.

viernes, 7 de junio de 2013

Yasiel Puig se estrena con grand slam


LOS ÁNGELES -- Apareció nuevamente la magia del cubano Yasiel Puig, quien este jueves por la noche, se destapó con el primer grand slam de su cortísima trayectoria en grandes ligas, para conducir a los Dodgers de Los Ángeles a una blanqueada de 5-0 sobre los Bravos de Atlanta, haciendo enloquecer a los 44,196 aficionados reunidos en Chávez Ravine.
El bambinazo del jardinero derecho, su tercer batazo de cuatro esquinas en cuatro días de haber aparecido como jugador de los Dodgers, llegaba en el octavo episodio, para ponerle el cerrojazo final a un triunfo que se había gestado a base de una magnífica labor del abridor Zack Greinke, pero que, hasta que Puig produjo esas cuatro anotaciones, para llegar a 9 impulsadas como jugador de los Dodgers, era una magra ventaja de una sola carrera.
"Me siento muy bien, por los aficionados, que siguen llegando a ver al equipo", dijo, luego de recibir un baño de agua y hielos, que su compañero Luis Cruz le diera, vaciándole una hielera, mientras era entrevistado, frente al dugout azul.
Puig, que pegó 2 hits en 4 turnos, es el primer jugador de los Dodgers en conectar un cuadrangular con la casa llena, en más de un año.
"Es algo contagioso," dijo, por su parte, el manager Don Mattingly, quien confesó que, cuando Puig iba hacia la caja de bateo, con las bases llenas, él se encontraba sentado junto a Adrián González, y ambos pensaron lo mismo: "ahí viene su primer grand slam".
"No termina de sorprendernos, porque no debemos olvidar que sigue siendo un muchachito y aunque nos había demostrado de lo que era capaz, durante los juegos de pretemporada, no estábamos seguros de que también lo pudiera hacer aquí. Pero, entre más lo ves, más crees en él", agregó el timonel, quien también destacó la labor de su lanzador abridor, en el primero de una ronda de cuatro encuentros, entre unos Dodgers que luchan desesperadamente, por tratar de salir de las profundidades en la División Oeste de la Liga Nacional y unos Bravos que dominan el sector este del viejo circuito.
Un juego en donde los reflectores volvieron a enfocarse en Yasiel Puig, dejando en la penumbra un magnífico duelo entre los dos lanzadores abridores.
Porque al final, Zack Greinke (3-1), se salía con el triunfo, luego de que trabajó a lo largo de 7 episodios, en los que diseminó 4 imparables, concediendo 3 pasaportes y ponchando a 7 bateadores.
"Hoy me sentí muy bien, porque he venido trabajando en algunos detalles de mis lanzamientos, en medio de cada salida y todo va mejorando," dijo un Greinke, quien todavía busca su plenitud de forma, luego de sufrir aquella fractura de clavícula, a inicios de la temporada.
"Para esta noche, yo tenía un plan, que, aunque por momentos me salí del mismo, al final, dio resultado," reveló.
Efectivamente, en el séptimo capítulo, Greinke dio muestras de cansancio al permitir dos sencillos consecutivos a Freddie Freeman y a Brian McCann, colocando a corredores en las esquinas, sin outs.
Recibió la visita del manager Don Mattingly, quien parecía que llegaba a la loma con la grúa y que apelaría al bullpen, principalmente, porque ya su lanzador abridor había superado la fatídica cuenta del centenar de envíos al plato.
Sin embargo, Greinke permanecía en el frente de batalla, para demostrar que aun le quedaba gasolina en al tanque, retirando en fila a los siguientes bateadores, a Dan Uggla, Ramiro Peña y B.J. Upton, para salir ileso del difícil trance.
Por su parte, el abridor de los Bravos, Tim Hudson (4-5), en la derrota, se fajó, peleándole al tú por tú a su rival de azul, ya que él también lanzaba pelota de 4 imparables, en 7 entradas, en las que recetó 5 chocolates.
Los Dodgers rompieron el hielo en la segunda entrada con un batazo al cuadro, un rodado por segunda, de Skip Schumaker, que le permitió a Scott Van Slyke anotar desde tercera.
Y en la octava, vino la locura, cuando con un out, Puig se encontró con la mesa servida, con las bases congestionadas de franelas azules, las de Schumaker, Luis Cruz y Hanley Ramírez, y simplemente, la botó al primer lanzamiento de Cory Gearrin, depositándola en el pabellón derecho.
Al final, en medio de decenas de reporteros, el novato guardabosques cubano, mantuvo en todo momento la sonrisa, la compostura y siempre habló de los méritos del equipo, antes que de sus logros personales.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Bienvenid@ A Quinigueros.com