El tremendo aporte de Cruz tiene a Baltimore en el primer lugar del este del joven circuito.
ST PETERSBURG, Florida --
Nelson Cruz cumple todos los requisitos del hombre que está en una misión, incluso si no lo admite directamente.
El jardinero dominicano ha encajado perfectamente en la alineación de los
Orioles de Baltimore, que lideran la División Este de la Liga Americana después de cinco semanas de acción en la temporada de las ligas mayores.
Cruz, quien busca demostrar que nada de lo que ha hecho en el pasado es
producto de la casualidad o de usar ayuda, ha sido por mucho el bateador
más destacado de la tropa de Buck Showalter. También el más determinado
del grupo.
“Todos los años uno está en una misión y creo que este no es la
excepción”, dijo Cruz, quien batea .298 con nueve jonrones y 29 carreras
impulsadas en sus primeros 29 juegos con Baltimore. “Creo que he puesto
más empeño en mi preparación física y mental antes del juego. Eso ha
influido mucho”, agregó.
Después de conectar 27 jonrones y empujar 76 carreras en 110 juegos la
temporada pasada, Cruz estaba proyectado para ser uno de los agentes
libres más buscados del invierno, algo que no ocurrió. Se puede
argumentar que las dos principales razones de lo sucedido fueron, la
sanción de 50 partidos por su participación en el escándalo de dopaje
Biogénesis y el nuevo sistema de compensación de agentes libres llamado
oferta calificada, que obliga a los clubes a ceder sus mejores
selecciones del sorteo de novatos por firmar a jugadores que reciben
dicha oferta.
En lugar de firmar un contrato de al menos cinco temporadas y
alrededor de $15 millones anuales, como dicta el mercado actual para
jugadores de su calibre, Cruz fue forzado a aceptar una oferta de $8
millones por un año con los Orioles, una semana después de que todos los
equipos habían iniciado sus entrenamientos primaverales.
“Fueron días de incertidumbre, especialmente por no tener las
respuestas a las preguntas que me hacían amigos y familiares. Uno
comprende un poco el negocio, pero las personas que quieren a uno sufren
más porque no entienden el proceso”, dijo.
Cruz, de 33 años, había jugado toda su carrera, menos ocho juegos, de nueve temporadas con los
Vigilantes de Texas,
con los que pasó de ser un deshonroso miembro de la lista de waivers en
el 2008 a un dos veces Todos Estrellas y uno de los bateadores más
productivos del béisbol desde el 2009.
Es el mismo Cruz que hace seis años fue puesto a disposición de
todos los otros clubes -- y no fue reclamado -- tras haber rechazado la
propuesta de los Rangers de convertirse en lanzador por la poca
confianza que tenía la organización de que podría batear
consistentemente el pitcheo de las ligas mayores.
En lugar de cambiar de posición, Cruz fue a las ligas menores
con la misión de obligar a los Rangers a reconsiderar el plan. Los
lanzadores de las ligas menores pagaron los platos rotos por el enojo
del poderoso bateador derecho, que bateó .341 con 37 jonrones y 100
impulsadas en 104 partidos para forzar su promoción en septiembre a las
ligas mayores, de donde no ha descendido jamás.
“Cuando tienes situaciones tan difíciles como las que
mencionas, te rompen o te hacen más fuerte. En mi caso, me han hecho más
fuerte, mejor jugador, mejor ser humano, mejor compañero”, dijo Cruz.
“En definitiva, ahora valoro más las cosas que a veces uno como
jugador no da el valor que merecen, como jugar todos los días, venir al
estadio y ser parte de un equipo de Grandes Ligas. Pero cuando está
fuera por 50 partidos por la razón que sea, te ponen en waivers, uno
valora más las cosas”, agregó.
Cuando los Orioles firmaron a Cruz había preocupación sobre el tipo de recepción que recibiría del inicialista
Chris Davis y el jardinero
Nick Markakis,
dos jugadores que han hablado fuertemente contra los usuarios de
sustancias en el béisbol. Sin embargo, Showalter, quien dirigió a Cruz
en Texas; Davis, quien también fue su compañero con los Rangers, y los
dominicanos Ubaldo Jiménez y
Manny Machado se encargaron de preparar la alfombra de lo que ha sido una tremenda aceptación.
Cruz da mucho crédito al trato de sus compañeros en su gran arranque con los Orioles.
“Uno siempre espera lo mejor y tiene buenas expectativas. Mis
compañeros y la gerencia me hicieron más fácil la transición”, dijo
Cruz, quien es segundo en impulsadas, tercero en jonrones y cuarto en
slugging y OPS de la Liga Americana.
“Cuando tus compañeros, el manager, la organización en sentido
general te dan ese apoyo, desde el principio te dicen que están contigo,
te da confianza y te motiva para hacer lo necesario para ayudar a
ganar”, dijo Cruz. “Ha sido una bendición venir aquí y creo que fue la
decisión correcta y hasta ahora es lo que se ha visto”, dijo.
El tremendo aporte de Cruz, especialmente en la carretera,
tiene a Baltimore en el primer lugar del este del joven circuito.
Después de caer en sus primeros dos encuentro del año en Detroit,
Baltimore ha ganado nueve de los últimos 15 fuera de casa y batea .294
con 5.4 carreras durante la racha. Cruz batea .353 con seis jonrones y
23 carreras impulsadas en parques ajenos.
“No es solamente su aporte en el terreno de juego, sino en el
camerino con los jugadores menos veteranos y con nosotros los latinos.
Nelson ha sido una adición muy importante para el equipo”, dijo Machado.
“Todo el mundo conoce al pelotero, pero no muchos conocen al
hombre. Conozco a Nelson desde hace mucho tiempo y sabía la clase de
hombre que es fuera del terreno y en el camerino”, dijo Showalter.
Cruz ya explicó en el pasado las razones por las que decidió
ingerir una sustancia que no estaba aprobada por el béisbol y
arriesgarse a cargar con una mancha escarlata el resto de su carrera. De
acuerdo al pelotero, una infección gastrointestinal que le había hecho
perder 40 libras, fue la razón.