Pero una vez eliminadas las estrellas del ránking WTA, Serena Williams y Maria Sharapova, imaginar a una Li Na alzando la copa en el Melbourne Park no parecía tan descabellado. No ocurría lo mismo con Wawrinka. El suizo tuvo que eliminar a los dos mejores tenistas del ránking, Novak Djokovic y Rafael Nadal, antes de llegar a alzarse con el título.
En conclusión, las sorprendentes victorias no sólo alegraron a Li Na, Wawrinka y sus respectivas hinchadas, sino también a este australiano.
Claro que esto no se compara con los 2,65 millones de dólares que se quedó cada uno de los campeones por consagrarse en Melbourne, más allá de la posterior deducción de impuestos.
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