DUNEDIN, Florida -- José Reyes ha recibido algo con los Azulejos que nunca tuvo en Miami: Una segunda oportunidad.
El dominicano se unió a los Marlins como agente libre previo a la
temporada del 2012 con grandes expectativas de convertir a los Peces en
contendientes. Menos de un año después, el talentoso campocorto fue
canjeado cuando Miami abandonó sus aspiraciones a la postemporada a
favor de una reconstrucción a largo plazo.
El panorama inicial era similar en Toronto, donde Reyes se unió a un
grupo de estelares que comenzó el año como uno de los equipos favoritos
para ganar la Serie Mundial. Pero de nueva cuenta, su club se quedó
bastante corto de esa meta. En este caso, en lugar de desmantelar al
equipo, los Azulejos mostraron su fe al conservar a la mayoría de sus
peloteros, brindándole a Reyes una "revancha".
"Eso significa mucho", expresó Reyes durante una entrevista con
MLB.com. "En Miami no tuvimos esa oportunidad. Bueno, ellos me canjearon
después del primer año ahí, entonces no tuve esa oportunidad. Aquí, las
cosas son un poco diferentes.
"Sabemos que tuvimos un año difícil, un año decepcionante, pero al
menos tenemos a los mismos muchachos aquí que pasaron por todo eso la
campaña pasada. Creo que esta temporada seremos mucho mejores".
Lo que más resalta de los Azulejos del 2013 no es el hecho de que no
pudieron luchar por un lugar en la postemporada, sino la rapidez con la
que el equipo se vino abajo. Toronto arrancó la campaña perdiendo sus
primeras tres series. Para finales de abril, el club ya estaba con ocho
partidos por debajo de los .500 y a 9 1/2 juegos de los punteros Medias
Rojas en el Este de la Liga Americana.
Una devastadora lesión en el tobillo de Reyes fue una de las
principales razones de dicha debacle. El campocorto apenas se estrenaba
con los Azulejos cuando sufrió la desafortunada lesión en el tobillo
izquierdo mientras se estafaba la intermedia en Kansas City. Reyes es
uno de los peloteos más encendidos y animados del juego, pero en este
caso, el dominicano quedó totalmente devastado sobre el terreno de
juego.
El quisqueyano quedó en muletas y se enteró de que no regresaría a
jugar sino hasta el receso por el Juego de Estrellas. Para su crédito,
el cuatro veces integrante del Juego de Estrellas desafío los
pronósticos al regresar a finales de junio, pero a se veía que no era el
mismo.
Frecuentemente se le veía cojeando alrededor del campo de juego y en
el clubhouse. Su característica velocidad y explosividad ya no estaban
ahí, y los médicos le dijeron que la única manera de la que podía
recuperar su nivel era tomando un prolongado período de inactividad.
A pesar de toda la adversidad, Reyes se las arregló para tener una
temporada decente. El dominicano bateó para .296 con un OPS (porcentaje
de embasarse más slugging) de .780 y 10 cuadrangulares en 93 juegos,
pero también quiere que la gente sepa que los Azulejos realmente nunca
pudieron verlo a su máximo nivel. El plan es cambiar todo eso esta
campaña.
"El año pasado fue bien difícil para mí cuando regresé a jugar,
porque tuve que limitarme en muchos aspectos que cuando estoy sano,
puedo hacerlos perfectamente", manifestó Reyes. "Robar bases, conectar
un triple y jugadas por el estilo. El año pasado no pude hacer nada de
eso, pero gracias a Dios pude trabajar extra en el invierno para
fortalecer mi tobillo. Ahora estoy al 100% y estoy ansioso por lanzarme
al terreno y jugar como el José Reyes de antes".
Reyes dijo que su meta principal de cara a la temporada regular es
ver acción en más de 150 juegos. Esa será una difícil tarea si tomamos
en consideración que los Azulejos juegan la mitad de sus partidos en
AstroTurf, un tipo de grama artificial que no les beneficia a los
peloteros - especialmente a aquellos con un historial de lesiones que
tratan de encontrar maneras de limitar el desgaste de sus cuerpos.
El shortstop de 30 años de edad dijo que "no fue buena" cuando se le
pidió que describiera su experiencia jugando sobre grama artificial,
pero también señaló que a pesar de todas las preocupaciones previas a la
temporada, sus tendones de la corva nunca fueron un problema y que la
lesión en el tobillo sucedió fuera del Rogers Centre, el cual se espera
tenga pasto artificial hasta el 2018.
Con un roster más sano, el enfoque de los Azulejos ahora se concentra
en qué necesitarán hacer para cumplir con las altas expectativas de un
año atrás. El núcleo de jugadores de Toronto permanece casi intacto, y
mientras que la rotación de abridores sigue siendo su principal
interrogante, la producción por parte de jugadores como Reyes y sus
compatriotas José Bautista y Edwin Encarnación también podrían ser clave
para colocar a esta organización en el camino del éxito.
"Esperamos ganar", recalcó Reyes. "Desde el primer día de los
entrenamientos primaverales, ésa es nuestra meta y ésa es nuestra
actitud como jugadores. Esa es mi actitud. Sé que los muchachos en el
clubhouse también la tienen. Ganar, ése es nuestro principal objetivo,
especialmente después de lo que sucedió el año pasado, un año
decepcionante".