La fiesta del Final Four comenzó de manera oficial en la ciudad de Indianápolis. Miles de personas de diversos lugares del país ya invaden la sede el Final Four del basquetbol colegial estadounidense varonil, que se disputará a partir del sábado con las semifinales.
Las Universidades de Duke y Michigan State se enfrentarán en el partido de apertura de la jornada sabatina; seguida de la semifinal que disputará la invicta Kentucky contra Wisconsin.
"Este va a ser un Final Four para la historia", anticipó Laura Dean, una aficionada de Kentucky que viajaba en conexión de Atlanta hacia Indianápolis. "Hace muchos años que nadie puede ganar el campeonato sin perder. Kentucky lo hará este fin de semana".
La ciudad de Indianápolis ya da la bienvenida de manera oficial a los visitantes por séptima ocasión en Final Four.
"Bienvenidos al final del camino", dicen los espectaculares, también a manera de eslogan del cuadrangular por el campeonato nacional.
La venta de souvenirs, las fiestas públicas y privadas, el caminar de paseo de los seguidores del basquetbol universitario es evidente por todos lados.
Los organizadores estiman que más de 3 mil libras de comida serán servidas en el estadio y que al menos 500 mil galones de bebidas serán ingeridas en los eventos de invitados especiales, además de otras 4,845 bebidas que serán vendidas a los aficionados en el estadio, incluyendo sodas.
Quizá el único "pero", en un viernes previo al arranque del Final Four fue la lluvia, que como invitado no deseado se presentó durante buena parte de la tarde.
En el interior del Lucas Oil Stadium, la casa de los Indianapolis Colts de la NFL, convertido en una magna arena de basquetbol, los aficionados pudieron ingresar y comenzar a ponerle ambiente durante los entrenamientos de los cuatro equipos.
"Estábamos ansiosos por comenzar a disparar (al aro) aquí frente a toda esta gente", dijo el entrenador de Duke, Mike Kryzyzewski. "Creo que una de las mejores cosas que han agregado a este evento, es la apertura de los entrenamientos. Empiezas a sentir la cancha".
"Interactúas con los aficionados y eso es muy motivante para los muchachos". En la calles, en medio del principal cuadro de la ciudad, se instaló un monumental escenario, donde grupos musicales, bandas y la venta de suvenires son la constante. Ya sólo falta que el Final Four tenga su salto inicial de una fiesta que terminará el lunes con un nuevo monarca del baloncesto varonil universitario.
"Se siente el ambiente", dijo el jugador de Kentucky Aaron Harrison. "Pero nosotros estamos aquí con una misión, mientras la gente se divierte afuera, nosotros venimos en viaje de trabajo".
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