"Serían seis meses. Prefiero vivir con esto antes que estar otros seis meses de baja otra vez", afirmó el lagunero. "Eso serían dos veranos perdidos al hilo, y no quiero eso".
En abril del año pasado, Howard se lesionó la espalda y se perdió el final de la temporada. Fue intervenido en Los Ángeles y su fichaje por los Lakers se gestó durante su proceso de rehabilitación. Todo indicaba que Howard no estaría listo para incorporarse al equipo con normalidad hasta pasados varios partidos de la temporada regular, pero contra todo pronóstico volvió antes de los previsto.
Al igual que Gasol con sus rodillas, Howard se trata el hombro con hielo después de cada encuentro. Las consecuencias persiguen al centro a diario. Durante los juegos no tiene por qué pasar nada si no recibe una contusión en la zona afectada y por las noches es preferible no dormir apoyado sobre el hombro derecho.
"No creo que me moleste mucho", confesó, "tan solo tengo que seguir rehabilitándolo".
Una cinta negra traspasa su espalda hasta llegar al hombro con el fin de protegerlo, ya que el peligro de dislocación es elevado con el tipo de lesión que arrastra. Ésa suele ser la estampa del jugador una hora y media antes de que comiencen los encuentros. La única manera de solucionar el problema de raíz es la intervención quirúrgica y posterior proceso de rehabilitación, algo que ya quedó claro no va a llevar a cabo, al menos de momento.
La pregunta está en el aire. ¿Afecta a su juego esta molestia? Howard dice que no...