Desde el primer aliento de las citas continentales, en Buenos Aires 1951, está comprendida esta liturgia que precede el encendido del pebetero y el comienzo oficial de las competiciones. Curiosamente en la capital argentina correspondió al corredor griego Juan Sossidis, y no a un natural de la tierra de la pampa, entrar al velódromo de la ciudad portando el fuego traído de la Acrópolis en Grecia y encender el pebetero.
Para la decimoctava edición de la fiesta deportiva de América, el recorrido de la antorcha comenzará posterior a la tradicional ceremonia de encendido del Fuego Panamericano en la Pirámide del Sol en Teotihuacán, México.
La flama arribará el 30 de mayo a tierra canadiense y el itinerario concluirá el 10 de julio con el encendido del pebetero panamericano en el estadio Roger Centre, casa del equipo de béisbol de Grandes Ligas, Azulejos de Toronto.
Serán 41 días de trayecto a lo largo y ancho de la geografía canadiense. Tres mil personas estarán a cargo de su desplazamiento a través de más de 5 mil kilómetros de carretera y 15 mil kilómetros por aire. Cada uno de los portadores deberá recorrer alrededor de 200 metros.
Más de 130 comunidades están comprendidas en la ruta de la antorcha que será completada en más de 60 medios de transporte.
"La emoción que genera el relevo de la antorcha se sentirá de costa a costa cuando esta increíble antorcha y los extraordinarios portadores de la antorcha atraviesen grandes ciudades en todo Canadá, pues forjarán relaciones entre las comunidades y pondrán de relieve a nuestro país, gracias a una inversión del Gobierno de Canadá", afirmó el ministro de estado canadiense Bal Gosal.
A propósito, la antorcha es de aluminio, mide 65 centímetros de alto y pesa 1,2 kilogramos. Trascendió que la llama puede soportar vientos de hasta 70 kilómetros por hora, es visible en todo tipo de condición meteorológica y adaptable a cualquier tipo de transporte.
"El diseño contemporáneo de la estructura presenta la energía y alegría de la marca TORONTO 2015 y captura el espíritu de los Juegos. El pictograma colorido ¡Unidos Jugamos! simboliza la reunión de los atletas mediante la celebracióndel deporte y la cultura", refiere el sitio oficial de los Juegos.
"El relevo de una antorcha es un acontecimiento poderoso y patriótico", dijo Simon Whitfield, medallista de oro y plata en los Juegos Olímpicos y ganador del bronce en los Juegos Panamericanos. "Estoy deseando que llegue ese momento, pues es un verdadero honor".
El Fuego Panamericano sigue el mismo concepto del Fuego Olímpico. El Fuego es único y se mantiene encendido todo el tiempo.
"La llama de los Juegos Panamericanos representa la historia y el espíritu de los Juegos; se trata de un símbolo que une a los 41 países miembro de la Organización Deportiva Panamericana (ODEPA)", aclara el sitio oficial de los Juegos.
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