Greinke se lastimó la clavícula cuando Quentin lo embistió luego de un pelotazo
El
manger de los Dodgers, Don Mattingly, aseguró que no espera represalias
por parte de sus lanzadores en contra del jardinero izquierdo de los
Padres de San Diego,
Carlos Quentin,
a quien enfrentan por primera vez desde el 11 de abril pasado, cuando
el nativo de Bellflower, California, se vio involucrado en una pelea que
resultó en la fractura de la clavícula izquierda del lanzador de la
novena azul,
Zack Greinke.
"Nosotros vamos a tratar de ponerlo out. El, de seguro, verá algunos
lanzamientos cerrados, que son parte del juego," declaró Mattingly antes
del inicio del segundo duelo frente al equipo fronterizo, este martes
en Dodger Stadium.
"Si es golpeado, no hay nada que se pueda hacer, pero no considero que
mis lanzadores salgan con la idea de golpearlo. Y si llega a suceder, no
me voy a sentir como que estamos iniciando una guerra," aclaró el
timonel azul, quien reconoció su enorme molestia, tras el incidente que
le significó perder a uno de sus abridores por espacio de seis semanas.
Carlos Quentin regresó a la alineación de los Padres, después de
perderse la cita del lunes, debido a dolencia en su hombro izquierdo.
Y aunque Mattingly espera que sus serpentineros se comporten a la altura
en el momento de encarar al cuarto bate del equipo rival, no anticipa
que alguien salga al terreno de juego con sed de venganza.
"En ese sentido, el beisbol ha cambiado y ya no existen represalias como antes," concluyó.
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