En una rueda de prensa multitudinaria en un hotel de Nápoles, el Pibe de Oro también aprovechó para recordar que él fue mejor que el delantero argentino del Barcelona Lionel Messi.
"Quiero volver a Italia con mi nieto y que vea Nápoles. Quiero que él sepa lo que ha hecho su abuelo y que no es recordado como un evasor fiscal. Quiero creer en la Justicia. Quiero pedir a la Justicia poder caminar libre por Italia y por Nápoles", dijo Maradona.
El Pibe de Oro sigue desatando pasiones en Italia y sobre todo en Nápoles, y a la entrada del hotel en la que convocó a la prensa cerca de 300 aficionados coreaban aún su nombre.
"Quiero deciles que llevo el aire del Nápoli en el cuerpo. Desde hace mucho tiempo tengo ganas de venir aquí, pero alguien no me deja. Todos en este asunto, Coppola, Franci, Ferlaino o Gallo, se ocuparon de mi contrato y son libres. Yo sólo salía al campo, pero ahora cada vez que vengo a Italia llega la policía financiera y me incauta un reloj o unos pendientes. ¿Por qué tengo que pagar yo y ellos no?", lamentó el argentino.
El fisco reclama a Maradona más de 30 millones de euros, por la falta de pago del impuesto sobre la renta de las personas físicas entre los años 1985 y 1990, cuando el argentino jugaba en el Nápoli, una deuda que era en un principio de 13.000 millones de las viejas liras y que ha aumentado al sumarse los intereses por la demora del pago.
Maradona siempre ha argumentado que él no se ocupaba de estos asuntos fiscales y que quien lo tenía que hacer (acusa directamente al presidente del club de entonces Corrado Ferlaino y su representante Guillermo Coppola) no se ocupó y no le avisó.
El abogado de Maradona, Angelo Pisani, reiteró que el exjugador "nunca recibió notificación alguna sobre el dinero que tenía que pagar".
El exfutbolista argentino, que llegó el lunes a Italia procedente de Dubai, donde reside, aseguró a la prensa que su viaje es sólo para decir que es "inocente" y que "no debe una lira a la Hacienda italiana" y que no va a reunirse ni con el presidente del Nápoli, Aurelio De Laurentiis, ni con el alcalde de la ciudad, Luigi de Magistris.
Aunque reconoció que su sueño sería sentarse en el banquillo del Nápoli, pero precisó que ahora "hay que dejar tranquilo al técnico Walter Mazzarri".
La rueda de prensa sirvió para hacer un repaso al fútbol actual y al campeonato italiano, así como sobre la eterna pregunta de quién es su sucesor.
"Espero que Messi le dé a Argentina el Mundial, pero no será fácil porque lo conocen. En el último partido, el Milan le construyó una jaula. Para mí es un gran chico y es buenísimo, pero creo que el mejor de todos los tiempos soy yo", aseveró Maradona luego de causar una revolución entre los hinchas del Nápoli, que recuerdan su exitoso paso por ese club.
Maradona también apreció al delantero uruguayo Edinson Cavani y afirmó que le hubiera encantado jugar con él y lanzarlo al gol como hacía con Careca.
También aseguró que Juventus no tiene en mano el Scudetto y que el Nápoli puede optar a arrebatárselo porque el campeonato está totalmente abierto, pues faltan 12 jornadas.
Sobre su futuro, espera continuar en Dubai, pero asegura que después volverá a Argentina.
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