De los 13 juegos disputados, ocho se decidieron por una sola carrera-incluyendo una de las semifinales y la final-y tres equipos fueron dejados en el terreno. En sentido general, hubo poca ofensiva, con 87 carreras anotadas en total y sólo nueve cuadrangulares en el Estadio Hiram Bithorn.
El resultado fue un torneo de encuentros apretados hasta el último out en la mayoría de los casos.
"En esta Serie, sea por el estadio, sea por el aire, sea lo que quieran decir, no se anotaron muchas carreras", dijo el manager de los subcampeones Tomateros de Culiacán (México). "Se jugó un béisbol de fundamentos, bateo oportuno y buen pitcheo".
DESPEDIDA DE DOS FIGURAS
El venezolano Tomás Pérez le puso fin a su carrera en esta Serie del Caribe, bateando de 5-0 con una base por bolas en el certamen.
De su parte, el puertorriqueño Luis "Wicho" Figueroa también dijo adiós al béisbol profesional, pero no antes de dar par de batazos clave en la única victoria de los Cangrejeros de Santurce. Figueroa bateó de 7-2 en el torneo, recibió una gran ovación de parte de la fanaticada en el Hiram Bithorn y, de paso, rompió la marca de Luis "Mambo" de León al llegar a representar a Puerto Rico en 13 Clásicos Caribeños.
"Ha sido una carrera muy bonita, llena de emociones", comentó Figueroa.
CUBA, DE REGRESO A LA CIMA
Dígase lo que se diga sobre el estado del béisbol en Cuba y sobre el formato que le permitió a Pinar del Río estar en la segunda fase del certamen, el resultado final es que los dirigidos por Alfonso Urquiola reaccionaron a la hora buena para llevarse el título, el primero para Cuba desde 1960.
En su segundo año de regreso en el torneo, los cubanos se vieron letárgicos en la ronda regular con récord de 1-3 y apenas siete carreras anotadas. Pero de repente respondieron los bates de figuras reconocidas como Frederich Cepeda (JMV de la Serie), Yulieski Gourriel y Alfredo Despaigne, que impulsaron una ofensiva que anotó 11 carreras en los últimos 13 innings del evento.
Cuba, vistiendo el uniforme de su selección nacional para sus últimos cuatro partidos de la Serie, disfrutó en grande el triunfo luego de varios años sin causar mayor impacto en torneos internacionales de alto nivel.
"Creo que ésta una de las más importantes", dijo Gourriel al hablar de la magnitud de esta victoria para el béisbol cubano. "Esto se parece mucho a un Clásico. Están los mejores jugadores de todo el Caribe y es una gran victoria".
Lo que parecía en un principio otra Serie del Caribe perdida para Cuba, que inclusive sufrió la deserción de dos de sus jugadores durante el torneo, terminó siendo un gran éxito.
"Creo que esto reviste una gran importancia, porque hemos tenido triunfos, pero estábamos jugando en un nivel más bajo", dijo Urquiola sobre el pasado reciente de Cuba a nivel internacional. "Ya el nivel ha subido, estamos jugando a nivel profesional. Esta serie, creo que ha sido muy competitiva con un gran nivel. Creo que es un triunfo meritorio porque hemos tenido que sudar".
Agregó el joven Norge Luis Ruiz, lanzador clave para Pinar del Río en la semifinal contra Venezuela: "Con 20 años ya puedo decir que soy campeón de la Serie del Caribe.
"Es algo grande lograr el campeonato y demostrar una vez más que nosotros los peloteros cubanos tenemos condiciones para jugar en cualquier liga del mundo".
EL FORMATO EN BOCA DE TODOS
Desde que se implementó una "postemporada" de vida o muerte hace dos años en Hermosillo, han surgido controversias sobre lo justo o injusto que puede ser premiarle la "clasificación" a un equipo con récord discreto y ponerlo en un partido de muerte súbita contra las mejores escuadras de la primera ronda.
Dicho elemento se vio más marcado que nunca cuando Cuba, con su marca de 1-3 en la fase regular, eliminó en la semifinal a Venezuela, primer lugar invicto con 4-0.
"Eso es algo que no está en mis manos, ni está en las manos de los peloteros tampoco", dijo el dirigente los Caribes de Anozátegui, Omar López.
Después de su propia derrota ante Cuba en la final, Gil ofreció su opinión al respecto.
"Es muy sencillo: Antes de llegar, todo el mundo sabe el formato; no cambia cuando llegamos", comentó el piloto. "Se puede quejar Venezuela que se quedó 4-0, y nosotros también podemos quejarnos.
"Pero no, todo el mundo sabe cómo es el sistema. ¿De que es el mejor? No sé. Hay opiniones y hay diferente gente que lo ve de distintas maneras".
Gil tampoco dejó de reconocerle lo logrado por Pinar del Río a la hora de la verdad.
"¿Cuál fue el mejor equipo sábado y domingo? Muy sencillo: Cuba fue el mejor equipo.
"Entonces, Cuba fue campeón. Ellos hicieron de su parte para ganar el campeonato. Yo no le voy a quitar crédito a Cuba".
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