Con la presencia de tantos gerentes generales, representantes de peloteros y demás figuras del béisbol—además de la prensa—siempre habrá mucho movimiento de informaciones y maniobras de parte de los clubes de Grandes Ligas.
El evento vuelve a la ciudad de San Diego por primera vez desde 1985. Los temas en agenda incluyen los siguientes:
¿Con quién firmará el zurdo Jon Lester? Los Medias Rojas, Yankees, Cachorros, Gigantes y Dodgers se han mencionado como los favoritos para procurar los servicios del abridor. Una vez decida Lester cuál será su próximo uniforme, mucho más podrá decirse sobre los otros dos pitchers de más nombre en el mercado de los agentes libres: Max Scherzer y James Shields.
¿Qué está pasando con los Orioles? El equipo más ganador en el Este de la Liga Americana desde el 2012 acaba de perder los servicios del dominicano Nelson Cruz, Nick Markakis y Andrew Miller. Ahora resulta que el gerente general del equipo, Dan Duquette, podría tener un pie fuera de Baltimore con la presidencia de los Azulejos en la mira…manténganse en sintonía.
¿Cómo se verá el Este de la Americana a partir del 1ro de enero? Siguiendo con lo que se ha definido desde hace muchos años como la división más competitiva de Grandes Ligas, el Este podría perfilarse bien diferente en unos pocos días. No sólo se encuentran en una encrucijada los Orioles, sino también que los Medias Rojas se han reforzado en grande con las firmas del venezolano Pablo Sandoval y del dominicano Hanley Ramírez—y con otras movidas aún en agenda. Mientras tanto, los Yankees y los Azulejos se ven listos para hacer más movimientos de impacto, posiblemente aquí mismo en San Diego.
¿Qué harán los Dodgers con tantos jardineros? Los Dodgers, con sus nuevos jefes de operaciones de béisbol Andrew Friedman y Farhan Zaidi, tienen un superávit (¿exceso?) de jardineros con el cubano Yasiel Puig, Carl Crawford, Matt Kemp, Andre Ethier, Scott Van Slyke y Joc Pederson. Los rumores indican que Kemp y/o Ethier podrían ser cambiados por Los Angeles, que estaría buscando más pitcheo—e inclusive firmar a Lester como otro movimiento aparte.
¿Podrán los Mets adquirir un nuevo torpedero para el 2015? Todo el mundo sabe que los Mets buscan a un parador en corto establecido para la próxima temporada, ya que el equipo de Queens se perfila como contendiente en el Este de la Liga Nacional por primera vez en varios años. Aquí podrían iniciarse o cobrar fuerza pláticas acerca de un cambio por Troy Tulowitzki o el venezolano Elvis Andrus, o la firma de un agente libre como el también venezolano Asdrúbal Cabrera, Jed Lowrie o Stephen Drew.
Los temas mencionados aquí son sólo algunos de muchísimos que se tratarán en el Manchester Grand Hyatt Hotel de San Diego. Que comiencen las intrigas.
Una “globalización” que ya lleva muchas décadas
Con el Clásico Mundial y otros avances en el acercamiento de las regiones de Asia, América Latina y América del Norte, el deporte del bate y la bola está cada vez menos aislado entre nacionalidades y culturas. Durante el Clásico del año pasado, conquistado por una selección invicta de la República Dominicana, el Comisionado Bud Selig afirmó que “no reconoceremos nuestro juego en 10 años” y que se hará una verdadera “Serie Mundial”.
Todo eso estaría por verse, por supuesto. Lo que sí se sabe es que la “globalización” del béisbol es un proceso que ya estaba en marcha desde hacía muchas décadas, sobre todo con las ligas invernales del Caribe.
Es de amplio conocimiento, por supuesto, el aporte de los jugadores latinoamericanos en Grandes Ligas. Y también se sabe cómo jugadores norteamericanos han brillando a través de los años en las ligas de Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico y la Mexicana del Pacífico. Pero un aspecto importante de la globalización se puede destacar desde el punto de vista de los managers, los que dirigen los destinos de equipos con diversidad de personalidades, idiomas y culturas.
Por eso es que tantos futuros pilotos de Grandes Ligas han dirigido no sólo en ligas menores en los Estados Unidos, sino también en circuitos invernales del Caribe. Uno de ellos es Terry Francona, Manager del Año en el 2013 al frente de los Indios y dos veces campeón de la Serie Mundial con los Medias Rojas.
“Fue una de las mejores experiencias de aprendizaje que he tenido, y de muchas maneras”, dijo Francona sobre su experiencia como capataz en América Latina, primero con Caribes de Oriente (Anzoátegui) en Venezuela y luego con las Aguilas Cibaeñas en la República Dominicana. “Ahora sé apreciar cómo son las cosas para un muchacho que viene a los Estados Unidos sin hablar el idioma.
“Me hablaban (en América Latina) y yo hacía gesto como que sabía lo que me decían, pero en realidad no. Entonces, uno con esa experiencia tiene más empatía en ese sentido”.
La experiencia de Francona en las ligas invernales va más allá de su paso por los dugouts de Caribes y Aguilas. El ex ligamayoristas también jugó en Venezuela con Aguilas del Zulia y en Puerto Rico con los Leones de Ponce.
Ahora mismo el piloto de Cleveland forma parte del cuerpo de coaches del equipo de MLB que juega la Serie de Estrellas aquí. El manager de la escuadra es John Farrell, amigo y ex coach de pitcheo de Francona cuando ambos estaban en la cueva de Boston.
En el Equipo de Estrellas de MLB, hay mucho sabor latino con los dominicanos Robinson Canó, Carlos Santana, José Veras y Eduardo Núñez; los venezolanos Salvador Pérez, Alcides Escobar, José Altuve y Franklin Morales; y el cubano Yasiel Puig.
Y hasta hay dos japoneses en el roster de Grandes Ligas que ya lanzaron contra sus compatriotas de la selección nipona, los lanzadores Hisashi Iwakuma y Tsuyoshi Wada.
“Creo que esto habla del juego como un deporte global, trátese de jugadores japoneses, dominicanos, venezolanos y de los Estados Unidos”, dijo Farrell sobre la conformación de la escuadra y la experiencia de jugar en Japón. “Creo que nuestro roster refleja lo global que se ha vuelto nuestro deporte”.
Eso es obvio. Ahora la idea es seguir ampliando el apoyo que se le brinda al jugador extranjero en los Estados Unidos. Las cosas han mejorado en ese sentido, por supuesto. Pero aún falta.
“El juego se le puede acelerar demasiado a un muchacho en esa situación”, comentó Francona sobre los retos de aprender a triunfar en un béisbol cada vez más exigente y a la vez adaptarse a un mundo totalmente nuevo. “Mientras más rápido podamos lograr que los muchachos hablen el idioma, mejor asimilados estarán. De esa manera, no tendrán esa clase de límites”.
También ayuda que el manager sepa comprender a los muchachos que vienen del extranjero—sea América Latina, Japón, Taiwán o cualquier otra parte del mundo.
En ese sentido, el haber dirigido en el Caribe ayudó un mundo al conocido como “Tito”, nombre de su padre que también jugó varios años en Grandes Ligas.
“Es un buen ambiente para aprender, no sólo para los jugadores, sino también para los coaches y los managers”.