KISSIMMEE, Florida - La primera vez que Wandy Rodríguez entró al clubhouse de los Astros en la primera parte de la temporada del 2005, le maravillaban los nombres que veía arriba de los casilleros. Algunos de ellos eran leyendas vivientes, además de otros estelares en el apogeo de grandes carreras.
Roger Clemens tenía su casillero al lado del de Andy Pettitte, quien era seguido por Roy Oswalt. Del otro lado se encontraban Lance Berkman, Craig Biggio y Jeff Bagwell. El dominicano Rodríguez era un prospecto de 26 años con una gran curva y todo el potencial del mundo.
"Nunca he visto a un pitcher en mi vida como Clemens", dijo Rodríguez, el único jugador que queda de la edición de Houston que alcanzó la Serie Mundial en el 2005. "Es un tipo especial. Todo lo que hacía en el estadio era distinto a lo de otros jugadores."
Cuando se trata del panameño Carlos Lee, algunos de los mejores recuerdos de sus cinco años con los Astros también tienen que ver con los grandes nombres de épocas ya pasadas. Clemens, Pettitte y Bagwell ya se habían ido cuando llegó Lee en el 2007, pero sí jugó junto a Biggio, Berkman y Brad Ausmus.
Ahora, mientras Rodríguez y Lee miran alrededor del clubhouse de los Astros, los nombres de más peso son los que ellos mismos llevan en la espalda de sus uniformes. Hace mucho que Houston dejó de ser un club veterano buscando la clasificación. Ahora los Astros están en plena reconstrucción, y pronto no habrá lugar para Lee y Rodríguez-es decir, veteranos con grandes salarios.
Ambos ya han sido mencionados en varios rumores de cambio, y los Astros seguramente estarán recibiendo llamadas por sus servicios cerca de la pausa del Juego de Estrellas si no están en la pelea. Rodríguez y Lee saben que éstos podrían ser sus últimos entrenamientos vistiendo el uniforme de Houston.
Ahora el futuro de los "siderales" es representado por J.D. Martínez, Jordan Lyles, el venezolano José Altuve y el dominicano Jimmy Paredes, entre otros.
"El tiempo pasa rápido", dijo Lee, quien se encuentra en la última temporada de un contrato de seis años y US$100 millones. "Parece que fue ayer que firmé mi contrato. Ahora ya casi se terminan los seis años y aquí estoy. Estoy tratando de hacer mi trabajo, tratando de ver si puedo seguir adelante o no."
Cuando Lee, ahora de 35 años, firmó su mega-pacto en noviembre del 2006, se le veía como el bate que hacía falta para que Houston pudiera volver a la Serie Mundial. En sus primeros tres años, "El Caballo" puso de su parte con promedio de .305 y un promedio de 29 jonrones y 107 empujadas por temporada.
Sin embargo, durante las campañas siguientes los Astros empezaron a cortar nómina y fueron limitados por una falta de talento a nivel de liga menor. La gerencia se dio cuenta de que necesitaba reconstruir, y fueron canjeados Berkman a los Yankees y Oswalt a los Filis a cambio de prospectos. Estrellas jóvenes como Michael Bourn y Hunter Pence también fueron enviados a otros equipos en el 2011.
De repente, Lee y Rodríguez son los "viejos" en medio de un movimiento de juventud en los Astros.
"Siempre vas a ver venir e irse los compañeros, pero sabes que vas a tener que ayudar a quien esté ahora mismo a ganar unos juegos", dijo Lee, quien ha bateado .261 y ha promediado 21 cuadrangulares y 92 impulsadas en sus últimas dos campañas. "Es el béisbol. Es parte del negocio."
El legado de Rodríguez con los Astros está asegurado. Ha ponchado a más bateadores que cualquier otro zurdo en la historia del club, y está en el tercer lugar en victorias en ese sentido con 73. Firmó una extensión de contrato de tres años y US$34 millones después del 2010, pacto que le pagará US$10.5 millones este año y US$13.5 millones en el 2013.
Dicho salario asustó demasiado a potenciales equipos interesados en hacer un canje por él en las Reuniones Invernales, pero no sería sorpresa si los Astros llegaran a cambiarlo en medio del 2012, sobre todo si Houston estuviera dispuesto a llevar algo de la responsabilidad de su contrato.
"No puedo pensar en un cambio porque no tengo control sobre eso"', dijo Rodríguez, de 33 años. "Lo único que puedo hacer es aprovechar mi oportunidad y hacer lo mejor que pueda."
Lee, quien ganará US$18.5 millones este año, es mayor candidato a ser cambiado si tiene una buena primera mitad de la temporada. Tiene una cláusula limitada de no cambio y le ha dado a Houston una lista de 14 equipos a los que estaría dispuesto a llegar. El toletero podría ser una buena opción para un equipo de la Liga Americana que necesite un bateador designado.
