"Yo creo que para mí lo trascendental ahora mismo es que podamos vender el evento de la Serie del Caribe a nivel de la televisión", dijo ante los medios Juan Francisco Puello, presidente de la Confederación, durante un recorrido por el estadio "Nueva Esparta" de la isla venezolana de Margarita, donde entre el 1 y 8 de febrero se disputará la 56ta edición de la llamada serie mundial del béisbol caribeño.
"Yo creo que allí está el futuro. Tenemos que brindar un espectáculo (en el) que se interesen otros países", agregó.
En este sentido, Puello indicó que la Confederación de Béisbol del Caribe ya cuenta con los servicios de Imagina US, empresa de mercadeo con sede en España.
"Cuando nosotros tengamos eso, tendremos unos pantalones bien grandes y pondrá entonces a uno a pensar en la integración de otros países", indicó.
Puello dijo que el hecho de que Cuba haya regresado a la competición aporta un atractivo interesante al evento y al objetivo de mercadear la Serie más allá de las fronteras del continente americano.
El regreso de Cuba a la Serie del Caribe después de más de medio siglo de ausencia es considerado por muchos parte de una estrategia para oxigenar el campeonato regional, que ha venido a menos en sus últimas ediciones.
Villa Clara, monarca de la pasada temporada de la liga cubana de béisbol, jugará el torneo en calidad de invitado --el primer conjunto cubano que participa desde que Cienfuegos ganó el título en 1960.
Los campeones de Venezuela (Navegantes de Magallanes), República Dominicana (Tigres del Licey), Puerto Rico (Indios de Mayagüez) y México (Naranjeros de Hermosillo) completan la cartelera del torneo, que se realizará por segunda vez en Isla Margarita y que estrena nuevo formato con una primera ronda todos contra todos, semifinales y una final.
El año pasado, el clásico caribeño se jugó bajo el formato de todos contra todos a dos vueltas, pero los dos equipos con los mejores registros tras el "round robin" disputaron la final, que ganaron los Yaquis de Obregón.
Las ediciones de 2011 y 2012 se disputaron en general con escasa asistencia, especialmente en la última jornada en la que ya había un campeón. Esto prendió las alarmas entre aquellos que temían que los dueños de medios se llegaran a cansar de transmitir un torneo con gradas vacías y poco atractivo para los televidentes, e impulsó los cambios largamente postergados que derivaron en la sustitución del viejo formato que databa de 1949 y facilitó el regreso de Cuba como invitado.
Puello Herrera consideró que en la actualidad, la Serie del Caribe sigue siendo exitosa "en lo económico, exitosa en todos los aspectos que ustedes quieran verlo", pero reconoció que el regreso de uno de los fundadores del clásico caribeño es un atractivo para darle mayor impulso.
Agregó que si se logra colocar el evento por intermedio de la televisión a otro público interesado en este espectáculo, es muy probable que se le pueda dar cabida a otras naciones del área como Panamá, Colombia y Nicaragua, cuyas ligas trabajan para alcanzar el nivel que poseen las de Dominicana, México, Puerto Rico y Venezuela.
"Si nosotros logramos en esta Serie del Caribe, con el ingreso de Cuba, podemos concitar más esta cuestión, yo creo que habremos avanzado un gran paso", puntualizó el comisionado.
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