El equipo, cuyos jugadores tenían entre 11 y 13 años, se ganó el cariño del país y especialmente de su ciudad de origen, Chicago.
El cuento de hadas se derrumbó el miércoles, cuando el equipo perdió su corona nacional de Pequeñas Ligas después que una investigación reveló que utilizó jugadores que no cumplían con los requisitos de residencia en su jurisdicción.
"Esta es una decisión que nos rompe el corazón", dijo en un comunicado Stephen D. Keener, el presidente y director ejecutivo de Pequeñas Ligas Internacionales. "Aunque sea tan dolorosa, nos pareció que era la decisión apropiada para conservar la integridad del programa de Pequeñas Ligas".
El equipo Jackie Robinson West fue hallado culpable de salir de su jurisdicción en Chicago para reclutar jugadores. Algunos funcionarios del equipo supuestamente fueron a ligas cercanas para convencerlas de que cooperaran con el fraude.
"No se puede permitir que ningún equipo intente reforzar su plantel utilizando jugadores en su roster que vivan fuera de su jurisdicción", agregó Keener.
El equipo fue suspendido de las Pequeñas Ligas hasta que tenga nuevos funcionarios. El manager Darold Butler también fue suspendido, y fue sacado de su cargo un administrador del distrito que incluye a la novena.
El béisbol de Pequeñas Ligas tiene gran popularidad en Estados Unidos, y tanto niños como niñas juegan en ligas organizadas en todo el país. Los mejores equipos se clasifican al torneo nacional, y el campeón enfrenta al mejor equipo internacional en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas en Williamsport, Pennsylvania.
El equipo perdió la final de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas 8-4 en agosto ante Corea del Sur, pero de todas formas, miles de personas homenajearon a los jugadores en un desfile en Chicago.
En noviembre, el equipo viajó a la Serie Mundial de las mayores y a la Casa Blanca para conocer a Obama y la primera dama, Michelle Obama.
La novena de Chicago lleva el nombre de Jackie Robinson en honor al pelotero que rompió con la barrera del color en el béisbol de Grandes Ligas en 1947.
Este no es el primer escándalo o polémica en los 68 años de historia de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas.
En 1992, un equipo de las Filipinas perdió el título después que sus funcionarios admitieron que habían armado un plantel con los mejores jugadores del país, incluyendo ocho peloteros de fuera de la jurisdicción de la liga en Zamboanga City.
En 2001, un equipo del Bronx, Nueva York, perdió su corona cuando se demostró que su estelar lanzador Danny Almonte tenía 14 años, por encima del límite de edad para jugar en la división de Pequeñas Ligas.