"[Veras] dijo, 'Traté de llamarte cuando firmé porque quería hablar con mi receptor y comunicarme lo más rápido posible para decirte lo que me gusta y lo que no'", dijo el catcher dominicano Welington Castillo acerca del nuevo cerrador de los Cachorros, quien firmó por una temporada y $4 millones el pasado 18 de diciembre.
"Parece que está abierto a cualquiera", destacó Castillo. "Me agrada bastante. Me gusta su actitud".
Lo mismo sucede con el pitcher dominicano de los Cachorros Carlos Villanueva, quien vive muy cerca de Veras en el área de Miami.
"Es un buen tipo y una gran adquisición para nosotros", elogió Villanueva, quien habló con Veras antes de que éste firmara con los Cubs.
Chicago arrancó el receso de temporada en busca de un taponero luego de pasar por altibajos en esa posición en 2013. El dominicano Carlos Mármol era dueño del puesto, pero lo perdió a una semana de iniciada la campaña y Kyuji Fujikawa fue colocado en ese rol.
Sin embargo, el japonés tuvo problemas con su antebrazo derecho y tuvo que pasar a la lista de incapacitados. Luego de un breve regreso de Mármol, los Cachorros firmaron al derecho Kevin Gregg el 14 de abril, 11 días después de que los Dodgers lo dejaron libre. Fujikawa necesitó de una cirugía Tommy John en su codo derecho y en junio, Mármol fue eventualmente canjeado y Gregg terminó con 38 salvamentos.
Ahora, la novena entrada le pertenece a Veras. El derecho arrancó la temporada pasada como el taponero de los Astros antes de ser canjeado a los Tigres para ser utilizado como preparador de mesa. El dominicano ha lanzado para los Yankees (2006-09), Indios (2009), Marlins (2010), Piratas (2011) y Cerveceros (2012) así como por Astros y Tigres.
Veras, de 33 años de edad, ha tenido una suave transición hasta ahora. Los jóvenes peloteros latinoamericanos acuden a él, incluyendo el venezolano Héctor Rondón, quien era su compañero con los Indios. Seleccionado en el draft de la Regla 5 por parte de los Cachorros el año pasado, Rondón se asegura de traerle botellas de agua a Veras y otros durante las prácticas. Y Veras le regresa el favor.
"Es casi como un hermano mayor porque ya nos conocíamos", dijo Rondón. "Decimos eso todo el día -- 'te traeré agua, te traeré algo' Siempre está al pendiente de todos. Es nuestro 'papá'".
Veras no se ve a sí mismo como un patriarca sino como un pelotero más del equipo.
"Esto es una familia", subrayó Veras. "Nos gusta estar en unidad, divertirnos. Llegamos aquí sin nuestras madres, esposas, hijos o hermanos. Aquí somos hermanos. Esta es mi familia. Paso la mayor parte del día aquí. Comenzamos a conocer lo que nos gusta, lo que nos disgusta, y compartimos nuestras opiniones, lo que es mejor, y luego comienzas a enterarte de cosas que ellos no saben. Esta es una familia".
El manager de los Astros Bo Porter se percató del don de buen mentor que tiene Veras.
"Lo trajimos aquí por esa precisa razón - para tener a un lanzador con experiencia en la parte trasera del bullpen, que pueda cerrarte juegos y al mismo tiempo que tenga una influencia positiva en el clubhouse", manifestó Porter en mayo del año pasado.
"No conocía a nadie cuando llegó aquí", resaltó Castillo, "y ahora puedes darte cuenta que es uno de los muchachos quien, si estas solo, te dirá, 'Hey, ¿qué pasa?' y comenzará a charlar contigo. Me agrada su forma de ser".
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