Velada entre el prestigio y el trámite

SAN ANTONIO -- Vasyl Lomachenko ni siquiera se inmutó porque Orlando Salido se pasó de peso permitido".
"El Siri" Salido (40-12-2-1, 28 ko's) se pasó por más de dos libras del límite de peso del cinturón que se suponía defendería. Pero que el sábado, pase lo que pasé, ya será propiedad ajena.

Lomachenko (izq.) se adjudicó el título pluma de la OMB en el pesaje, luego de que Salido estuviera arriba del límte las 126 libras

"Yo de cualquier manera tenía que ganar este sábado para ser campeón mundial", dijo Lomachenko. "Así que no importa lo que pesó Salido. Sólo importa que gane la pelea".
Si gana, Lomachenko (1-0, 1 ko) se convertirá en el campeón mundial más rápido de la historia del boxeo profesional.
Apenas después de cuatro rounds y los que permanezca de pie en el cuadrilátero frente a Salido, si es que triunfa. Lomachenko y Salido representan la pelea semiestelar del sábado en la función que Top Rank organizó en el Alamodome de San Antonio y que transmitirá HBO, a las 9:45 p.m. tiempo del Este.
Antes, estarán Julio César Chávez Junior y Bryan Vera, quienes se verán las caras por segunda ocasión en menos de medio año, luego de que en septiembre pelearon y el resultado fue debatible.
Chávez (47-1-1, 32 ko's) se llevó la victoria por decisión unánime, cuando la mayoría de los observadores del combate consideraron que Vera (23-7, 14 ko's) mereció mejor suerte.
"Esta pelea tiene mucha importancia, porque, en la primera, provocó muchas dudas, no se preparó a conciencia", dijo en días anteriores el padre de Chávez Jr., el gran campeón mundial mexicano Julio César Chávez.
"Entonces, en ésta tiene que demostrar que todavía hay Julio para rato, porque si no lo hace, creo que su carrera se puede acabar".
Chávez llegó de manera intempestiva a San Antonio para brindar apoyo moral a su hijo, quien después de casi año y medio de pesadilla, tiene que demostrar que su carrera va más allá del apellido.
La función en general de repente parece que se trata de una noche de demostraciones y ratificaciones, en especial en sus peleas principales.
Chávez demostró que puede dar el peso; Lomachenko tiene que enseñar que es digno de una pelea de campeonato mundial con apenas cuatro rounds de experiencia profesional.
Salido está obligado a boxear para ganar, cuando parece que su carrera finalizó aún antes de subir al ring y después de pisar la báscula.
Antes de ellos, un ex campeón mundial que pocos recuerdan este fin de semana, Juan "Baby Bull" Díaz (38-4, 19 ko's) pelea contra un boxeador de poco cartel, Gerardo Robles (18-12, 9 ko's).
Y si Díaz demuestra que aún tiene boxeo, tras tres años de retiro y tres combates de "recuentro", tendrá oportunidad de otra contienda de título nacional.
Así, la noche del Alamodome está puesta para una velada de boxeo, en la que también estará el ex olímpico mexicano Óscar Valdez (8-0, 7 ko's) frente a Samuel Sánchez (5-5-1, 1 ko), entre otras de las seis peleas anteriores a las dos estelares.
"Va a ser una tremenda función de arriba a abajo", dijo Arum. "Además de la pelea de revancha entre Julio Junior y Vera, tenemos al más grande amateur en la historia de boxeo, quien se enfrenta a la experiencia de Orlando Salido y otros grande boxeadores como Juan Díaz...".
"Será una noche espléndida de boxeo".