JUPITER, Florida - Los Cardenales de San Luis enfrentan un gran reto - el que ellos mismos superaron en el 2011. Pero hay otros 29 clubes que tan sólo desearían ser los campeones reinantes.
Existe la percepción de que, debido a la partida de varias figuras importantes, a los Cardenales del 2012 les será muy difícil, sino imposible, defender su título.
Ese es un modo de pensar que subestima a San Luis. Repetir será difícil, pero de por sí es difícil, motivo por el cual ningún club ha sido campeón más de una vez en el nuevo milenio. Pero para San Luis, repetir no será imposible. Quizás tampoco sea improbable.
Es cierto que el equipo ha sufrido pérdidas de peso. El dominicano Albert Pujols, considerado el mejor pelotero en Grandes Ligas en la actualidad, pasó a Anaheim como agente libre. Tony La Russa, uno de los mejores managers de esta - y del cualquier - generación, se retiró. El exitoso y respetado coach de pitcheo, Dave Duncan, está ausente.
No hay forma de minimizar o racionalizar estas pérdidas. Pero del otro lado del debate hay muchos argumentos que indican que se les debe tener fe a los Cardenales del 2012.
San Luis se coronó en el 2011 sin contar con el lanzador que fue uno de los mejores en el béisbol en el 2009 y el 2010. Adam Wainwright se apuntó un total de 39 victorias en esas dos temporadas. Ahora su recuperación va por buen camino tras una cirugía en el codo. Veámoslo de esta manera: El campeón reinante está agregando a su rotación un lanzador que ha ganado 20 juegos en una campaña. No está nada mal.
Nadie puede reemplazar a Pujols, pero su ausencia no necesariamente condena al olvido a los Cardenales. Lance Berkman se trasladará del jardín derecho a la primera base y si batea como lo hizo en el 2011, no habrá una disminución notable en la producción del puesto de inicialista. El boricua Carlos Beltrán se hará cargo del jardín derecho, lo cual representa una mejoría en la defensa de ese puesto.
Además, los Cardenales cuentan con jugadores jóvenes que han dado la cara en situaciones de mucha presión pero que aún no han disputado una temporada completa en la Gran Carpa.
En esa categoría están el antesalista David Freese, el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial y de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional el año pasado, y el jardinero Allen Craig, quien remolcó cuatro carreras que le dieron ventaja a San Luis en el Clásico de Otoño. Craig se está recuperando tras ser operado de la rodilla, pero ambos jugadores deben contribuir mucho esta temporada y en el futuro.
El cambio de mánager tampoco tiene por qué descartar a este club. Matheny no tiene experiencia como dirigente, pero cualquiera en el béisbol que lo haya conocido no se sorprendería de su selección para el puesto. A Matheny se le respeta y aprecia en el béisbol y, ¿por qué no? Es un tipo muy admirable.
Matheny ganó cuatro Guantes de Oro como receptor, incluyendo tres durante sus cinco temporadas con San Luis. Por lo tanto, sabe lo que representa la organización y lo que significa vestir el uniforme de los Cardenales. Los estándares no disminuirán bajo su mando.
Al preguntársele recientemente acerca de la dificultad de repetir como campeones, Matheny dio la respuesta indicada.
"Eso es algo de lo cual hablamos desde un principio con los muchachos", dijo el capataz. "Tenemos nuestro propio concepto del éxito. Y con otras personas diciéndonos que no podemos ser mejores que el año pasado, quiero que una vez más nos enfoquemos en las cosas que están bajo nuestro control y dividirlo en tareas manejables.
"Y ese es mi responsabilidad ahora: Hacer lo que tengo que hacer en lugar de mirar tanto hacia adelanta. Ese tipo de cosas empaña la vista. Cada uno hacemos nuestra parte. Si todo el mundo llega y espera un nivel alto de excelencia en todo lo que hacemos, al final, veremos los resultados.
"Pero, a la vez, al ver lo que sucedió el año pasado, si alguno de esos muchachos me dice que no cree que, el equipo, a lo largo de la temporada, pueda tener una mejor campaña o que cada muchacho individual no puede tener una mejor temporada, entonces consideraría que no todos pensamos igual. Sé que los muchachos (en el clubhouse de los Cardenales) lo creen posible".
La respuesta de Matheny fue tanto considerada como llena de determinación. Los Cardenales tuvieron marca de 90-72 en la temporada regular del 2011 y terminaron a seis juegos del primer lugar en la División Central de la Liga Nacional. Hay espacio, colectiva e individualmente, para mejorar.
