Así que dejó un trabajo en el que se sentía cómodo, como analista de televisión, para tomar las riendas de uno de los equipos más desastrosos de la liga. El martes, fue presentado como nuevo entrenador de los Sacramento Kings, el segundo club que más derrotas acumula en la NBA durante las últimas nueve temporadas.
"He extrañado el gimnasio y amo este deporte", comentó Karl. "Quería una oportunidad más de buscar un título".
Karl se incorpora a un equipo que está muy lejos de pensar en campeonatos. Los Kings no avanzan a los playoffs ni tienen siquiera una foja ganadora desde 2005-2006.
El segundo cambio de entrenador en la campaña llega después de que el gerente general Pete D'Alessandro había manifestado que Corbin seguiría en el puesto por el resto de la campaña. Luego de una foja de 7-21 bajo las órdenes de Corbin, tras un comienzo promisorio de 11-13 con Malone, D'Alessandro buscó a un entrenador a quien conocía cuando fue ejecutivo en Denver.
"Uno llega al punto en que dice, conozco quién quiero que sea el entrenador del equipo, y está disponible", explicó D'Alessandro. "A veces hay que reconocer que lo que hemos hecho ha estado mal".
Karl había observado de cerca a los Kings como parte de su labor en ESPN. Considera que el equipo perdió la confianza en las semanas recientes.
Quiere dedicar los últimos 30 partidos de la campaña a recuperar una actitud positiva y a definir qué tipo de jugadores tiene de cara a los playoffs.
"Pienso que hay suficiente talento en este equipo para ganar partidos, para volver y conectarnos de modo que podamos ser sólidos y juguemos buen básquetbol cada noche", afirmó. "Esto requerirá algo de tiempo".
La última vez que Karl dirigió fue en la temporada 2012-13, cuando ganó el premio al entrenador del año con los Nuggets, que sin embargo lo despidieron tras la eliminación ante los Warriors en la primera ronda de los playoffs.
Los Nuggets llegaron a la postemporada en cada uno de los nueve años de la gestión de Karl. Avanzaron más allá de la primera ronda sólo una vez, en 2009, cuando cayeron ante Los Angeles Angels en la final de la Conferencia del Oeste.
En 1996, perdió la final de la NBA, dirigiendo a los Seattle Sonics, frente a los Chicago Bulls.