"Esa primera vez, me emocioné un poco", manifestó el dominicano.
Las lesiones, una suspensión y otros contratiempos le han permitido a Familia - quien se perfilaba como encargado del séptimo inning al principio de los entrenamientos - verse empatado en el primer lugar de Grandes Ligas en salvamentos ahora mismo.
El domingo, Familia logró su sexto rescate en igual número de oportunidades al sellar el triunfo de los Mets por 7-6 sobre los Marlins.
Ese es el tipo de aportes que los Mets esperaban recibir del dominicano Jenrry Mejía, antes de que éste fuera suspendido por arrojar positivo a una prueba de dopaje. El diestro Vic Black se encuentra en la lista de lesionados. El zurdo Josh Edgin se sometió a una cirugía Tommy John en marzo. Otro zurdo, el recién adquirido Jerry Blevins, ayudó a los Mets en el noveno inning antes de fracturarse el antebrazo. Y Bobby Parnell aún se está recuperando de una cirugía Tommy John.
Por su parte, Familia ha limitado a los bateadores contrarios a promedio de .160 y ha ponchado a nueve bateadores en 7.2 innings de labor este año.
"Ha sido muy especial para nosotros", dijo Collins acerca de Familia. "Se trata de uno de esos muchachos que acoge todas las oportunidades que se le presentan".
El patrón parece repetirse todos los años en Grandes Ligas: Un cerrador establecido se lesiona o se marcha y un relevista desapercibido se ve obligado a tomar las riendas.
Jason Grilli hizo justo eso por los Piratas en el 2013, luego de que los Bucaneros canjearan al taponero Joel Hanrahan a Boston. Grilli terminó dicha campaña con 33 rescates. Después de que Hanrahan se lesionara en Nueva Inglaterra, surgió Koji Uehara, quien se apuntó 21 salvamentos y ayudó a conducir a los Medias Rojas a un título de la Serie Mundial. El año pasado, Cody Allen se hizo cargo del noveno inning por los Indios cuando John Axford falló y terminó cosechando 24 rescates.
Aunque no fue en el rol de taponero, a Familia le fue bastante bien en su primera campaña completa como ligamayorista en el 2014, ya que registró efectividad de 2.21. En 77.1 innings de labor, ponchó a 73 bateadores, lo cual es asombroso dada la cantidad de sinkers que tira.
Esta temporada, Familia ha dejado a un lado la falta de control que lo perjudicó en el 2014 y ha otorgado apenas dos boletos. El comando ha sido un problema para el quisqueyano desde que comenzó a tirar el sinker en el 2012.
"Golpeaba a demasiados bateadores", dijo.
Ahora, entre más se hunde su sinker, más se eleva Familia.
"Les provoca interesantes reacciones a los bateadores cuando la ven por primera vez", dijo el receptor de los Mets, Anthony Recker, acerca del sinker de Familia. "Por lo general es una serie de malas palabras".
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