"Sé que tengo un reto mayor, porque tengo que seguir luciendo como lo hice el año pasado, por eso trabajé más fuerte en mi preparación y en el juego", contó Encarnación, mientras le corría el sudor por el rostro.
En su estadía en la academia de los Canó, en el invierno del 2011, Encarnación adquirió esa paciencia y ese plan que todos los buenos bateadores llevan al home plate para ser exitosos.
Eso le permitió en el 2012 imponer topes personales de jonrones (42), carreras remolcadas (110), porcentaje de embasado (.384), slugging (.557) y OPS (.941); además de recibir consideración para el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, para el que quedó en la undécima posición.
Esos sólidos registros levantaron las cejas de los escépticos, quienes están a la espera de que el dominicano pueda repetirlos y mantener consistentemente esa producción. A eso, sin embargo, Encarnación no le presta mucha atención en su puesta en forma para la venidera campaña.
"Toda la gente tiene incógnitas, yo no. Yo simplemente ya sé lo que voy a dar de ahora en adelante. Estoy positivo, no tengo ningún tipo de presión, porque ya sé lo que hay y ya conozco este negocio. Le demostraré a los muchos que tienen esas incógnitas que lo que hizo Edwin Encarnación el año pasado no fue algo de suerte, porque con el trabajo uno lo puede hacer todo y yo he trabajado fuerte para eso y para tener muchos buenos años más", dijo.
Sin duda, hubo un cambio en Encarnación, quien desde que debutó en las mayores, en el 2005, con los Rojos de Cincinnati , fue identificado como un jugador con muy buenas condiciones. ¿Cuál fue ese cambio?
"He madurado en el home plate y como persona. Cuando voy al plato ahora voy con una idea, con un plan de buscar un solo pitcheo al que yo pueda hacerle buen swing", expresó, antes de revelar que eso lo aprendió en la academia de los Canó, trabajando también con el instructor de bateo, Luis Mercedes. El ascenso de Encarnación, quizás todavía no sea como para estar al mismo nivel, entre la apreciación del público, de José Bautista, el ídolo de la afición de Toronto. Sin embargo, es lo suficientemente grande para que él sienta una mayor responsabilidad y entusiasmo.
"Es una motivación grande (ser reconocido como una figura de los Azulejos), es algo que uno siempre había querido", dijo el dominicano.
Ofensiva contra defensiva
El desarrollo de la capacidad ofensiva de Encarnación ha sido inversamente proporcional a su tiempo de juego en el terreno, a la defensa, en parte por las lesiones y por el cuidado algunos problemas con su guante. Pero quedarse solamente como un bateador designado a estas alturas de su carrera, cuando tiene 30 años de edad, no es una opción para él, aún cuando el equipo planee otra cosa."Este año seré otra vez designado y primera base, como el año pasado, que dio resultado. En la mayoría de los juegos seré designado, aunque también jugaré en primera, porque soy un pelotero joven y no me puedo centrar solamente en ser designado", expresó Encarnación, quien el año pasado en cometió tres errores en 68 juegos en la inicial y uno en la tercera base, en un juego.
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