ARLINGTON, Texas -- El fin de semana más importante del basquetbol colegial estadounidense llegó a Dallas-Fort Worth.
El Final Four que definirá al campeón nacional se disputará a partir de este sábado entre las universidades de Connecticut, Florida, Kentucky y Wisconsin en el AT&T Stadium.
El
estadio de los Dallas Cowboys de la NFL fue convertido en una
monumental arena de basquetbol que espera alrededor de 100 mil
aficionados y más de mil periodistas.
"Estar aquí nos motiva a todos", dijo el guardia de Connecticut Shabazz Napier. "Todos saben que el entrenador Ollie es súper aficionado de los Cowboys. Sólo ver este lugar desde ayer, con los asientos vacíos es algo único".
"Así que hoy con la gente que vino a los entrenamientos y lo que sabemos será un lleno completo el sábado, será algo inolvidable para todos. Este estadio impresiona".
Los Huskies de la Universidad de Connecticut abrirán las semifinales este sábado contra el primer favorito, los Gators de Florida, a partir de las 5:09 p.m. tiempo del Este, y 40 minutos después de finalizado el encuentro, los Badgets de Wisconsin enfrentarán a los Wildcats de Kentucky.
"Sabemos lo que representa el siguiente paso", dijo el delantero de los Gators Casey Prather. "Sólo en eso estamos enfocados ahora mismo; en tratar de llegar al siguiente partido".
"El entrenador ha hecho un gran trabajo explicando a los jóvenes qué enfrentaremos en un fin de semana como este&", añadió el jugador de último año. "Obvio que he estado aquí antes y sé qué esperar de la gente y de la prensa. Pero siempre hay algo que no esperabas".
Será la primera vez que el Final Four se dispute en el área del Norte de Texas, desde 1986, cuando se jugó en la hoy derribada Reunion Arena, ex casa de los Dallas Mavericks de la NBA.
Y precisamente en el punto que alguna vez fue el epicentro del basquetbol colegial, los organizadores del Final Four de este año instalaron una feria interactiva para los miles de aficionados que vienen desde diferentes partes del país, incluidos latinos.
"Es un evento muy grande e importante para nuestra comunidad aquí en Dallas-Fort Worth", dijo Luis Arellano, un mexicano residente del suburbio de Arlington. "Por todos lados hay actividades del Final Four; cartelones, de todo& Es bueno que vengan este tipo de eventos al Norte de Texas".
Este fin de semana, parece que el incontrolable factor clima será benévolo con los organizadores, comparado con la última vez que el estadio de los Cowboys fue sede de un evento nacional diferente al futbol americano.
Durante la semana del Super Bowl XLV, entre enero y febrero del 2010, se celebró en esta región, temperaturas tan gélidas como nunca entorpecieron todas las festividades paralelas fuera del inmueble de Arlington.
Unas semanas después, cuando el Juego de Estrellas de la NBA estableció marca de asistencia para un partido de basquetbol bajo techo con 108 mil 713 personas con boleto pagado, ni siquiera se podía caminar por las aceras del centro de Dallas o Fort Worth a causa de las varias pulgadas de nieve.
Esta vez es diferente, salvo un susto el jueves cuando la amenaza de tornado hizo guarecerse a muchos de los visitantes, a partir del viernes el clima fue perfecto afuera de la arena techada de los Cowboys.
Dentro del estadio, habrá mucho que observar entre viernes y lunes, cuando uno de los cuatro equipos tenga el honor de cortar las redes del tablero.
Florida jugará el quinto Final Four de su historia, cuatro de la mano de su actual entrenador Billy Donovan.
Los Gators están 3-1 en semifinales de este torneo y ganaron el campeonato nacional de manera consecutiva en 2006 y 2007.
Llegan al AT&T Stadium con una racha récord para su programa de 30 victorias consecutivas, logradas desde el 2 de diciembre pasado.
Los Badgers de Wisconsin participa en su tercer Final Four, el primero desde el 2000, y su marca en semifinales es de 1-1.
La única vez que cortaron las redes con un campeonato nacional fue en 1941. Bajo la tutela de su entrenador Bo Ryan, los Badgers tienen marca de 182-12 (.938) cuando anotan al menos 70 puntos.
La Universidad de Connecticut, de la mano de su armador Shabazz Napier, busca su primer campeonato nacional desde el 2011, que representará el cuarto de su historia.
Los Huskies están 3-1 en semifinales y fueron el último que venció a la Universidad de Florida, 65-64, en diciembre pasado.
Los Wildcats de Kentucky están en el Final Four por décimo sexta ocasión, la mayor cantidad en la historia de la NCAA.
Será la tercera vez que se presenten al fin de semana del campeonato del basquetbol colegial en los últimos cuatro años.
Los Wildcats están 8-2 en semifinales nacionales, incluido 1-1 con su actual entrenador, John Calipari.
Kentucky tiene marca de 17-2 en partidos de Torneo NCAA en cinco temporadas con Calipari, incluyendo el título nacional del 2012.
Con un equipo conformado en su mayoría de novatos, Kentucky se convirtió en la primera universidad que elimina en un mismo torneo a tres de los cuatro equipos del Final Four de la campaña anterior, Louisville, Michigan y Wichita State.
"Este es la clase de equipo que va a hacer lo que les pidamos que hagan", dijo Calipari. "Son jóvenes con mucho talento, pero saben que necesitan escuchar para aprender a jugar y de las experiencias que hemos tenido".
