LOS ÁNGELES -- Inmersos en una racha en la que solo han podido saborear algunas victorias morales,
Los Angeles Lakers recibieron un nuevo golpe el viernes para seguir sin ganar en 2013.
Los laguneros cayeron sin atenuantes ante uno de los mejores equipos de la liga como
Oklahoma City Thunder y se encuentran a cinco juegos de distancia de los
Portland Trail Blazers, quienes actualmente ocupan la octava y última colocación con boleto de postemporada.
La tropa de Mike D'Antoni, aún mostrando entrega ante la adversidad,
volvió a repetir muchos de sus clásicos errores y pagó caro los 39
puntos entregados en el segundo cuarto.
"Jugamos duro todo el partido pero ellos fueron mejores", dijo el
entrenador. "[Kevin] Durant estuvo imparable e intentamos de todo con
él. El segundo cuarto realmente nos lastimó".
Lamentablemente para los angelinos, el esfuerzo en ningún momento se
transformó en coordinación defensiva (el talón de Aquiles de D'Antoni y
de estos Lakers) y la ofensiva volvió a ser Kobe-dependiente y a estar
empecinada en el lanzamiento de larga distancia.
Esto fue un error gravísimo, ya que los de púrpura y dorado no se
caracterizan por ser un buen equipo desde el exterior, y volvieron a
demostrarlo con una paupérrima marca de 6-28 (21.4) por ciento.
Metta World Peace fue el peor, conectando solo uno de sus nueve intentos.
"En la primera mitad estuvimos 0-11 y eran todos tiros abiertos", se
excusó el dirigente, quien agregó que no puede pedirle a los suyos que
cambien de estrategia. "Podríamos decirles que no disparen cuando estén
desmarcados y que penetren pero no es algo que se pueda prender y
apagar".
Un punto grave para resaltar en el conjunto angelino es que estuvieron
por detrás en el marcador por una distancia de alrededor de 20 puntos
durante gran parte del segundo tiempo, y esto se dio a pesar de
finalizar con cinco pérdidas menos y 11 disparos al aro más que su
rival.
El 39.8 por ciento desde el campo mostró la tónica de una temporada en
que muchas veces la ofensiva a buen nivel no alcanzó, y menos iba a ser
suficiente en una noche imprecisa.
SIEMPRE QUE LLOVIÓ& ¿PARÓ?
Los Lakers recibieron otra mala noticia, cuando a mediados del primer cuarto se anunció que
Jordan Hill deberá operarse de la cadera y quedará fuera por el resto de la temporada.
"Es un revés en una temporada de reveses", resumió
Steve Nash. "Es una decepción para él y para todos".
Kobe Bryant, quien anotó 28 puntos (aunque en 23 tiros), resaltó la necesidad de otros jugadores de aportar más de lo acostumbrado.
"Necesitamos que algunos jugadores se agranden y jueguen bien", imploró.
"[Earl] Clark lo ha hecho bien y ha contribuido. Estoy decepcionado por
Jordan porque ha jugado bien el año pasado y este año".
Las actuaciones de Clark (10 puntos y 10 rebotes) y
Antawn Jamison (19 unidades con 10 tableros) fueron los únicos rayos de luz en una noche fría y oscura, literal y figurativamente.
Pese a esto, la desesperación se empieza a apoderar de algunos de los miembros del camerino.
"He estado en pánico y tengo claro en qué posición estamos", dijo el armador canadiense. "Se nos están acabando las chances".
LA ESPERANZA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE
Así como hay caras largas y preocupación, también están aquellos que se
niegan a resignarse. Entre ellos está D'Antoni, quien se declaró como un
optimista.
"Le dije al equipo que la temporada empieza el domingo", apuntó sobre el duelo ante
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cavaliers">Cleveland Cavaliers.
"Tenemos una última oportunidad y tenemos que estar listos física y
mentalmente y dejar esto atrás. A partir de ahí no podemos dar más pasos
en falso. Nos cavamos un pozo bastante profundo y somos nosotros los
que tenemos que salir".
Bryant, por su parte, se declaró demasiado obstinado como para abandonar, y además evitó escudarse detrás de la ola de lesiones.
"Cada uno crea su propia suerte", aseguró. "Hay situaciones que están
fuera de nuestro control como esta lesión accidental de Jordan. Al final
del día nadie va a recordar las lesiones".
El escolta, quien dijo que Magic Johnson no está en la minoría entre los
que piensan que los Lakers ya no tienen chances, se enfocó en los
aspectos para mejorar si es que quieren salir a flote.
"Es muy frustrante pero tenemos que hacer muchos ajustes", indicó.
"Definitivamente [en defensa]. Tenemos que ejecutar mucho mejor".
Finalmente, el que izó la bandera de la esperanza fue World Peace, quien conoce bastante de hazañas.
"Tantas veces hicimos lo imposible", recordó. "Cuando vine aquí tuvimos
que remontar 13 puntos en el último cuarto de un séptimo juego en las
Finales. Creemos en nosotros".