El ex segunda base de los felinos realizó el lanzamiento de honor antes de un partido de Detroit por tercera vez desde que se retiró después de la temporada de 1995.
Whitaker, quien hiciera pareja con el torpedero Alan Trammell desde finales de los años 70 hasta principios de la década de los 90, fue parte del equipo campeón de los Tigres de 1984 y sigue siendo una figura bien querida en la Ciudad Automotriz.
"Tramm y yo, pues nos encantábamos jugar", dijo Whitaker el jueves. "Lo hacíamos todo de la manera en que se debe jugar el béisbol".
Whitaker, quien subió a Grandes Ligas en 1977, jugó toda su carrera con los Tigres. Tuvo promedio de por vida de .276 con 185 jonrones, 1003 empujadas, 1386 anotadas, 412 dobles y 236 bases robadas. Entre los intermedistas en la historia de Grandes Ligas, el oriundo de Brooklyn, Nueva York se encuentra en el lugar número 8 en cuadrangulares, 10 en anotadas, 12 en impulsadas y 13 en dobles.
Whitaker fue elegido Novato del Año de la Liga Americana en 1978. Además, ganó cuatro Guantes de Oro, cuatro Bates de Plata y fue convocado a cinco Juegos de Estrellas.
Con figuras como Whitaker, Trammell, Kirk Gibson, Jack Morris y el boricua Guillermo "Willie" Hernández, los Tigres de 1984 iniciaron la temporada con marca de 35-5 bajo el mando del manager Sparky Anderson rumbo a un título de la Serie Mundial.
Whitaker recuerda con cariño aquellos tiempos con el equipo de Detroit.
"Wow, fue todos los días que fui (al viejo Tiger Stadium)", dijo el ex felino al hablar de sus mejores recuerdos como jugador. "Los peloteros, Sparky Anderson, ser Novato del Año, jugar contra algunos de los mejores peloteros del mundo. Fue un sueño hecho realidad".
Un sueño que no ha realizado ni Whitaker ni Trammell es el de ser elegido al Salón de la Fama de Cooperstown. Whitaker recibió el 2.9% de los votos en el 2001, su único año en la boleta.
"Es una pregunta muy difícil", respondió Whitaker al ser cuestionado sobre el particular. "Está en manos de los medios. Está muy difícil".
Bromeó Whitaker que con los otros reconocimientos que ha recibido en los estados de Michigan, la Florida, Virginia en Nueva York, Cooperstown está "a la vuelta de la esquina".
Pero pase lo que pase, a sus 56 años Whitaker luce estar en paz.
"Lo mío desde el principio era ser atleta profesional", dijo. "Tuve la oportunidad de hacerlo y lo demás lo decidirán los otros".
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