Pero hasta ahora, sólo seis lanzadores que fueron cerradores durante al menos parte de sus carreras han sido reconocidos en Cooperstown, Nueva York: Hoyt Wilhelm, Rollie Fingers, Dennis Eckersley, Bruce Sutter, Rich "El Ganso" Gossage y John Smoltz.
Hoffman, un torpedero convertido en lanzador, sería el segundo relevista elegido al Salón sin haber iniciado un solo juego (hizo 1,035 presentaciones en total). Es el líder en juegos salvados de todos los tiempos en la Liga Nacional con 601.
Hay que destacar que Fingers terminó con 341 salvamentos, Gossage 310 y Sutter 300, pero todos lanzaron en una era en la que los taponeros tiraban varios innings por presentación. ¿Debería ser perjudicado Hoffman por el hecho de que lanzó en una época de "especialistas" para una sola entrada?
Eckersley, quien salvó 390 juegos además de ganar 197, fue el primer cerrador utilizado para un solo capítulo, desde 1997 en Oakland con el manager Tony La Russa y el coach de pitcheo Dave Stewart.
"Creo que los números son lo que son", dijo Hoffman recientemente. "Creo que lancé en una era en la que la gente cuestionaba si los peloteros jugaban de manera justa (por los esteroides). Yo lo hice de manera honesta. Creo que fui uno de dos, Mariano (Rivera) y yo".
Hoffman fue bien eficiente, sobre todo durante sus 16 temporadas en San Diego.
Los Padres fueron un equipo sin mucho brillo durante la mayoría de la estadía de Hoffman en San Diego. Por eso los números del derecho en postemporada-cuatro rescates, una victoria y efectividad de 3.46 en 12 presentaciones-no se asemejan a lo hecho por el panameño Rivera con los Yankees en playoffs/Serie Mundial.
Desde su llegada a San Diego en junio de 1993 hasta el final del 2008, Hoffman contribuyó al 53.7% de los triunfos de los Padres. En comparación, Rivera aportó un salvamento o victoria en el 46% de los éxitos de Nueva York en su carrera en el Bronx.
Rivera dominó con la recta cortada. Hoffman lo hizo con un cambio de velocidad.
En el caso del segundo, la oposición le bateó para .211, .188 con dos outs y .150 con dos strikes. Hoffman ponchó a 1,133 bateadores, 536 en conteo de 0-2. Durante los juegos en los que salvó sus 61 partidos, tuvo efectividad de 0.84.
En algún momento, Hoffman tendrá las puertas abiertas en Cooperstown. Si no es ahora, será algún día no tan lejos.