguien
que debe estar muy arriba en cualquier lista de los mejores de su
generación", dijo Collins.
"Quizás fue alguien que fue poco valorado. Pero a la hora de sacar
conclusiones, sus números hablan por sí solos", añadió Collins.
Para ponerlo en perspectiva, su OPS --el porcentaje de embasado y slugging de .870 en 2.423 juegos-- supera los de
Paul Konerko (.841 en 2.346 juegos) y
Derek Jeter (.817 en 2.745), contemporáneos suyos.
Asimismo, Abreu gestionó 1.475 boletos, la mayor cantidad entre los peloteros en activo.
Abreu, Barry Bonds, Rickey Henderson y Joe Morgan son los únicos
jugadores en la historia con 200 jonrones, 1.200 boletos y 400 robos.
Se trata de números que legítimamente sustentarían una candidatura para el Salón de la Fama.
Pero Abreu sabe que eso no está bajo su control.
"Yo creo que dejé todo lo mejor de mí para dejar buenos números. Hice
todo lo mejor. El Salón de la Fama no está en mis manos", indicó.
Su plan inmediato es retirarse con toda regla en el béisbol
venezolano, con los Leones del Caracas, manejar sus negocios personales y
luego consideraría involucrarse otra vez con el béisbol como coach de
bateo.
La presencia de venezolanos en las mayores ya se hacía sentir cuando
Abreu irrumpió a finales de la década de los 90 y no fue casualidad que
más clubes de Grandes Ligas empezaron a instalar academias en el país
sudamericano, captando una oleada de astros actuales como
Miguel Cabrera, Félix Hernández y
Pablo Sandoval.
"Cuando empecé había una o dos academias. Se abrieron las puertas
para toda esta generación de estrellas de ahora", reflexionó Abreu sobre
su legado para Venezuela. "Las academias que están allá son influyentes
para el aprendizaje, que jueguen con los fundamentos y una ética de
trabajo más profesional".
En esta campaña, batea para .246, con un vuelacerca y 14 impulsadas
en 130 turnos. Había quedado limitado a funciones de bateador emergente,
para lo cual tenía cinco hits en 38 turnos (.132).
Solo es superado por Omar Vizquel (2.877) y Luis Aparicio (2.677) entre los venezolanos con más hits en la historia.