Pero por ahora, sigue con los Astros, con todo y sus primeras canas.
"Sólo hago las cosas día por día y trato de hacer lo mejor todos los días", dijo el istmeño. "Si pasa un cambio, pasa. No me preocupo por eso."
"Nunca he visto a un pitcher en mi vida como Clemens", dijo Rodríguez, el único jugador que queda de la edición de Houston que alcanzó la Serie Mundial en el 2005. "Es un tipo especial. Todo lo que hacía en el estadio era distinto a lo de otros jugadores."
Cuando se trata del panameño Carlos Lee, algunos de los mejores recuerdos de sus cinco años con los Astros también tienen que ver con los grandes nombres de épocas ya pasadas. Clemens, Pettitte y Bagwell ya se habían ido cuando llegó Lee en el 2007, pero sí jugó junto a Biggio, Berkman y Brad Ausmus.
Ahora, mientras Rodríguez y Lee miran alrededor del clubhouse de los Astros, los nombres de más peso son los que ellos mismos llevan en la espalda de sus uniformes. Hace mucho que Houston dejó de ser un club veterano buscando la clasificación. Ahora los Astros están en plena reconstrucción, y pronto no habrá lugar para Lee y Rodríguez-es decir, veteranos con grandes salarios.
Ambos ya han sido mencionados en varios rumores de cambio, y los Astros seguramente estarán recibiendo llamadas por sus servicios cerca de la pausa del Juego de Estrellas si no están en la pelea. Rodríguez y Lee saben que éstos podrían ser sus últimos entrenamientos vistiendo el uniforme de Houston.
Ahora el futuro de los "siderales" es representado por J.D. Martínez, Jordan Lyles, el venezolano José Altuve y el dominicano Jimmy Paredes, entre otros.
"El tiempo pasa rápido", dijo Lee, quien se encuentra en la última temporada de un contrato de seis años y US$100 millones. "Parece que fue ayer que firmé mi contrato. Ahora ya casi se terminan los seis años y aquí estoy. Estoy tratando de hacer mi trabajo, tratando de ver si puedo seguir adelante o no."
Cuando Lee, ahora de 35 años, firmó su mega-pacto en noviembre del 2006, se le veía como el bate que hacía falta para que Houston pudiera volver a la Serie Mundial. En sus primeros tres años, "El Caballo" puso de su parte con promedio de .305 y un promedio de 29 jonrones y 107 empujadas por temporada.
Sin embargo, durante las campañas siguientes los Astros empezaron a cortar nómina y fueron limitados por una falta de talento a nivel de liga menor. La gerencia se dio cuenta de que necesitaba reconstruir, y fueron canjeados Berkman a los Yankees y Oswalt a los Filis a cambio de prospectos. Estrellas jóvenes como Michael Bourn y Hunter Pence también fueron enviados a otros equipos en el 2011.
De repente, Lee y Rodríguez son los "viejos" en medio de un movimiento de juventud en los Astros.
"Siempre vas a ver venir e irse los compañeros, pero sabes que vas a tener que ayudar a quien esté ahora mismo a ganar unos juegos", dijo Lee, quien ha bateado .261 y ha promediado 21 cuadrangulares y 92 impulsadas en sus últimas dos campañas. "Es el béisbol. Es parte del negocio."
El legado de Rodríguez con los Astros está asegurado. Ha ponchado a más bateadores que cualquier otro zurdo en la historia del club, y está en el tercer lugar en victorias en ese sentido con 73. Firmó una extensión de contrato de tres años y US$34 millones después del 2010, pacto que le pagará US$10.5 millones este año y US$13.5 millones en el 2013.
Dicho salario asustó demasiado a potenciales equipos interesados en hacer un canje por él en las Reuniones Invernales, pero no sería sorpresa si los Astros llegaran a cambiarlo en medio del 2012, sobre todo si Houston estuviera dispuesto a llevar algo de la responsabilidad de su contrato.
"No puedo pensar en un cambio porque no tengo control sobre eso"', dijo Rodríguez, de 33 años. "Lo único que puedo hacer es aprovechar mi oportunidad y hacer lo mejor que pueda."
Lee, quien ganará US$18.5 millones este año, es mayor candidato a ser cambiado si tiene una buena primera mitad de la temporada. Tiene una cláusula limitada de no cambio y le ha dado a Houston una lista de 14 equipos a los que estaría dispuesto a llegar. El toletero podría ser una buena opción para un equipo de la Liga Americana que necesite un bateador designado.
Pero por ahora, sigue con los Astros, con todo y sus primeras canas.
"Sólo hago las cosas día por día y trato de hacer lo mejor todos los días", dijo el istmeño. "Si pasa un cambio, pasa. No me preocupo por eso."
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