El sudamericano Pablo Prigioni renovó en julio pasado contrato con los Knicks.
GREENBURGH, N.Y. -- Tomo mucha imploración de parte de los muchachos de la selección albiceleste para que el base argentino
Pablo Prigioni llegase a la NBA.
Uno por uno, cada compañero de aquella "Generación
Dorada" que ha tenido la oportunidad de jugar en la liga, aportaba su
granito de arena, contándole sobre lo lindo que era competir en una liga
reconocida por muchos la mejor del planeta.
Luis Scola
fue uno de esos muchachos que imploró tanto a su viejo amigo, que al
final el armador y medallista de oro en Atenas quedo tan impresionado
con su actuación en su primera temporada en Nueva York que decidió
apuntarse el pasado mes de julio para tres más campañas con los
Knicks.
Acostumbrado a siempre hacer la mejor jugada en el
tablón con una inexplicable habilidad, el salto que ha dado de España
los Estados Unidos en la recta final de su carrera tal vez ha sido su
mejor asistencia.
"Lo tenía bastante claro. Terminé (la temporada)
con muy buenas sensaciones& y mi familia estaba muy bien", indicó
Prigioni a
ESPNDeportes.com la tarde del domingo sobre algunas de
las razones del por qué fichó un contrato en lo cual los dos primeros
años serán garantizados.
"Ha sido una gran experiencia para todos y automáticamente mi primera opción era intentar seguir en el equipo".
Pese a que tuvo un balance de 3.5 puntos y 3.0
asistencias en 78 juegos, el novato de 36 años (si, calificó ser novato
ya que nunca había jugado en la NBA), según Prigioni, la recta final de
la temporada rumbo a los playoffs lo hizo sentirse "útil". Prigioni se
unió al quinteto titular para los últimos 18 partidos y el equipo
disfruto una cadena de 13 victorias al hilo. Solamente promedió 4.1
puntos y 3.4 asistencias en 21 minutos, pero todavía se notaba esa
inteligencia y precisión manejando el balón.
"Sentí que podía ser realmente útil al equipo y no
sé, creo que sentí mucho cariño de parte del club, del equipo, de parte
del aficionado. Fue una cosa un poco global, un poco general", afirmó el
ganador de tres Copas de Rey y cuatro Súper Copas.
Luis Scola y Pablo Prigioni son amigos cercanos y pilares de la selección de Argentina.
El
veterano tuvo oportunidades de haber llegado a la liga estadounidense
en los años anteriores, sin embargo siempre optaba seguir en la ACB. Con
cada partido que vivía esa gran experiencia de ser un NBA por primera
vez, no tuvo el remordimiento de haberlo hecho a estas alturas de su
carrera.
"Mis pensamientos durante todo la temporada fue
como aprender rápido el sistema del equipo, a conocer rápido como le
gusta al entrenador jugar... y para encontrar y saber de qué manera
ponerme a la disposición y disputar minutos y serle útil", explicó.
"Mi cabeza siempre pensó en cosas específicamente del juego y de intentar adaptar bien a la liga".
Los Knicks finalizaron su campamento de
entrenamiento el domingo y entre muchas otras cosas que permanecen por
la mente de Woodson restando 23 día para el inicio de la nueva campaña
es que cual quinteto le rendirá mejor. Viajan a Boston este miércoles
para su primer encuentro de la pretemporada.
Por el momento cuatro de los cinco titulares serían
Carmelo Anthony,
Tyson Chandler, el italiano Andrea Bargniani y
Raymond Felton. Lo más probable es que
Iman Shumpert sea el escolta titular mientras que
J.R. Smith
siga saliendo del banquillo cuando este cumpla su suspensión de cinco
partidos por no cumplir con el programa de antidrogas. O Woodson puede
utilizar el dúo de Felton y el argentino para iniciar el partido.
De que los Knicks son un mejor equipo con Prigioni
en la cancha es algo que quizás es difícil cuestionar. Para los amantes
de la sabermétricas, el porcentaje de eficiencia de tiros hechos del
campo fue un 53.3 por ciento cuando Prigioni estuvo en la cancha, sin él
fue un 50.6. Un equipo que vive y muere con el triple marcó 40.2 por
ciento de los intentos con Prigioni pero logró un 36.2 sin él. Nueva
York tuvo un promedio de 17.2 asistencias durante el tiempo que el
armador se encontró en la cancha pero al estar en el banquillo, es cifra
bajó a un 15.1. A través del desempeño defensivo de Prigioni, los
Knicks tuvieron una eficiencia defensiva de 100.9 puntos por 100
posesiones, pero cuando él descansaba permitían 104.7.
Aunque cada jugar siempre anhela ser parte del
quinteto titular, Prigioni es uno de los pocos que admite que casi "no
le presto mucha atención al empezar el partido de inicio o empezar
sentado en el banquillo".
Lo único que le importa es el bien del conjunto neoyorquino.
"Para mí lo más importante es lo que puedo producir
dentro de la cancha y como puedo ayudar al equipo con mi juego. Es
cierto que el entrenador encontró la manera de utilizarme y eso era
entrando de inicio, jugando los primeros minutos, intentando que yo
apreté mucho en defensa al base rival, estirando la defensa todo el
campo", apuntó.
"Había días que jugaba tres o cuatro minutos y
luego entraba JR. Había días que aguantaba un poco más dependiendo como
arrancaba el juego. Yo creo que él (Woodson) encontró en esa manera (de)
utilizarme y creo que funciono. El equipo tenia buenos resultados y yo
me sentí cómodo con ese rol".
LA POSTEMPORADA EN LA MIRA
Sus números no fueron muy altos la campaña pasada pero su experiencia es vital.
Se
le anticipaba un choque contra Miami en la serie final de la
Conferencia Este con paso directo a las finales de la NBA. Sudaron en
conseguir la victoria en la ronda inicial de la postemporada, ganando
los primeros tres partidos antes de sellar la serie ante los Celtics en
un sexto partido. Pero Indiana lucio ser un rival muy fuerte para los
Knicks en las semifinales.
El bloqueo por parte del pivot
Roy Hibbert a un intento de un posible mate de Carmelo Anthony de dio el balón a los Pacers en ataque, resultando una canasta de
Lance Stephenson,
empatando el partido, 92-92, restando 4:51 en el cuarto parcial. Tras
un robo de balón y una jugada de tres puntos del mismo Stephenson amplió
la ventaja, 95-92, y los Knicks nunca se acercaron al ser eliminados de
la postemporada.
"Yo pienso que Indiana nos ganó bien. Está claro. A
nosotros nos costó mucho atacar su defensa. Defensivamente, creo que
estuvimos muy bien la serie entera pero en ataque nos faltó quizás un
poquito de paciencia en los momentos claves para poder ganar un partido
allí y devolver la serie aquí a NY", señaló.
Pero como en la vida que uno vive de día a día, de algo negativo se saca algo positivo.
"Creo que son muchos los detalles que nos van a
servir y que deberían ayudar de cara al playoffs si conseguimos estar
nuevamente".