VIERA, Florida -- Tres meses han pasado desde que la incipiente carrera de Wilson Ramos en el béisbol fue interrumpida por un secuestro a punta de pistola en su natal Venezuela.
Con todo, el receptor de 24 años apareció sonriente y feliz junto a sus compañeros de los Nacionales de Washington durante la primera práctica completa de lanzadores y receptores en la pretemporada.
Inmediatamente después de la dura experiencia, Ramos habló en forma emotiva y franca sobre los dos días angustiosos que estuvo cautivo en las montañas de Venezuela hasta que fue liberado en un rescate igualmente riesgoso, en el que hubo disparos.
Ahora que se alista para su segunda temporada completa en Washington, Ramos afirmó que ha dejado atrás el difícil momento y que sólo desea hablar de lo que se avecina en el béisbol.
"Siento que estoy viviendo de nuevo", dijo Ramos. "Tengo una nueva vida. Todos en mi familia están felices conmigo. Mi familia estaba antes un poco separada y ahora todos están unidos. De modo que eso es bueno para mí y para mi familia. Estoy contento por eso y jugaré arduamente por mi familia y mi equipo".
Ramos fue en la campaña pasada el receptor principal de los Nacionales con 113 apariciones.
Con la intención de ser titular cuando arranque la temporada 2012, decidió viajar a Venezuela para seguirse preparando mientras jugaba en la liga local. Sin embargo, antes de su primer partido fue secuestrado una noche afuera de la casa de sus padres y llevado con rumbo desconocido.
Ese fue el primer secuestro del que se tenga conocimiento de un pelotero de las mayores en Venezuela.
Apenas 13 días después del rescate estuvo en el comienzo de la temporada con los Tigres de Aragua. Tuvo un mal comienzo pero luego del fatal accidente vial de su compañero Rosman García, quien lanzó por los Rangers de Texas en 2003 y 2004, algo cambió favorablemente para Ramos y el resto del equipo. Los Tigres ganaron el campeonato de la liga invernal venezolana, y Ramos se fue de 9-20.
El piloto de los Nacionales, Davey Johnson, observó a Ramos como receptor de Stephen Strasburg y dijo que no tenía ninguna duda de que el venezolano es uno de los mejores catchers de las mayores.
Ramos, que se hizo recientemente en un brazo un tatuaje en recuerdo del secuestro, dijo que espera un día especial en la apertura de la temporada.
"Sí, porque quiero ser receptor en el primer partido", expresó. De ser así, expresó, "posiblemente los aficionados se pongan de pie, saluden con las manos y me digan unas buenas palabras. Quiero escuchar eso".
Inmediatamente después de la dura experiencia, Ramos habló en forma emotiva y franca sobre los dos días angustiosos que estuvo cautivo en las montañas de Venezuela hasta que fue liberado en un rescate igualmente riesgoso, en el que hubo disparos.
Ahora que se alista para su segunda temporada completa en Washington, Ramos afirmó que ha dejado atrás el difícil momento y que sólo desea hablar de lo que se avecina en el béisbol.
"Siento que estoy viviendo de nuevo", dijo Ramos. "Tengo una nueva vida. Todos en mi familia están felices conmigo. Mi familia estaba antes un poco separada y ahora todos están unidos. De modo que eso es bueno para mí y para mi familia. Estoy contento por eso y jugaré arduamente por mi familia y mi equipo".
Ramos fue en la campaña pasada el receptor principal de los Nacionales con 113 apariciones.
Con la intención de ser titular cuando arranque la temporada 2012, decidió viajar a Venezuela para seguirse preparando mientras jugaba en la liga local. Sin embargo, antes de su primer partido fue secuestrado una noche afuera de la casa de sus padres y llevado con rumbo desconocido.
Ese fue el primer secuestro del que se tenga conocimiento de un pelotero de las mayores en Venezuela.
Apenas 13 días después del rescate estuvo en el comienzo de la temporada con los Tigres de Aragua. Tuvo un mal comienzo pero luego del fatal accidente vial de su compañero Rosman García, quien lanzó por los Rangers de Texas en 2003 y 2004, algo cambió favorablemente para Ramos y el resto del equipo. Los Tigres ganaron el campeonato de la liga invernal venezolana, y Ramos se fue de 9-20.
El piloto de los Nacionales, Davey Johnson, observó a Ramos como receptor de Stephen Strasburg y dijo que no tenía ninguna duda de que el venezolano es uno de los mejores catchers de las mayores.
Ramos, que se hizo recientemente en un brazo un tatuaje en recuerdo del secuestro, dijo que espera un día especial en la apertura de la temporada.
"Sí, porque quiero ser receptor en el primer partido", expresó. De ser así, expresó, "posiblemente los aficionados se pongan de pie, saluden con las manos y me digan unas buenas palabras. Quiero escuchar eso".