LAS VEGAS -- La espera ha terminado, después de cinco años de espera,
finalmente los dos mejores peleadores de esta época, el estadounidense
Floyd Mayweather y el filipino Manny Pacquiao, se encontrarán la noche
de este sábado en una jornada histórica en el ring de la MGM Grand
Garden Arena.
La pelea entre el 'Money' y el 'Pacman' apunta a romper todos los
récords de ganancias en el boxeo, la algarabía ha sido increíble, el
ambiente es inmejorable, los precios de los boletos han tocado las
nubes, por primera vez se ha cobrado un pesado, la transmisión de HBO y
Showtime llegará a 150 países en el mundo y lo menos que esperamos, es
que sea una pelea digna y millonaria en emociones.
"De mi parte, les garantizo que tendrán espectáculo, no sé de la otra
parte", dijo un emocionado Pacquiao que ha llegado a este punto en su
carrera, a la pelea número 65, luego de haber roto cualquier esquema en
la historia de este deporte. A su más grande reto le preceden la
conquista de títulos en ocho diferentes categorías, no cualquier cosa
para alguien que vivió algún día en las calles y hoy es el más grande
atleta que haya tenido Filipinas en su historia.
Pacquiao, de 36 años, quien ha dado todo lo que tiene al boxeo y ha
corrido el riesgo de alguna veces terminar noqueado, no saldrá como
favorito para vencer a una figura que ha dejado atrás el estereotipo del
boxeador común. Mayweather, de 38, convertido en el atleta mejor pagado
del mundo, es un personaje polémico que con su boxeo exacto y con un
estilo que a muchos no gusta, cobrará 200 millones de dólares en las
próximas horas para confirmarse en el trono.
Pero hay algo más que orilló a Floyd, a quien después de conquistar la
presea de bronce en Atlanta 1996 llamaban 'Pretty Boy', luego 'Money' y
hoy pide que le llamen 'The Best Ever (El mejor de la historia)', a
tomar esta pelea: EL LEGADO.
Nadie le iba a perdonar a Mayweather que se fuera del boxeo, algo que
podría suceder este o el próximo año, sin que se enfrentara a un hombre
como Pacquiao, cuyo mayor éxito ha sido, hasta ahora, el ser capaz de
hacer pensar a muchos que él, y sólo él, puede ser capaz de acabar con
el invicto más importante en el boxeo desde que Rocky Marciano, hace 60
años, colgó los guantes con marca de 49-0 y 43 nocauts.
"Cada uno de mis movimientos, cada una de mis decisiones, ha sido
calculado y calculada, por eso estoy aquí", dice un Floyd como respuesta
a si saldrá a fajarse este sábado contra el filipino, quizá cansado de
no tener el crédito que según él merece como el mejor de la historia
luego de ganar títulos en cinco diferentes divisiones.
Quizá ahora, a unas horas, a unos minutos, a unos segundos de la gran
pelea de este siglo, no valga la pena siquiera el comparar a Mayweather
con los grandes de otros tiempos como Joe Louis, Sugar Ray Robinson,
Muhammad Ali, Sugar Ray Leonard, Tommy Hearns, Marvin Hagler, Roberto
Durán, Julio César Chávez.
También sería un ejercicio en vano el pensar que este combate será tan
grande como los que protagonizaron Ali y Joe Frazier hace años, como los
de Mike Tyson Leonard y Hearns, el propio Hearns ante Hagler, el de
Chávez y Meldrick Taylor, Óscar De la Hoya y Félix Trinidad, el de José
Luis Castillo y Diego Corrales.
Lo que sí vale la pena es sentarse a ver el pleito, lo mismo hayas
pagado 10 mil o más dólares para verla en la arena, los 100 dólares del
pago por evento o verla desde tu casa de manera gratis, aunque no en
vivo, minutos después de que vayan sucediendo las acciones. Este combate
es para disfrutar, y una vez que haya terminado, entonces sí debe ser
evaluado.
Ha llegado la hora del combate, el momento de ir por la gloria, por ese
cinturón de esmeraldas y oro, de desquitar esos millones, pero sobre
todo, de asumirse como el rey de una nueva época en el boxeo, porque
cuando en los próximos años hablen del personaje que se encumbró la
noche del 2 de mayo de 2015, ese podría ser Floyd Joy Mayweather (47-0,
26 Ko's) o Emmanuel Dapidrán Pacquiao (57-5-2, 38 KO).
Las predicciones en torno a las cifras ya todos los saben, Mayweather y
Pacquiao dividirán una bolsa de más de 300 millones de dólares, de los
cuáles el estadounidense lleva mano con el 60 por ciento, que esperan
vender más de tres millones de casas y que también recaudarán 70
millones por la venta de boletos.
Los análisis de los expertos ya los conocen, hay quien se inclina por la
velocidad, el boxeo, la inteligencia y capacidad de adaptación y
contragolpe de Floyd y la enseñanza que le ha heredado su padre, del
mismo nombre, en vida, pero también existen los que creen que Pacquiao
tiene la velocidad, la potencia, la sabiduría de Freddie Roach, la
bravura y un don especial para poder dar la sorpresa.
Lo único que podemos esperar, es que esta noche sea inolvidable, y que
gane Mayweather o Pacquiao, que los verdaderos ganadores sean los
fanáticos, el deporte mismo. El boxeo está de plácemes, Floyd y Manny
han llegado de etiqueta a su cita, sólo esperemos, que la historia sea
brillante, tanto como han sido sus carreras.
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