CHICAGO -- En sus tres primeras aperturas de la temporada, Alexi Ogando se había mostrado dominante y efectivo, al punto tal que era el mejor iniciador de los Vigilantes de Texas.
Pero este jueves, en su cuarta presentación de la campaña, el pitcher dominicano fue descifrado por la ofensiva de los Cachorros de Chicago, que no desaprovecharon sus inconvenientes con la recta y lo vencieron 6-2, cargándole su primera derrota del año.
Para Ogando fue la peor labor del 2013, en el que por segunda vez en su carrera inicia la temporada como parte del cuerpo de abridores del equipo. En esta salida el derecho tan solo pudo permanecer por espacio de dos entradas y un tercio en la malograda lomita del Wrigley Field.
"Fue uno de esos días en lo que nada funcionó. Un día difícil, un día malo en el que no tuve control de mis pitcheos, nunca me encontré con la recta y la slider tampoco funcionó", contó Ogando, quien señaló que el montículo hoy estaba irregular debido a la lluvia, lo que también le afectó un poco. Esos inconvenientes en el control de sus envíos fueron cobrados por los Cachorros, que le conectaron seis hits --dos jonrones, uno de Anthony Rizzo y otro de Alfonso Soriano-- y le fabricaron cinco carreras.
El manager de los Vigilantes, Ron Washington, reveló que los problemas del dominicano para dominar su recta --pitcheo clave en su repertorio y que puede lanzar consistentemente a 95 millas por horas-- no fue cuestión de hoy, sino que ha sido una constante en las cuatro aperturas de Ogando en la campaña.
"Ha sido un problema que todavía no ha logrado resolver y que nosotros esperábamos que ya lo hubiera solucionado para salida, pero no fue así", expresó Washington, quien aseguró que hasta el momento no hay mayores motivos para preocuparse por Ogando.
El dominicano reconoció el señalamiento de su estratega y dijo que ha estado tratando de corregir esos problemas con trabajo.
"Es cuestión de trabajo y más trabajo, pero ya había pensado que estaba mejorando. Eso es cuestión de que a veces uno se pierde y después lo va agarrando y lo va mejorando. A veces uno nunca sabe cómo o por qué uno pierde eso", dijo Ogando, quien ponchó a dos y dio dos bases por bolas.
¿Cómo explicar que pese a esos inconvenientes con el comando de sus recta pudo ser exitoso en sus primeras tres salidas, en las que tuvo récord de dos victorias sin derrota, con 1.08 de efectividad?
"En esas salidas comandé un poquito la recta, no te voy a decir que la comandé al cien por ciento, pero también tuve mi slider que me ayudó bastante, pero hoy nada de eso me ayudó y al no tener segundo pitcheo que tirar ahí me jodí", explicó el dominicano.
Si esos problemas estuvieron presentes anteriormente y pudo ser exitoso, no es descabellado pensar que una vez que los corrija y logre ser consistente, Ogando podría despegar para registrar su mejor campaña en Grandes Ligas, en donde está desde el 2010.
"Eso es cuestión de trabajo, porque cuando uno tiene todos sus pitcheos y los pone donde uno quiere se le hace más difícil a los bateadores. Eso es lo que uno está buscando", dijo el dominicano, quien ahora con más experiencia y conocimiento, debido sus cuatro años en las mayores, en los que también ha actuado como relevista, se siente con mayor confianza lo que "hace que todo sea más fácil".
