La jornada femenina en el All England Club fue de menor a mayor. La paridad fue la gran protagonista en el inicio del encuentro entre Agnieszka Radwanska y Sabine Lisicki, con ambas jugando bien los puntos con su servicio. Sin embargo la alemana supo aprovechar su oportunidad de quiebre en el séptimo game y sacó una luz de ventaja al ponerse 4-3 en el marcador.
Todo pasaba por la alemana, los aciertos y los errores. Por eso cuando bajó un poco en su precisión cedió terreno. También tuvo mucho que ver en eso Radwanska, que siempre estuvo expectante y, fiel a su estilo de juego, falló poco y sacó tajada de las ventajas dadas por su oponente. Doble quiebre y 3-1 para la número cuatro del mundo.
La sucesión de errores no forzados de Lisicki le siguió mostrando el camino a Agnieszka, que obtuvo la mitad de sus puntos en el segundo set por esa vía (17 de 34). La polaca, además, le imprimió un poco más de agresividad a su juego con el fin de terminar de desequilibrar a la alemana. Y lo logró. Con solidez, ganó tres games de manera consecutiva y forzó la historia a un tercer set.
Y hubo más, porque Radwanska no se apartó del libreto en lo más mínimo y rápidamente quedó 3-0 arriba. Sin embargo, como ante Serena Williams, reaccionó Lisicki. Empezó a atacar de manera más ordenada y, con dos quiebres, dio vuelta el marcador. Pero salieron a relucir las dudas y no logró cerrarlo con su servicio. Sin tiebreak en el set decisivo, tuvo una nueva oportunidad con su saque en el 8-7. Y no perdonó. Victoria y pase a la final de Wimbledon.
Flipkens, campeona junior en Londres en 2003, no le encontró la vuelta nunca. No funcionó su revés con slice ni sus constantes subidas a la red. Poco a poco fue perdiendo el eje y se vio desbordada por todos lados por la francesa, finalista en el All England en 2007. Así, en 27 minutos y en un gran nivel, Bartoli se quedó con el set inicial por un contundente 6-1.
La intensidad de la francesa no aflojó. Siguió golpeando con solidez y marcando la diferencia ante una dubitativa Flipkens, que se mostró muy lejos del nivel que supo tener en cuartos de final ante la checa Kvitova. En un abrir y cerrar de ojos, 3-0 para Bartoli. Ni siquiera la frenó el pedido de trainer y el intento de reacción de la belga, que quebró y descontó en el marcador. La reacción de la excéntrica gala fue inmediata.
La 15ª favorita, con autoridad, terminó la obra. Un quiebre y dos games con el saque a pura jerarquía le dieron el pase a la final. Así tendrá revancha seis años después, luego de haber caído en el partido decisivo ante Venus Williams, e intentará emular a la consagración de su compatriota Amelie Mauresmo (en 2006), quien la entrena y la acompañó durante todo el torneo.
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