La situación tan equitativa se mantenía en el tercero. Recién en el noveno juego surgía la primera chance de quiebre, y primera (y única) para el checo en todo el partido, pero Wawrinka supo resolverlo con sus saques ganadores. Así, el camino condujo a otro tiebreak. Esta vez, fue el helvético el que se adelantó 3-1 y, luego, 5-3 para el 7-3, en un desempate en el que, insólitamente, el checo sumó dos doble faltas (sumaba apenas dos hasta esta instancia), incluyendo la del set point.
Ya en el cuarto, la presión caía toda del lado del checo, que no se amedrentaba. A pesar de algunas doble faltas, siguieron sin quebrarse el servicio (apenas uno en el primer set) y volvieron a jugar un desempate. Allí, otra doble falta traicionó al checo y, sumado, a un fatal error no forzado con su drive, obligó al 6-3 para Wawrinka y triple match point, concretando en el segundo, luego de una doble falta y, luego, un saque ganador para el 7-4.
En un encuentro de altísimo vuelo, más allá de los mencionados errores claves, el helvético acumuló 57 tiros ganadores (18 aces) y 49 errores no forzados, mientras que el checo sumó 60 (21 aces) y 49 (7 doble faltas), respectivamente.
De esta manera, Wawrinka accedió a la primera final de su carrera en un torneo del Grand Slam. De hecho, ambos estaban por primera vez en las semifinales de este Grand Slam y hasta aquí sólo Berdych sabía lo que era jugar una final en uno de los cuatro grandes campeonatos, ya que perdió la de Wimbledon 2010 ante el español Rafael Nadal, actual Nº 1 del mundo y rival del suizo Roger Federer (6º) en la segunda semifinal, a disputarse el viernes.
Con cinco títulos en su carrera, el suizo llega a la definición en su mejor momento, ya que jugó en el US Open 2013 su primera semifinal en los Grand Slam y aquí disputaba la segunda en forma consecutiva. En el medio, también llegó a esta instancia por primera ocasión en las Finales ATP de Londres.
Wawrinka llegaba tras eliminar 9-7 en el quinto set al serbio Novak Djokovic (2º), quien gozaba de un invicto de 28 partidos en el circuito y de 25 en Australia, ya que fue el campeón en los tres años anteriores.
Salvo que Federer se consagre en la definición, Wawrinka será quinto en el ranking mundial, lo mejor de su carrera. De ser el campeón, incluso, Stan subirá a un histórico tercer lugar a nivel ATP. Por ahora, queda a la espera del duelo entre el propio Federer y Rafael Nadal.
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