Resultados que convierten en histórico un partido por el oro, en el que Francia podría convertirse en el primer equipo en ganar cinco títulos mundiales, mientras que Qatar, la primera selección asiática en alcanzar una final, buscará estrenar su palmarés.
Historial en el que no podrá volver a escribir su nombre el conjunto español, que al igual que ya le ocurrió el pasado año en el Europeo de Dinamarca se topó con el muro francés camino de la final, tras caer hoy ante los galos por 22-26.
Un resultado en el que fue determinante la actuación del guardameta francés Thierry Omeyer, que firmó un sesenta por ciento de paradas en una segunda parte, en la que España demostró carácter de campeón pero al que le faltó claridad ofensiva en los minutos finales.
Circunstancia que permitió a España reengancharse a un partido, que parecía casi perdido en la primera parte (14-18), pero no doblegar a una selección francesa que hizo valer en todos los aspectos el peso de su leyenda sobre la pista.
Una leyenda que ya empieza a crearse en torno del seleccionador qatarí, el español Valero Rivera, el técnico que llevó a España hace dos años al título, y que podría convertirse el próximo domingo en el primer entrenador en ganar un Mundial con dos equipos distintos.
Oportunidad que el preparador español debe agradecer al excelente partido protagonizado por el joven central Kamalaldin Mallash, que se convirtió en el héroe de la semifinal ante Polonia con sus cinco tantos en la segunda mitad.
Como si fuese una respuesta a las múltiples críticas recibidas por la masiva nacionalización de jugadores, el gran protagonista de la clasificación fue un jugador formado en Catar.
Mallash, que en la primera jornada del torneo del campeonato acabó en el hospital tras quedar conmocionado en la pista, evidenció que además de mucho dinero y fichajes, tras el éxito de Catar está el duro trabajo de Valero Rivera, un sinónimo de exigencia máxima.
La misma que permitido a éste hasta ahora desconocido central de 23 años, que milita en el Eljaish catarí, convertirse con sus goles y sus eléctricas jugadas en la victoria (29-31) de los anfitriones sobre Polonia.
De este modo, polacos y españoles tendrán que conformarse con pelear el próximo domingo por la medalla de bronce, en un choque en el que ambos conjuntos deberán superar la decepción de no poder disputar la final.
Por su parte, Alemania, que este viernes cayó por 28-23 ante Croacia, y Eslovenia, que perdió 36-33 con Dinamarca, se jugarán este sábado la última plaza en juego para los torneos de clasificación para los Juegos de Río 2016.
Preolímpicos en los que este viernes se aseguraron un puesto daneses y croatas y en los que ya tenían un puesto España, Francia, Polonia y Qatar, los cuatro semifinalistas.
Unos Juegos Olímpicos de Río en el que el próximo campeón del Mundo, es decir Francia o Qatar, se garantizará un puesto junto con la anfitriona Brasil.
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