Este no es un equipo que está al borde de un precipicio. Se trata de un campeón reinante que ha perdido personal, pero que una vez más tendrá el talento y el liderazgo que les dará una oportunidad legítima de volverse a coronar.
Ese es un modo de pensar que subestima a San Luis. Repetir será difícil, pero de por sí es difícil, motivo por el cual ningún club ha sido campeón más de una vez en el nuevo milenio. Pero para San Luis, repetir no será imposible. Quizás tampoco sea improbable.
Es cierto que el equipo ha sufrido pérdidas de peso. El dominicano Albert Pujols, considerado el mejor pelotero en Grandes Ligas en la actualidad, pasó a Anaheim como agente libre. Tony La Russa, uno de los mejores managers de esta - y del cualquier - generación, se retiró. El exitoso y respetado coach de pitcheo, Dave Duncan, está ausente.
No hay forma de minimizar o racionalizar estas pérdidas. Pero del otro lado del debate hay muchos argumentos que indican que se les debe tener fe a los Cardenales del 2012.
San Luis se coronó en el 2011 sin contar con el lanzador que fue uno de los mejores en el béisbol en el 2009 y el 2010. Adam Wainwright se apuntó un total de 39 victorias en esas dos temporadas. Ahora su recuperación va por buen camino tras una cirugía en el codo. Veámoslo de esta manera: El campeón reinante está agregando a su rotación un lanzador que ha ganado 20 juegos en una campaña. No está nada mal.
Nadie puede reemplazar a Pujols, pero su ausencia no necesariamente condena al olvido a los Cardenales. Lance Berkman se trasladará del jardín derecho a la primera base y si batea como lo hizo en el 2011, no habrá una disminución notable en la producción del puesto de inicialista. El boricua Carlos Beltrán se hará cargo del jardín derecho, lo cual representa una mejoría en la defensa de ese puesto.
Además, los Cardenales cuentan con jugadores jóvenes que han dado la cara en situaciones de mucha presión pero que aún no han disputado una temporada completa en la Gran Carpa.
En esa categoría están el antesalista David Freese, el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial y de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional el año pasado, y el jardinero Allen Craig, quien remolcó cuatro carreras que le dieron ventaja a San Luis en el Clásico de Otoño. Craig se está recuperando tras ser operado de la rodilla, pero ambos jugadores deben contribuir mucho esta temporada y en el futuro.
El cambio de mánager tampoco tiene por qué descartar a este club. Matheny no tiene experiencia como dirigente, pero cualquiera en el béisbol que lo haya conocido no se sorprendería de su selección para el puesto. A Matheny se le respeta y aprecia en el béisbol y, ¿por qué no? Es un tipo muy admirable.
Matheny ganó cuatro Guantes de Oro como receptor, incluyendo tres durante sus cinco temporadas con San Luis. Por lo tanto, sabe lo que representa la organización y lo que significa vestir el uniforme de los Cardenales. Los estándares no disminuirán bajo su mando.
Al preguntársele recientemente acerca de la dificultad de repetir como campeones, Matheny dio la respuesta indicada.
"Eso es algo de lo cual hablamos desde un principio con los muchachos", dijo el capataz. "Tenemos nuestro propio concepto del éxito. Y con otras personas diciéndonos que no podemos ser mejores que el año pasado, quiero que una vez más nos enfoquemos en las cosas que están bajo nuestro control y dividirlo en tareas manejables.
"Y ese es mi responsabilidad ahora: Hacer lo que tengo que hacer en lugar de mirar tanto hacia adelanta. Ese tipo de cosas empaña la vista. Cada uno hacemos nuestra parte. Si todo el mundo llega y espera un nivel alto de excelencia en todo lo que hacemos, al final, veremos los resultados.
"Pero, a la vez, al ver lo que sucedió el año pasado, si alguno de esos muchachos me dice que no cree que, el equipo, a lo largo de la temporada, pueda tener una mejor campaña o que cada muchacho individual no puede tener una mejor temporada, entonces consideraría que no todos pensamos igual. Sé que los muchachos (en el clubhouse de los Cardenales) lo creen posible".
La respuesta de Matheny fue tanto considerada como llena de determinación. Los Cardenales tuvieron marca de 90-72 en la temporada regular del 2011 y terminaron a seis juegos del primer lugar en la División Central de la Liga Nacional. Hay espacio, colectiva e individualmente, para mejorar.
Este no es un equipo que está al borde de un precipicio. Se trata de un campeón reinante que ha perdido personal, pero que una vez más tendrá el talento y el liderazgo que les dará una oportunidad legítima de volverse a coronar.
0 comentarios:
Publicar un comentario