El Final Four que definirá al campeón nacional se disputará a partir de este sábado entre las universidades de Connecticut, Florida, Kentucky y Wisconsin en el AT&T Stadium.
Patric Young, Shabazz Napier y Frank Kaminsky son los grandes atractivos de este Final Four.
"Estar aquí nos motiva a todos", dijo el guardia de Connecticut Shabazz Napier. "Todos saben que el entrenador Ollie es súper aficionado de los Cowboys. Sólo ver este lugar desde ayer, con los asientos vacíos es algo único".
"Así que hoy con la gente que vino a los entrenamientos y lo que sabemos será un lleno completo el sábado, será algo inolvidable para todos. Este estadio impresiona".
Los Huskies de la Universidad de Connecticut abrirán las semifinales este sábado contra el primer favorito, los Gators de Florida, a partir de las 5:09 p.m. tiempo del Este, y 40 minutos después de finalizado el encuentro, los Badgets de Wisconsin enfrentarán a los Wildcats de Kentucky.
"Sabemos lo que representa el siguiente paso", dijo el delantero de los Gators Casey Prather. "Sólo en eso estamos enfocados ahora mismo; en tratar de llegar al siguiente partido".
"El entrenador ha hecho un gran trabajo explicando a los jóvenes qué enfrentaremos en un fin de semana como este&", añadió el jugador de último año. "Obvio que he estado aquí antes y sé qué esperar de la gente y de la prensa. Pero siempre hay algo que no esperabas".
Será la primera vez que el Final Four se dispute en el área del Norte de Texas, desde 1986, cuando se jugó en la hoy derribada Reunion Arena, ex casa de los Dallas Mavericks de la NBA.
Y precisamente en el punto que alguna vez fue el epicentro del basquetbol colegial, los organizadores del Final Four de este año instalaron una feria interactiva para los miles de aficionados que vienen desde diferentes partes del país, incluidos latinos.
"Es un evento muy grande e importante para nuestra comunidad aquí en Dallas-Fort Worth", dijo Luis Arellano, un mexicano residente del suburbio de Arlington. "Por todos lados hay actividades del Final Four; cartelones, de todo& Es bueno que vengan este tipo de eventos al Norte de Texas".
Este fin de semana, parece que el incontrolable factor clima será benévolo con los organizadores, comparado con la última vez que el estadio de los Cowboys fue sede de un evento nacional diferente al futbol americano.
Durante la semana del Super Bowl XLV, entre enero y febrero del 2010, se celebró en esta región, temperaturas tan gélidas como nunca entorpecieron todas las festividades paralelas fuera del inmueble de Arlington.
Unas semanas después, cuando el Juego de Estrellas de la NBA estableció marca de asistencia para un partido de basquetbol bajo techo con 108 mil 713 personas con boleto pagado, ni siquiera se podía caminar por las aceras del centro de Dallas o Fort Worth a causa de las varias pulgadas de nieve.
Esta vez es diferente, salvo un susto el jueves cuando la amenaza de tornado hizo guarecerse a muchos de los visitantes, a partir del viernes el clima fue perfecto afuera de la arena techada de los Cowboys.
Dentro del estadio, habrá mucho que observar entre viernes y lunes, cuando uno de los cuatro equipos tenga el honor de cortar las redes del tablero.
Florida jugará el quinto Final Four de su historia, cuatro de la mano de su actual entrenador Billy Donovan.
Los Gators están 3-1 en semifinales de este torneo y ganaron el campeonato nacional de manera consecutiva en 2006 y 2007.
Llegan al AT&T Stadium con una racha récord para su programa de 30 victorias consecutivas, logradas desde el 2 de diciembre pasado.
Los Badgers de Wisconsin participa en su tercer Final Four, el primero desde el 2000, y su marca en semifinales es de 1-1.
La única vez que cortaron las redes con un campeonato nacional fue en 1941. Bajo la tutela de su entrenador Bo Ryan, los Badgers tienen marca de 182-12 (.938) cuando anotan al menos 70 puntos.
La Universidad de Connecticut, de la mano de su armador Shabazz Napier, busca su primer campeonato nacional desde el 2011, que representará el cuarto de su historia.
Los Huskies están 3-1 en semifinales y fueron el último que venció a la Universidad de Florida, 65-64, en diciembre pasado.
Los Wildcats de Kentucky están en el Final Four por décimo sexta ocasión, la mayor cantidad en la historia de la NCAA.
Será la tercera vez que se presenten al fin de semana del campeonato del basquetbol colegial en los últimos cuatro años.
Los Wildcats están 8-2 en semifinales nacionales, incluido 1-1 con su actual entrenador, John Calipari.
Kentucky tiene marca de 17-2 en partidos de Torneo NCAA en cinco temporadas con Calipari, incluyendo el título nacional del 2012.
Con un equipo conformado en su mayoría de novatos, Kentucky se convirtió en la primera universidad que elimina en un mismo torneo a tres de los cuatro equipos del Final Four de la campaña anterior, Louisville, Michigan y Wichita State.
"Este es la clase de equipo que va a hacer lo que les pidamos que hagan", dijo Calipari. "Son jóvenes con mucho talento, pero saben que necesitan escuchar para aprender a jugar y de las experiencias que hemos tenido".
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